“Nuestra casa está ardiendo. Nuestra casa se desmorona. El futuro está en vuestras manos. Actuad antes de que sea demasiado tarde. Despertad, por favor, y haced los cambios necesarios para afrontar la emergencia climática. Haced caso a los científicos y a los millones de jóvenes que os lo pedimos en las calles. No nos falléis”. La adolescente sueca Greta Thunberg, emocionada, llegó a los corazones de la mayoría de los europarlamentarios con su intervención el pasado 15 de abril. En ese momento había 52 diputados en el grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea. En la próxima legislatura serán 75, un 10% del Parlamento Europeo. Hay una Revolución Verde en marcha.
Avanza lentamente pero esta ola verde va extendiéndose por la Unión Europea, empujada con especial fuerza desde Alemania (20,5%; 21 eurodiputados), Francia (13,4%; 12), Reino Unido (11,8%; 7), Bélgica (dos partidos tres escaños) , Dinamarca (13,2%, 2), Irlanda (11,4%; 2), Finlandia (16%, 2), Austria (14%; 2), Luxemburgo (18,1%, 1) y Países Bajos (10,9%, 3). Aún está pendiente esta revolución verde en el Sur y Este de Europa, siendo muy baja su representación en Grecia (0,8%) o en Estonia (1,8%).
Los dos líderes aspirantes a Spitzenkandidat de los Verdes europeos, la alemana Ska Keller y el holandés Bas Eickout, se referían tras conocerse los resultados del 26-M a la “ola verde que atraviesa Europa”, transformada en “la confianza de los votantes para transformar las políticas verdes en acción”. Lo interpretan como “un mandato de cambio” para que la Comisión tenga en cuenta “nuestro programa de protección climática, justicia social y defensa del estado de Derecho y de la democracia”.
Nos piden un Parlamento fuerte que luche por proteger el clima, la democracia y la justicia social", dijo la 'Spitzenkandidatin' Ska Keller
En su intervención en el debate entre los Spitzenkandidaten (aspirantes a presidentes de la Comisión Europea), Ska Keller (Guben, 1981) fue muy clara en su minuto de oro: “A lo largo y ancho de Europa los jóvenes están saliendo a la calle porque temen por su futuro. Dirigen ese miedo y esa rabia contra los políticos porque dicen que no hacemos lo suficiente. Hemos de actuar porque hay esperanza para tener un futuro mejor. Nos piden cambio y valentía y un Parlamento fuerte que luche por proteger el clima, la democracia y la justicia social no solo con palabras sino también con hechos”.
El efecto Greta ha movilizado a los jóvenes y a sus padres y abuelos. Después de un verano de incendios en Suecia y en vísperas de las elecciones legislativas, el 20 de agosto de 2018 una adolescente llamada Greta Thunberg comenzó a hacer huelga los viernes para llamar la atención de los políticos sobre la emergencia climática. Su caso llamó la atención por la celebración electoral del 8 de septiembre en un país donde los nacionalpopulistas Demócratas Suecos estaban en ascenso. Finalmente su empuje fue relevante pero los socialdemócratas se mantuvieron en el gobierno, un gabinete con cinco ministros verdes. Greta siguió su batalla más allá de los viernes y de Suecia.
Monica Frassoni, copresidenta del Partido Verde Europeo, explica cómo desde el verano pasado confluyeron varias circunstancias que hicieron que la conciencia sobre el cambio climático fuera a más, especialmente en los países donde había un partido verde que transformaba esa inquietud en alternativas creíbles.
“La sensibilidad por la crisis climática se ha ido construyendo y abonó en terreno fértil. Los incendios impactaron y el llamamiento de Greta, que siempre recurre a los científicos. Justo en octubre se conoció el informe del ICPP (Panel del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático), al que siempre se refiere. El ICPP nos alerta de que si no actuamos antes de 2030 para invertir la tendencia en los cambios climáticos los efectos serán irreversibles. Todo se unió y los medios empezaron a hablar de la ola verde cuando se conocieron los éxitos electorales en Baviera y en Hesse. Es una ola europea. Nuestra batalla es supranacional”, explica a El Independiente Monica Frassoni, italiana nacida en Veracruz.
