Internacional

Tusk amenaza con represalias si EEUU impone aranceles a Francia: "La UE responderá"

El presidente del Consejo Europeo ha asegurado además que Rusia no se reincorporará al grupo del G-7 tras ser expulsada por hacerse con el control de Crimea

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk | EFE

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha dado comienzo a la cumbre del G7 que se celebra en la ciudad francesa de Biarritz con una doble reprimenda a Estados Unidos, al que ha advertido de que se encontrará con una represalia de la UE si decide imponer aranceles al vino francés, y a Rusia, a la que ha asegurado que no se reincorporará al grupo del que fue expulsada por hacerse con el control de la península de Crimea, que el bloque europeo considera territorio ucraniano.

"Bajo ningún concepto vamos a invitar de nuevo a Rusia al G7", ha zanjado Tusk en su rueda de prensa inicial, que ha coincidido justo con el aterrizaje del avión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien esta semana defendió al presidente ruso, Vladimir Putin, antes de lamentar su ausencia en esta cumbre como antiguo integrante en el entonces G8.

En lo que se refiere a Francia, Tusk ha denunciado que Trump no puede usar los aranceles por motivos políticos tras conocer que el presidente norteamericano podría imponer aranceles al vino francés si Francia hace efectiva su propuesta de gravar con un impuesto adicional (la 'tasa GAFA' o 'tasa Google') a las compañías estadounidenses en su territorio, ante lo que la Unión Europea "responderá del mismo modo" para defender a su país miembro.

De igual modo, Tusk ha avisado de que "no facilitará" a Reino Unido que pueda abandonar la Unión Europea sin acuerdo previo, en un mensaje dirigido al primer ministro británico, Boris Johnson, también presente en la cumbre. "Espero que no quiera pasar a la historia como 'Don Sin Acuerdo'", ha declarado.

Tusk ha descrito esta cumbre -en la que se abordarán también cuestiones como el medio ambiente, con el incendio del Amazonas como tema principal, y la guerra comercial entre Estados Unidos y China- como "una difícil prueba de solidaridad y de unidad tras un año difícil", en el que los líderes de los países más industrializados del mundo han tenido dificultades para encontrar un lenguaje común.

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