El primer ministro de Italia, Guiseppe Conte, ha aprobado un decreto por el que el Gobierno prohíbe las fiestas privadas, limita la asistencia a bodas, bautizos y otras ceremonias, restringe el horario de los bares y recomienda el uso de mascarilla incluso dentro de la propia vivienda cuando se esté con personas que no vivan en ese inmueble, todo ello en el marco de los esfuerzos para frenar la segunda ola de la pandemia de coronavirus.

Según informa la agencia de noticias italiana Adnkronos, el decreto del 'premier' italiano establece que los bares y restaurantes deberán cerrar sus puertas a medianoche y se prohíbe que sirvan comidas y bebidas en terrazas a partir de las 21.00 horas y también el consumo en el exterior desde esa hora.

El decreto presidencial impone la prohibición de celebración de fiestas privadas, ya sea en interior o en el exterior, con más de seis personas y limita a un máximo de 30 personas el aforo en bodas, bautizos y otras celebraciones similares. El nuevo decreto con restricciones para frenar de la pandemia ha sido aprobado por el Gobierno italiano el lunes por la noche tras consultar con representantes de las administraciones regionales y locales.

La medida implica que se cancelan los viajes y excursiones escolares y la suspensión de los deportes de contacto de nivel aficionado. En cuanto a la asistencia a eventos deportivos, el decreto la restringe al 15 por ciento de la capacidad de los estadios, con un límite de 1.000 asistentes para los actos en espacios abiertos y de 200 para los que se celebran en espacios cerrados. Además del aumento de las restricciones, el Gobierno ha decidido también reducir la duración de la cuarentena por coronavirus, que pasa de catorce a diez días.

El Ejecutivo que lidera Conte ha adoptado todas estas medidas en un intento por frenar el alcance de la segunda ola de la pandemia de coronavirus. Italia ha constatado desde el inicio de la pandemia más de 359.000 casos de coronavirus y más de 36.200 muertos, según el último balance de Protección Civil.