Hay que estar en las instituciones, ya que lo que proponemos es un cambio de modelo de sociedad", afirma Monica Frassoni, copresidenta de los Verdes europeos
“Greta es una persona que llegó con el mensaje adecuado, en el lugar ideal y en el tiempo correcto. Si hubiera sido de otro país, no habría tenido tanto impacto”, añade Frassoni, que destaca cómo el movimiento de los jóvenes insta a los políticos a actuar y para ello “hay que estar en las instituciones, ya que lo que proponemos es un cambio de modelo de sociedad”.
Según Frassoni, el éxito actual se explica por varias razones, entre ellas “por la cohesión de la familia verde europea”, que se ampara “en una base de partidos que llevan trabajando mucho tiempo con organización, liderazgo y propuestas creíbles”.
Aún queda mucho por hacer, en países como el suyo, Italia, por ejemplo, pero la Revolución está en marcha. Curiosamente en Italia es donde la manifestación del 15 de marzo fue más concurrida, aunque ninguna fuerza política ha canalizado esa inquietud de los jóvenes en las recientes elecciones europeas, donde la Liga de Matteo Salvini fue la fuerza más votada con un 34,3% de los votos y 28 eurodiputados.
Alemania, en vanguardia
Los alemanes son los europeos que en estos cruciales momentos confían más en los Verdes, tal y como se ha comprobado en las elecciones europeas. Han sido la segunda fuerza política, por detrás de la CDU/CSU de Angela Merkel, con un 20,5% de los votos y 21 eurodiputados. Su mejor resultado histórico. Por primera vez en un sondeo figuraban el domingo pasado como el partido más votado, por encima de la Unión.
Llevan 40 años en la brecha y han sido parte de la coalición de gobierno federal con el ministro de Exteriores, Joschka Fischer, como vicecanciller junto al canciller socialdemócrata Gerhard Schröder, entre 1998 y 2005. Estuvieron a punto de pactar con liberales y la Unión para formar gobierno después de las elecciones generales de 2017. Han renovado su liderazgo hace más de un año y están encabezados por Annalena Baerbock y Robert Habeck.
Los buenos augurios comenzaron en octubre de 2018 cuando Baviera, tradicional bastión de los socialcristianos, donde lograron un 17,7% de los votos, y quedaron en segundo lugar, con un mensaje esperanzador y europeísta. En Hesse, a finales de octubre pasado, también quedaron segundos, empatados con los socialdemócratas. En las elecciones europeas uno de cada cinco alemanes votó por los Verdes. Entre los jóvenes entre 18 y 35 años los Verdes son el partido más votado.
Los socialdemócratas van a la baja y ese espacio político lo están ocupando los ecopacifistas, si bien en Alemania chocan con el muro del Este, donde su mensaje no cala.
Ha aumentado la preocupación por el cambio climático y los Verdes son quienes mejor dominan el tema", señala Héctor Sánchez Margalef
“En términos europeos el éxito de los Verdes se explica porque ha aumentado la preocupación por el cambio climático, según lo refleja el eurobarómetro y el European Social Survey. Las manifestaciones de los jóvenes han visibilizado esa preocupación y los Verdes son quienes mejor dominan el tema. Llevan ya tiempo hablando del New Green Deal (gran programa de inversiones basado en la economía sostenible). A ello se une el hartazgo con la vieja clase política, socialdemócratas y populares”, señala Héctor Sánchez Margalef, investigador en el CIDOB.
Opción clara frente a los populistas
Los Verdes han lanzado su mensaje de cambio social vinculado a la emergencia climática justo a la vez que emergen en Europa las fuerzas nacionalpopulistas. La reacción frente al nacionalpopulismo de los partidos tradicionales ha sido apelar al miedo. O nosotros o vendrán ellos y arrasarán con las libertades. Los Verdes van más allá. Hemos de buscar consensos para que haya un futuro. Hay formas de lograrlo.
“Los Verdes no han usado el discurso del miedo, sino que son relativamente optimistas. No se presentan contra el muro de contención contra la extrema derecha, como los socialdemócratas, sino que son una opción en sí mismos. Ese discurso que mira al futuro ha calado entre los jóvenes”, afirma Sánchez Margalef.
