Cada minuto, 22 niñas se casan en el mundo antes de cumplir los 18 años. Después de años de progresos, en los que se ha logrado reducir la tasa de matrimonios infantiles en un 4% con respecto a hace 10 años y se calcula que se han evitado 25 millones de uniones de este tipo, la pandemia de Covid-19 ha agravado la situación. En 2020, las proyecciones de matrimonios de niñas hasta 2030 han crecido en 10 millones, según alertan organizaciones como Unicef y World Vision, por lo que pasan de 100 a 110 millones.
World Vision señala en su reciente informe Rompiendo la cadena: empoderando a las niñas y las comunidades para terminar los matrimonios infantiles durante el Covid-19 y más allá que ya están viendo esta "oleada". Entre marzo y diciembre del pasado año, los partes de uniones infantiles en las comunidades en las que trabajan, en países como Afganistán, Bangladesh, Senegal y Uganda, se han duplicado con respecto al mismo periodo del año anterior. "Los estudios y nuestra presencia sobre el terreno nos sugieren que este aumento se debe a la pérdida de medios de vida durante la pandemia, el aumento de la pobreza y la falta de acceso a la educación y los servicios de apoyo", expresa para El Independiente Dana Buzducea, líder global de incidencia de World Vision.
Lo que ha ocurrido durante la crisis del Covid-19 no es más que una reproducción de las consecuencias que traen consigo las continuas crisis humanitarias y los conflictos. "Antes del inicio del conflicto sirio, el matrimonio infantil no era una práctica cultural o tradicional común. En 2017, una encuesta de refugiados sirios que viven en el Líbano mostró que aproximadamente el 24% de las niñas se casaron antes de los 18 años. Las estimaciones varían, pero algunas muestran que estas tasas de matrimonio infantil son cuatro veces más altas entre los refugiados sirios hoy que antes de la guerra", señala esta experta.
El aumento de la pobreza ha afectado sin duda al pacto de nuevos matrimonios infantiles, pero no es la única causa. La pandemia mundial trajo también consigo el cierre de escuelas, por lo que el riesgo de matrimonios de menores se dispara. "Las niñas que no tienen educación tienen tres veces más probabilidades de casarse antes de los 18 años que las niñas que asisten a la escuela secundaria o superior", indica Buzducea.
El matrimonio precoz afecta tanto a niños como a niñas, pero la mayoría de los menores afectados son mujeres: 650 millones de niñas frente a 115 millones de niños, según Unicef. "Las familias que luchan económicamente a menudo ven el 'valor' del matrimonio de su hija como una forma de aliviar problemas financieros. En algunas culturas, el precio de la novia podría ser un medio para mantener a otros hijos de la familia", indica el informe de World Vision.
"Empoderar a las mujeres y las niñas como responsables clave de la toma de decisiones y agentes de cambio logra resultados duraderos. Dar voz a las mujeres y las niñas en todos los aspectos de sus vidas y trabajar con los padres, los niños, los líderes comunitarios y religiosos es esencial para poner fin al matrimonio infantil", sostiene la líder global de incidencia de World Vision, que insta a que los gobiernos, donantes y socios contribuyan en mayor medida "para garantizar el cumplimiento de las leyes que protegen a los niños y diseñar una respuesta global sólida para poner fin al matrimonio infantil".
No es un problema exclusivo de países en desarrollo
A pesar de que la mayoría de casos de matrimonios infantiles se dan en África Occidental y Central, donde más de cuatro de cada diez niñas se casaron antes de los 18 años, se acuerdo con datos del Fondo de Población de Naciones Unidas, este tipo de prácticas no se cercan a esas zonas. De hecho, en países desarrollados, como Estados Unidos, Reino Unido e, incluso, España, los menores de 18 años pueden casarse.
En nuestro país, la edad mínima para contraer matrimonio son 16 años, aunque los menores para casarse deben conseguir una dispensa judicial o llevar a cabo un procedimiento para que el menor sea declarado como emancipado. Hasta 2015, con la entrada en vigor de la Ley de Jurisdicción Voluntaria, la edad mínima para casarse pasó de los 14 a los 16 años. En Reino Unido ocurre algo similar. Los mayores de 16 años y menores de 18 necesitan obtener la aprobación de sus padres o tutores legales para casarse, excepto en Escocia, donde no se aplica esta ley.
En Estados Unidos, donde la edad mínima para casarse es de 18 años, la ley permite que los menores se casen con el permiso de un juez y el consentimiento de sus padres, hecho del que Human Rights Watch lleva años alertando. Por su parte, en Canadá se emitieron más de 3.600 certificados de matrimonio a menores de 18 años entre los años 2000 y 2018, principalmente de niñas con hombres, de acuerdo con un estudio que llevó a cabo la Universidad McGill de Montreal.
Dana Buzducea incide en que "en muchos países donde existen leyes para prevenir el matrimonio infantil la práctica continúa, como Bangladesh, donde la práctica está profundamente arraigada en su cultura y es ampliamente aceptada en la sociedad. Las leyes rara vez se aplican y siempre hay excepciones a la regla". "A los niños a menudo se les permite casarse siempre que exista el consentimiento de los padres, independientemente de su edad", asegura.
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