Este viernes se estrena en cines la película Desmontando a Lucía. Un filme de suspense protagonizada por Hugo Silva y Susana Abaitua en un dúo que no puede evitar el matiz cómico. Ya desde el principio estos dos ingredientes se mezclan gracias a la visión de Alberto Utrera, que según las palabras del equipo en conversación con El Independiente es "muy arriesgado". "Esta cosa de acción tarantiniana o de Guy Ritchie me encanta, es muy difícil que te lleguen proyectos así", dice Julián Villagrán, que completa el reparto junto a Rodrigo Poisón.

Desmontando a Lucía cuenta la historia de una chica a la que encuentra un policía haciendo pis en un arcén. Su coche tiene una ventana rota y una camisa llena de sangre, pero ¿qué ha pasado? Hay dos personas desaparecidas y Lucía (Susana Abaitua, que vuelve a interpretar a una mujer con salud mental cuestionable tras Loco por ella) dice que no se acuerda de nada. Julián Villagrán interpreta a Oliver, su abogado, y Hugo Silva es Simón, un perito judicial que más bien parece un turbio investigador privado. Como suele pasar en este tipo de películas, las cosas se van complicando cada vez más para los protagonistas, pero el final parece el resultado de un puzle o un crucigrama que encaja perfectamente.

Con sentido del humor

Rodada en Madrid, algunas de sus calles más llamativas del barrio de Alonso Martínez y la calle Zurbano aparecen en sus escenas. "Toda esa zona me parece superbonita, la verdad", comenta el director Alberto Utrera. Su personalidad y su sentido del humor están por todas partes en el filme. Por ejemplo, en una escena los protagonistas bromean porque uno de ellos tiene un coche tipo camioneta. Especialmente popular en Estados Unidos, en España es difícil de encontrar. "Nos cuadraba estéticamente una pick up, pero sabíamos que era un poco flipada. Entonces lo verbaliza el personaje de Susana. Lo hacemos mucho, cuando de repente hay algo que pensamos '¿nos estaremos pasando?' Entonces es uno de los personajes el que ofrece el punto de vista del espectador", comenta el cineasta.

Los detalles son uno de los puntos que más inquietaban al director. Sobre todo cuando se trata de una trama con diferentes puntos de vista y el final de la historia tenía que cuadrar a la perfección. "Me preocupaba muchísimo que algún espectador me dijera: 'Esto no puede pasar porque en este momento pasó esto'. Y así alguien me descuadrara la película. Tengo una línea de tiempo que me hice muy cuidadosamente, en la que iba marcando dónde está cada personaje en cada momento. Y la trabajé muchísimo. Al final tenía la certeza", comenta Alberto Utrera.

Susana Abaitua escucha al director, Alberto Utrera, durante el rodaje.

Y un toque de peligro

"Es como un puzle donde todas las piezas tienen que ir funcionando en un espacio de tiempo muy corto, se juega con él, con el tiempo, con los flashbacks, con las posibilidades futuras. Es un juguete interesante", cuenta Rodrigo Poisón. Su personaje es de los más curiosos de la película: da vida a otro perito, como el personaje de Hugo Silva. Sin embargo, es extravagante y pícaro, con una imagen que habla por sí sola. Y se mueve entre el miedo y la curiosidad, así que la pregunta natural es para saber en quién se ha inspirado. "En Putin", bromea. "Es un personaje que nace del compromiso en el aquí y ahora. Dice cosas muy difíciles de decir, que son intrínsecas al personaje. Yo me lo imaginaba en un bar, 'el sentencias'. En un bar dice chascarrillos y hay mucha gente que dirá que es un imbécil, pero otros pensarán que será verdad", desvela el actor.

"Sobre todo quería que tuviese peligro. No de hacer de peligroso, que yo soy un tipo alto, grande, así que es más fácil. Sino un tipo que con una sonrisa te diga 'ey, que te traigo este regalo'", desvela Rodrigo, haciendo referencia a una escena de la película. "Si puedo hacer esto creo que es más interesante. Y ese fue el proceso aparte de lo de Putin", cuenta entre risas y con sentido del humor.