Los Verdes europeos llevan años poniendo en práctica un mensaje claro a favor de la igualdad de hombres y mujeres. Sobre el liderazgo, son renovadores. En la cabeza de su representación, suele haber dos colíderes, mujer y hombre. Huyen de los personalismos.
No recurren al discurso del miedo frente a los nacionalistas sino que se presentan como opción de futuro", afirma Sánchez Margalef
En Francia han dado la campanada. La pugna entre soberanistas y globalistas, encarnada en Marine Le Pen y el presidente Macron, se ha saldado ligeramente a favor de la ultranacionalista. Y los tercero en la contienda, con un mensaje más allá de izquierdas y derechas, ha sido Europa Ecología-Los Verdes, liderado por Yannick Jadot. Logró el 26-M más de tres millones de votos que se traducen en 12 eurodiputados. “Tienen tradición en Francia y les ha favorecido el descalabro de los socialistas”, señala el investigador del CIDOB.
En el caso del Reino Unido, los resultados de las europeas están pervertidos por el fallido Brexit. Los electores castigaron de forma implacable a los conservadores, y también pero algo menos a los laboristas. Con un 11,8% de los votos, los Verdes lograron siete eurodiputados, más que los tories, pero junto a sus compañeros de otros partidos tendrán que dejar el Parlamento Europeo cuando el Brexit sea Brexit de verdad.
España, en retaguardia
La percepción sobre la emergencia climática es en España muy baja. Lo explica con pesar el líder de Equo, el diputado en el Parlamento español Juantxo López de Uralde. En términos comparativos, mientras en Suecia o Países Bajos cerca de un 40% considera la crisis climática una de sus dos principales preocupaciones, en España, está por debajo del 5%, según datos del Eurobarómetro.
Muchos españoles ignoran que la Península Ibérica será el lugar más afectado de Europa por la devastación de la crisis climática si no se aplican medidas urgentes.
En España Equo (proviene de ecología y equidad), creado en 2010, es el referente para los partidos verdes europeos. En 2011 consiguieron 300.000 votos pero el sistema electoral español impidió que tuvieran representación parlamentaria. En 2015 decidieron concurrir a las elecciones con Podemos. López de Uralde defiende que sigue creyendo que es la “decisión correcta”. Hay quienes consideran que en Unidas Podemos quedan invisibilizados.
La estrategia de PACMA ha sido presentarse en solitario y no han logrado representación. Si no estás en las instituciones, no puedes cambiar nada", dice López de Uralde
“La estrategia de PACMA (animalistas) ha sido presentarse en solitario y no han logrado representación en las instituciones. Si no estás en las instituciones, no puedes cambiar nada”, señala el diputado, que esta semana se ha entrevistado con el Rey en las conversaciones mantenidas en Zarzuela con todos los partidos políticos encaminadas a la formación de gobierno.
“Después de las elecciones en España hemos retrocedido. Había cierto consenso sobre la ley del cambio climático pero ahora parece que hay menos interés. Juré el cargo por el planeta y hubo risas”, señala López de Uralde, quien fue director ejecutivo de Greenpeace. Pidió al Rey que abanderara el mensaje de preocupación por el cambio climático en las instituciones dentro y fuera de España.
En el Parlamento europeo Equo no tiene representación y el único eurodiputado español en el Partido Verde en la próxima legislatura es Ernest Urtasun de Iniciativa per Catalunya Verds.
Para López de Uralde, las manifestaciones de los jóvenes, conocidas como Fridaysforfuture, “son muy esperanzadoras. El mensaje es claro: nos dicen que estamos dejando el planeta destrozado y que actuemos. Está por ver si eso conduce a que crezcan los partidos verdes o que se haga más transversal la agenda verde”.
En España el movimiento empezó en enero en Gerona. En Madrid y Barcelona el 15 de marzo hubo unas 20.000 personas en total y en todo el país cerca de 50.000. Las concentraciones siguen adelante y está prevista una huelga global por el clima el 27 de septiembre. Hay también grupos anexos como Madres por el futuro, profesores por el futuro, que se han puesto manos a la obra.
