Si comparáramos el encuentro del viernes entre Serguei Lavrov y Josep Borrell, con una partida de ajedrez, diríamos que el jefe de la diplomacia rusa dio un jaque mate al europeo sin piedad. Los dos veteranos llegaron a la partida con una preparación muy diferente.
Lavrov iba a la ofensiva y se había estudiado a su contrincante a fondo: conocía sus puntos débiles. Y uno de ellos, a ojos de Rusia, es ser español y haber sido firme en su crítica a los independentistas catalanes. Para el Kremlin son unos políticos presos por decisión de los tribunales españoles, igual a sus ojos, que Navalni es un político que está en la cárcel por una condena judicial.
El jefe de la diplomacia rusa sabe que los independentistas catalanes están haciendo campaña ahora en Cataluña y que el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont se sienta en el Parlamento Europeo, pero era consciente de que en territorio ruso Borrell no iba a enzarzarse en una pelea verbal con él. Le tenía en su terreno y lo aprovechó.
Más tarde, la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, puso a Rusia en su sitio al recordar al Kremlin cómo los políticos catalanes están en campaña, mientras Navalni está entre rejas, y cómo España está en el puesto 23 de las democracias plenas y Rusia en el 124.
La portavoz del Kremlin, María Zajarova, recurrió a la ironía en su Facebook para señalar que cuando Laya dice que en España "no hay presos políticos sino políticos presos" es "propaganda occidental avanzada nivel acrobático". No deja de ser curiosa esa alusión a la propaganda.
Este lunes Zajarova ha vuelto al ataque al señalar: "Ahora tengo un nuevo ídolo democrático. Esta vez es una mujer. La ministra de Exteriores de España, Arancha González Laya".
Desde la embajada rusa en España también lanzaron un tuit en el que con tono jocoso aludían al encontronazo de Borrell en Moscú y venían a decir: Tranquilidad, que no ha sido para tanto, pero lecciones, ninguna.
Borrell pecó de exceso de confianza en Moscú. En su comparecencia ante el Parlamento Europeo este martes ha tratado de enmendar el entuerto. Unos 80 eurodiputados, del PPE, Conservadores y Reformistas y Renew Europe, han pedido su renuncia, si bien la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, le ha respaldado.
Ante los eurodiputados, al final de su intervención en español, se ha escudado en la necesidad de mantener un encuentro cara a cara con Lavrov para decirle directamente que tenían que liberar a Navalni. Lavrov le contestó en los mismos términos: es como si él le solicitara que excarcelaran a los condenados por el procés. Rusia elegía de nuevo el separatismo catalán para mostrar un punto débil de España, y por ende, de la Unión Europea.
La tesis de Moscú, expuesta por Zajarova, es que Borrell pretendía organizar "una fustigación pública" de Rusia. "La tarea de Borrell consistió en montar una flagelación pública, que estaba minuciosamente preparada. Hablar sobre las manifestaciones y los periodistas, convirtiendo a Navalni en el tema clave. Pero no le resultó. ¿Por qué? Probablemente porque la parte rusa propuso debatir problemas reales", dijo Zajarova, quien se ha encargado de seguir armando esta estrategia contra la Unión Europea, por atreverse a mencionar los derechos humanos en Rusia, y contra España, en particular.
Ataque contra España sin costes
"El hecho de que aprovechen la circunstancia de que Borrell es español para aludir a cuestiones que pueden dañar a España muestra el poco respeto y consideración que tienen a nuestro país. Ven una herida y la explotan porque ven que arremeter contra España no tiene costes para ellos. España no puede hacerles daño de ninguna manera", explica Nicolás de Pedro, responsable de investigación en el Institute for Statecraft.
El gobierno ruso se alimenta de cualquier elemento de debilidad que pueda explotar. Nos ven particularmente débiles"
nicolás de pedro
"El gobierno ruso se alimenta de cualquier elemento de debilidad que pueda explotar y como no perciben riesgos, actúan. Es mala señal para España. Nos ven como particularmente débiles. Con otros países tendrían más cuidado", añade De Pedro. "Los rusos saben que pueden atacar despiadadamente a Borrell y al día siguiente Alemania dirá que no hay que mezclarlo el gasoducto Nord Stream 2. Siguen manejando su agenda".
Sin embargo, Rusia sí puede hacer daño a la imagen de España, sobre todo si pone el dedo en la llaga del separatismo. No es que Rusia esté a favor de los movimientos separatistas, al contrario, sobre todo si se trata de separatismos en su territorio. Pero sí que sabe que es un talón de Aquiles en España, y también en la Unión Europea. Los separatistas presumen de ese apoyo ruso, y obvian el carácter autoritario del régimen del Kremlin.