Sin duda, Rodrigo consigue meter ese miedo. Sobre todo al personaje de Oliver, que interpreta Julián, con quien tiene una química increíble. "Es un actor al que admiro muchísimo, le aprecio, le quiero. Hay un pacto entre actores en secuencia de jugar o no jugar, y hay gente con la que te sientes libre y otra que no. Hay un aspecto de cuidado, de 'estoy aquí para tu plano y tú para el mío'", admite Rodrigo. "Y el señor Utrera detrás de todos esos planos siempre protegiéndonos y facilitando el jugar", añade.

Rodrigo Poisón en el papel de Carlos, en 'Desmontando a Lucía'.

Estética Better Call Saul

Precisamente, Julián interpreta a un abogado con problemas de dinero, por lo que su relación con los peritos judiciales es prácticamente de vida o muerte. Su personaje es quizás el más comprensible de la película hasta que deja de serlo, pero no es por la estética. Su despacho, del que también se ríen los personajes, tiene un estilo setentero que, según el actor, es exactamente de su gusto.

Durante la entrevista enseña incluso la cámara setentera que lleva encima para captar los momentos del backstage entre entrevista y entrevista. Sin duda, su papel aprecia ese estilo que también rezuma un poco Miami Vice. Pero al preguntarle, él tiene claro que le recuerda a Better Call Saul, el spin off de Breaking Bad protagonizado por el abogado Saul Goodman, a quien interpreta Bob Odenkirk.

Un recuerdo inolvidable

A Hugo Silva, Susana Abaitua y Julián Villagrán les ha gustado tanto hacer esta película que si pudieran cambiar algo sería que el final fuera más abierto. "Para que hubiera una segunda parte. Por lo demás es una película perfecta", comenta el intérprete de Los hombres de Paco. Entre ellos la química es visible, hay mucha conexión y se lo pasan genial. De hecho, uno de los recuerdos imborrables que se llevan del rodaje es el último día, en donde grabaron una escena con la actriz protagonista caracterizada de los años 40 y hubo un momento de serendipia. Se hicieron una foto todos juntos y Rodrigo Poisón admite que se sentía como si fueran una familia.

También con Alberto Utrera, a quien todos los actores que han hablado con El Independiente han nombrado como el motivo por el que salen en Desmontando a Lucía. "Lo primero que vi me gustó, pero tras la conversación con Utrera y tras ver su trabajo pensé que era muy nuevo y muy clásico a la vez. Qué estilo y qué personalidad", comenta Hugo Silva. Parecido a lo que dice Susana, que asegura que le encantó su manera de pensar. "Le adoro, me encanta él y quería vivir el viaje con él", añade, por su parte, Susana Abaitua. "Igual. El lenguaje que tiene tan de cine de los 90, como dice Hugo. A mí me encanta esta cosa de acción tan antigua, es muy difícil que te lleguen proyectos así y veía que me lo iba a pasar teta. Que lo iba a disfrutar muchísimo", sentencia Julián.

Hugo Silva y Julián Villagrán en 'Desmontando a Lucía'.

Todo depende del punto de vista

Utrera ha sido de gran ayuda para que Susana Ubaitua entendiera su personaje, por ejemplo. Sobre todo teniendo en cuenta el orden que sigue la historia, con los personajes de la actriz principal y el de Hugo Silva viviendo sus realidades tanto en directo como en sus sueños.

Pero tanto el director como los actores han respondido a la pregunta de quién es el villano de Desmontando a Lucía con ideas diferentes. Si bien Utrera decía que era a gusto del espectador, los protagonistas lo tenían más claro -ninguna de las opciones se dirá para evitar los spoilers-. Lo que demuestra la idea del director, que puebla todo el filme, de que "depende del punto de vista".