Durante siete años Fawad Ahmad, de 34 años, trabajó con el ejército español en la provincia afgana de Badghis. El vertiginoso avance de los talibanes, que ya han tomado nueve capitales de provincia, le tiene en vilo. “Los talibanes van a degollar a todos los que hemos trabajado con el ejército español”, afirma desde la provincia de Herat, donde trabaja para una ONG noruega.
Fawad Ahmad traducía del dari y el pastún al español. Había estudiado Derecho y su conocimiento de idiomas le dio acceso a este trabajo con las tropas españolas entre 2007 y 2013. “La situación está muy mal. En Badghis entre ayer y hoy ha habido ataques terribles. Todo el mundo ha salido de ahí”, explica Fawad, que sueña con venir a España.
Las tropas españolas estuvieron en Badghis hasta septiembre de 2013. Unos 29.000 soldados españoles participaron en la misión de pacificación durante nueve años. También estuvieron desplegadas en la vecina provincia de Herat en coordinación con otras fuerzas armadas, entre ellas, la italiana. Desde octubre de 2015 quedaba un centenar de españoles.
Tras el anuncio de la retirada de los efectivos de Estados Unidos, que culminará el 11-S o quizá antes, también salieron de Afganistán los últimos soldados españoles. Fue en mayo pasado cuando dejaron Kabul los últimos 24 soldados de nuestro país. Así se terminaba la misión militar española más prolongada en el exterior: 19 años. Cien militares españoles han perdido la vida esta operación, la que más vidas ha costado de todos sus despliegues en el exterior. Entre las víctimas se encuentran los 62 fallecidos en el siniestro del avión Yakovlev-42, que se estrelló en Turquía cuando regresaban del país asiático.
Plan de evacuación del gobierno español
Consciente del peligro que afrontan los afganos que han colaborado con las tropas españolas, el gobierno ultima un plan para evacuar a los colaboradores locales, la mayoría traductores e intérpretes. Serán menos de un centenar.
Colaboran en el plan los Ministerios de Exteriores, Defensa e Interior, que busca la vía de darles un estatus legal en España. "Estamos avanzando lo más rápido posible en el terreno logístico. Siempre con prudencia porque es un tema complejo. No queremos dejar a nadie atrás", señalan fuentes de Exteriores.
A diferencia de Estados Unidos, que cuenta con fuerza aérea sobre el terreno, España depende de vuelos comerciales o de que se organice una salida conjunta con otros países. A Estados Unidos han empezado a llegar los primeros traductores y colaboradores del ejército. A finales de julio llegó un grupo de 200 intérpretes y sus familias. EEUU calcula que facilitará la salida de unos 2.500 afganos que han colaborado con sus tropas.
Después de la salida del grueso de las tropas españolas, se facilitó la salida de una treintena de intérpretes y otros tantos aceptaron ayudas económicas para quedarse en el país. Fue el caso de Fawad Ahmad, que decidió entonces no salir de Afganistán porque su padre estaba enfermo. Pero la situación ahora ha cambiado mucho.
En los últimos diez días los talibanes han realizado avances impensables en Afganistán. Han tomado varias capitales de provincia del norte, incluidas algunas tan simbólicas como Kunduz donde se establecía el contingente alemán. Ya dominan nueve capitales de provincia, incluso alguna como Faizabad que no llegó a estar bajo su dominio ni siquiera en los 90 cuando controlaban el 90% del país.
Y cuando se hacen con una localidad, arrasan con los edificios gubernamentales, matan a los que han colaborado con el gobierno local y someten a las mujeres. En Nimroz han decretado en un edicto que todas las jóvenes solteras han de casarse con talibanes.
Las mujeres son quienes temen más esta ofensiva talibán y son muchas las que buscan salir del país a la desesperada, especialmente quienes han sido profesionales o han denunciado sus abusos, como las periodistas.
Amenazas de muerte a los "traidores"
“Mi familia y yo queremos salir de Afganistán. Creíamos que iba a cambiar la situación en 2014. Nos dio esperanza la presencia extranjera. Ahora vemos cómo van cayendo una tras otra las provincias bajo el control de los talibanes. Nos han llamado traidores por trabajar con el ejército español. Nos han amenazado antes. Si el gobierno español no nos saca de aquí, los talibanes nos van a degollar por haber tratado con ellos”, dice Fawad. “Así no podemos seguir en Afganistán. Pedimos al gobierno español que no nos dejen atrás”.
El ejército español, como parte de la misión internacional para Afganistán al mando de EEUU, tenía por objetivo desalojar a los talibanes que habían dado respaldo a Al Qaeda en su ataque a las Torres Gemelas del 11-S. La retirada empezó realmente con el presidente Barack Obama en 2014, después de apenas 13 años, cuando los más optimistas pedían en la Conferencia de Bonn una presencia militar fuerte de al menos 25 años. Ahora, 20 años después el 11-S, los afganos van a quedar desamparados a merced de los talibanes.
El gobierno español se plantea evacuar a medio centenar de colaboradores afganos que antes no tuvieron opción ni de salir ni de recibir ayuda económica y también a quienes fueron indemnizados, dado que la situación sobre el terreno ha dado un giro de 180 grados.
En una carta de principios de junio, algunos de estos traductores, encabezados por Fawad Ahmad, se dirigían al gobierno español en estos términos: “Somos un grupo de intérpretes y traductores que hemos trabajado con las tropas españolas en Kabul, Herat y Badghis, incluso en distritos muy remotos del país… Hemos ayudado a los militares españoles, algunos hemos recibido balas, hemos sido amenazados… "
Nuestra vida está en peligro... Pedimos al Ministerio de Defensa y al Reino de España que nos rescaten y no nos dejen aquí solos"
carta de 12 intérpretes
“Nuestra vida está en peligro. La mayoría de nosotros hemos recibido llamada telefónica de parte de los insurgentes y nos han llamado ‘traidor de los españoles’ y nos han amenazado de muerte. Ahora vemos que la situación está empeorando y nuestra vida está en peligro. Por eso, pedimos al Ministerio de Defensa y al Reino de España que nos rescaten y no nos dejen aquí solos. Como hemos sufrido amenazas de muerte por cuestiones políticas y religiosas, invocamos que se aplique la concesión el derecho a la protección subsidiaria”, dice la misiva. Fawad nos dice que aún no ha recibido respuesta de la embajada en Kabul.
Fawad quiso quedarse en Afganistán porque tenía esperanza de que su país avanzaría con la ayuda internacional. Sin embargo, ahora ve cómo todo lo conseguido con mucho esfuerzo, y con el coste de muchas vidas, se echa a perder. Los talibanes parecen imparables. La embajada de EEUU en Kabul está preparando la evacuación de su personal, una señal de que ni siquiera la capital afgana parece a salvo.
Estudió español e inglés, además de cursar Derecho en la Universidad. El sueño de Fawad Ahmad era ser embajador de su país en el exterior, en España. Ahora aspira a que pueda ser evacuado a nuestro país. Le gustaría vivir en Barcelona o Valencia. Pero, sobre todo, lo que quiere es seguir adelante con su familia y no verse amenazado en su propio país por haber ayudado en su reconstrucción.
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