El ex presidente francés Nicolas Sarkozy quería pasar a la Historia pero no de esta manera: ese lunes se sienta en el banquillo, acusado de corrupción y tráfico de influencias.
Según la fiscalía, habría ofrecido un puesto en el Consejo de Estado de Mónaco al entonces abogado general ante el Supremo Gilbert Zaibert a cambio de no hacer públicas sus agendas personales en relación con otro caso judicial. Sarkozy se declara inocente.
La pena, de ser declarado culpable, puede llegar hasta los diez años de cárcel y una multa de un millón de euros. Es la primera vez que un ex presidente se sentará en el banquillo, ya que el fallecidos Jacques Chirac, que fue juzgado y condenado en 2011 por el caso de los empleos ficticios de la alcaldía de París, evitó comparecer ante el tribunal alegando su frágil estado de salud.
Las promesas de Paul Bismouth
La investigación sobre la presunta financiación ilegal de la campaña electoral de 2007, cuando Sarkozy compitió por la Presidencia en 2007, desveló unas escuchas telefónicas en las que el líder conservador francés habría ofrecido el puesto en el Consejo de Estado de Mónaco a Azibert. Detrás de la financiación ilegal de la campaña estaba el régimen libio de Muamar Gadafi.
También está implicado el abogado de Sarkozy, Thierry Herzog, con quien habría tentado al Azibert. Herzog y Sarkozy pretendía que Azibert les ayudara a conocer el estado de la investigación por el caso de financiación ilegal por parte de la mulitmillonaria Liliane Bettencourt, del grupo cosmético L'Oreal.
En el seguimiento de sus conversaciones telefónicas se descubrió que tenía una segunda línea bajo el nombre de Paul Bismouth. "Le ayudaré, le haré prosperar", habría dicho Bismouth (Sarkozy) al magistrado. Al parecer, alguien avisó a Sarkozy y su abogado y por ello no siguieron adelante con sus planes.
'Sarko' habla de 'complot político'
Sarkozy, abogado de formación, argumenta que Azibert nunca logró sentarse en el Consejo de Estado de Mónaco, pero la ley francesa es clara: la oferta ya bastaría para condenarle. El ex presidente se presenta como víctima de un "complot político". Sarkozy, de 65 años, se retiró de la política hace cuatro años.
El magistrado Gilbert Azibert, de 74 años, no estará presente en el tribunal debido al riesgo de contagio de coronavirus. La audiencia se suspenderá probablemente hasta que presente un informe médico. En principio está previsto que el juicio termine el 10 de diciembre, pero puede retrasarse.
Sarkozy fue presidente de Francia entre 2007 y 2012. Durante su mandato contrajo matrimonio con la cantante y actriz Carla Bruni, lo que acaparó la atención de las revistas del corazón de todo el mundo.
El conocido como Sarko tiene otros dos casos pendientes con la justicia: la presunta financiación ilegal del régimen libio de la campaña de 2007. Y otro sobre la campaña de 2012, en la que perdió frente al socialista François Hollande.
A Sarkozy le defiende una celebridad: el abogado Hervé Temime, que ha representado a actores como Roman Polanski o Gérard Depardieu y a empresarios como Alain Affelou o al ex presidente del Olympique de Marsella Bernard Tapie.
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