Todas las hipótesis permanecen abiertas alrededor de la muerte de Gene Hackman y Betsy Arakawa. El actor, de 95 años, y su mujer, de 63, fueron hallados este miércoles en su residencia de Santa Fe, Nuevo México por dos trabajadores que realizaban labores de mantenimiento en la propiedad. Todavía se desconoce la causa de la muerte, pero han ido trascendiendo detalles de las circunstancias en que fueron hallados ambos cuerpos.

Según informan medios locales, a las 13:43 horas del miércoles, el servicio de emergencias de Santa Fe recibió una llamada alertando del hallazgo de los cadáveres de Hackman y Arakawa. La llamada fue realizada por Roland Lowe Begay, uno de los trabajadores que acudía regularmente a la finca para realizar labores de mantenimiento. La última vez que tuvo contacto con los fallecidos fue hace dos semanas. Lo cierto es que el estado de los cuerpos sugiere que llevaban varios días muertos.

En descomposición y "momificados"

Cuando dos agentes de la oficina del sheriff acudieron al lugar, encontraron la puerta principal entreabierta, sin signos de que la cerradura hubiera sido forzada. Inmediatamente, en un cuarto de baño situado a la izquierda de la entrada, los agentes hallaron el cuerpo de Betsy Arakawa tendido en el suelo sobre su costado derecho, con "signos evidentes de muerte, descomposición corporal, hinchazón en la cara y momificación en ambas manos y pies". También un frasco de píldoras esparcidas sobre la encimera del lavabo. A pocos metros, dentro de un armario, hallaron un perro muerto. Otro animal sano merodeaba por el interior de la vivienda, y otro más se encontraba fuera de la vivienda.

Fue en la zona de la cocina donde encontraron el cuerpo de Gene Hackman. Presentaba signos de muerte y descomposición equivalentes a los de su esposa, y yacía en una posición que sugiere un desplome repentino, con un bastón y unas gafas de sol cerca de su cuerpo.

Ninguno de los dos cuerpos presentaba signos de traumatismo por objeto contundente. Todo en la residencia estaba aparentemente en orden, y el resto de edificios de la finca estaban cerrados con llave. Asimismo, el departamento de bomberos de Santa Fe ha descartado por el momento signos de envenenamiento o intoxicación por monóxido de carbono. Pero las circunstancias son "lo suficientemente sospechosas", según el juez de guardia, para iniciar una investigación.