"Referirse a España es perfecto para ellos en este momento. Otro día será otra cosa. Ahora han utilizado el tema de Cataluña con Borrell. Lo utilizan en un sentido y en otro. No pueden presumir de estado democrático. En otros momentos, critican a Soros por apoyar el separatismo catalán. Les sirve para una cosa y su contrario", señala Carmen Claudín, investigadora senior especializada en Rusia y espacio postsoviético en el CIDOB.
Los rusos saben utilizar con maestría las grietas o en su beneficio. Las magnifican. Son grandes profesionales para servir a sus intereses"
carmen claudín
Claudín apunta que "es un interés coyuntural, ahora le ha tocado a España y mañana a otro país. Pero España se lo está poniendo en bandeja". Gran conocedora de Rusia, Claudín explica que "los rusos saben utilizar con maestría las grietas y debilidades o divisiones en su beneficio. Las magnifican. Son grandes profesionales para servir a sus intereses. A ellos no les importa la ideología".
Para entender la reacción de Lavrov, hay que tener en cuenta que desde que los dirigentes rusos están convencidos de lo que hacen, "y proyectan esa lógica a los demás. Creen que la UE quiere ampliar su zona de influencia. No creen que la UE quiera ayudar a crear un Estado democrático en Ucrania. Creen que lo hacen para arrebatárselo". El Kremlin considera el espacio postsoviético su espacio de influencia.
Pablo Iglesias hace las delicias de Moscú
Con esa tensión entre Lavrov y Borrell como telón de fondo, con la imagen de España, y de la UE en entredicho, un miembro del gobierno español hace unas declaraciones que han vuelto a dar otra ocasión de jaque a Moscú.
En una entrevista en Ara, Pablo Iglesias ha dicho que "España está lejos de tener una situación normal en asuntos democráticos cuando los líderes de dos partidos democráticos uno está en la cárcel y otro en Bruselas". Los medios rusos difundieron estas palabras con gran interés. Es insólito en la Unión Europea que un vicepresidente de un gobierno critique a su país por déficit democrático.
Y Zajarova volvió a cargar contra España. La portavoz ha dicho que el Kremlin se pregunta a qué ministro de Sánchez ha de creer: a Laya que defiende a España como paradigma democrático o a Iglesias que considera que tiene déficits. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, no ha llamado al orden a su vicepresidente segundo. Y la portavoz del gobierno se ha referido a la campaña electoral catalana para explicar las palabras de Iglesias.
"España les ha ofrecido en bandeja esta división. Esta situación refleja la vulnerabilidad de España. Laya e Iglesias tienen diferentes opiniones. No existe coordinación dentro del gobierno sobre asuntos tan importantes. Y pone en bandeja a Rusia aprovecharse de las vulnerabilidad internas de España", sostiene Mira Milosevich-Juaristi, investigadora principal del Real Instituto Elcano.
Rusia llama la atención a toda la UE sobre lo que ocurre en España. Es un desgaste de la imagen de España y de Borrell"
mira milosevich-juaristi
"Rusia recurre a estas maniobras de distracción. Llama la atención a toda la UE sobre lo que ocurre en España. La situación en España es grave. Es un desgaste de la imagen de España y de Borrell. Es un desgaste para la UE porque envía a su representante y él no reacciona ahí rápidamente. No defendió a España ni a la UE", añade Milosevic-Juaristi.
Rusia percibe débil no solo a España, también a la Unión Europea. "La UE no tiene una estrategia común para Rusia. De eso Rusia se aprovecha. Con poner a un país en ridículo es suficiente para Rusia. La UE no debe dejar de insistir los derechos humanos pero ha de estar mejor preparada para defender lo que predican. Para defender la Idealpolitik (defensa de los derechos humanos) hay que tener en cuenta la Realpolitik", apunta la investigadora del Real Instituto Elcano.
Finalmente, Borrell, con una intervención en español, ha salido de su intervención en el Parlamento Europeo mejor que entró. Ha esgrimido el argumento de la necesidad de exponer cara a cara a Lavrov la demanda de la UE de liberación de Navalni.
"Por ser optimista, si esto sirve para que a todo el mundo le quede claro que la relación constructiva no es posible, y adoptar una relación más asertiva, bienvenido sea lo que ha pasado", concluye Nicolás de Pedro.
El Kremlin sabe que tiene dos armas importantes: la energía, y ahora la vacuna Sputnik, que va a ser su baza en el juego geopolítico. Además, mientras la UE y EEUU no coordinen sus acciones, y la UE a su vez esté dividida, cuenta con muchas partidas de ventaja.
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