"O cambiamos de sistema, o cambiamos de planeta", tararean los jóvenes del movimiento @FridayForMadrid a escasos metros de las puertas del Congreso en Madrid. 🌎🌿#FridaysForFuture @GretaThunberg #fridays4future @MadresXelClima pic.twitter.com/J80zR7ocgV
— EFEverde (@EFEverde) June 7, 2019
José Ferreras, de 22 años, estudia ingeniería informática y participa en Fridaysforfuture desde su arranque en Madrid. Admira a Greta Thunberg por haber trasladado el mensaje sobre la alerta climática con tanta fuerza, pero subraya que el movimiento verde trasciende los personalismos. Defiende la labor de Equo, pero es de los que cree que se diluye su energía ecologista al estar integrado en Unidas Podemos. Coincide con López de Uralde en que hay que estar presente en las instituciones y exigir cambios reales.
“Sea cual sea el próximo gobierno en España, exigimos que ponga en práctica medidas urgentes sobre el cambio climático. Está en juego nuestro futuro. Hemos venido para quedarnos”, concluye el estudiante.
Liderazgo europeo
Los Verdes están más presentes que nunca antes en el Parlamento Europeo. Son la cuarta fuerza política con el 10% de los escaños. Están lejos de la mayoría, pero su voz se ha escuchado y aún se escuchará más en los próximos cinco años.
“Habrá un reverdecimiento de las políticas europeas. El mundo necesita que Europa lidere la lucha por el medio ambiente. No lo va a hacer Trump, ni China tampoco”, apunta López de Uralde.
La copresidenta de los Verdes europeos, Monica Frassoni, es realista. Sabe que aún queda mucho camino por recorrer, pero la transformación está en marcha.
“No somos indispensables pero sería absurdo tenernos fuera. En el Parlamento Europeo las mayorías no son fijas y en esta legislatura serán cambiantes. Nos proponemos acelerar todas las medidas sobre el cambio climático, avanzar en eficiencia energética, remodelar el presupuesto y hacer que el Parlamento sea el centro de la iniciativa. Para lograr cambios sería necesario acabar con la unanimidad. Hay mucho por hacer”, explica Frassoni.
Hay que contagiar de la agenda ecológica al Sur porque estamos ante una transformación social y económica que nos concierne a todos", dice Frassoni
Considera una asignatura pendiente “contagiar de la agencia ecológica a los países del Sur porque el cambio climático supone una transformación social y económica que nos concierne a todos”.
Hay limitaciones en la capacidad de acción de los Verdes. Están en gobiernos como el sueco o el finlandés, donde Pekka Haavisto es el nuevo ministro de Exteriores, o en Austria el presidente, Alexander van der Ballen, es ecopacifista, pero es el primer ministro quien lleva la batuta. Aún no hay ningún jefe de gobierno de un partido verde en la UE, es decir, no tienen representación en el Consejo Europeo. Sería deseable que su relevancia como cuarta fuerza parlamentaria se reflejara en el reparto de puestos clave en la próxima legislatura.
“Su influencia se verá en la tribuna como altavoz para incidir en la agenda política de los gobiernos y de la Comisión. Serán la voz de la preocupación de Europa por el cambio climático. Como son eurodiputados experimentados, van a intentar presidir comisiones y ser rapporteurs de informes cruciales”, explica Sánchez Margalef, del CIDOB.
Somos los que sabemos que economía y medio ambiente van de la mano, así la economía será sostenible y beneficiará a todos", afirma Ska Keller
Mientras los nacionalistas miran al pasado con nostalgia, al presente con odio al otro y al futuro con miedo a perder, los Verdes nos colocan un espejo enfrente para que tomemos conciencia. Estamos en un punto de inflexión, no porque lo digan ellos, sino porque lo han comprobado los científicos. Y son quienes nos señalan el camino, un camino que solo se puede emprender si somos conscientes de lo que está en juego.
“No hay planeta B. Necesitamos cuidar del planeta que tenemos y parar la destrucción de la naturaleza. Hay quienes nos dicen: dejad de hablar del clima, es la economía lo que importa. No se enteran de nada. La economía no va a ninguna parte contra el clima y el medio ambiente. Somos los que sabemos que economía y naturaleza han de ir de la mano, así la economía será sostenible y beneficiará a todos. De ahí vienen los empleos”. Ska Keller es la más joven aspirante a presidenta de la Comisión. No será la elegida. Pero seguirá trabajando para que este mensaje se transforme en acción antes de que un auténtico tsunami nos haga desaparecer.
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