Los miembros de One Direction se reúnen por primera vez para el último adiós a Liam Payne

Un mes después de su muerte, Liam Payne ha recibido sepultura en el cementerio de Amersham, localidad inglesa perteneciente al condado de Buckinghamshire, al noroeste de Londres. Una triste ocasión que ha supuesto la última reunión de One Direction al completo desde la separación de la banda en 2016, con la presencia de Harry Styles, Niall Horan, Zayn Malik y Louis Tomlinson. Todos vestidos de negro y con gafas de sol, se han mostrado serios, apesadumbrados y afectuosos con la familia a su llegada a la iglesia de St. Mary, donde se ha celebrado la ceremonia. El cantante de 31 años falleció el pasado 16 de octubre tras caer del balcón de su hotel en el barrio de Palermo de Buenos Aires (Argentina). Su cuerpo tuvo que pertenecer en el país sudamericano durante semanas debido a la investigación policial.

Al servicio íntimo acudieron tan solo los familiares y amigos más cercanos del artista. No ha faltado Kate Cassidy, la que era novia de Liam Payne y que estuvo con él en Argentina hasta unos días antes de su muerte. La joven ha acudido acompañada de Damian Hurley, el hijo de Elizabeth Hurley.

Liam Payne, hijo y padre

También ha estado Cheryl, la cantante con quien el artista mantuvo una relación entre 2016 y 2018 y llegó a tener su primer y único hijo, Bear, de siete años. Además, algunas de sus compañeras del grupo Girls Aloud, como Nicola Roberts y Kimberley Walsh se han fundido en un abrazo con su amiga al llegar.

El féretro coronado con rosas blancas fue trasladado a la iglesia en un carruaje con caballos en cuya parte posterior se colocó un tributo floral rojo en el que se leía "son" (hijo) y otro azul donde ponía "daddy" (papi). La entrada de la iglesia fue decorada con farolillos con velas y rosas blancas.

Liam comenzó su carrera en X Factor, concurso al que se presentó dos veces hasta que le unieron con sus compañeros para formar One Direction. Por eso no ha faltado tampoco el jurado y ejecutivo discográfico Simon Cowell, responsable de los primeros pasos de una banda que durante sus cinco años de existencia vendió 70 millones de álbumes. También ha estado el presentador James Corden, que tenía muy buena relación con los chicos, a los que había entrevistado en más de una ocasión, y que ha llegado en compañía de Styles.