El conocido festival de Lollapalooza pudo celebrarse este año a finales de julio a pesar del coronavirus y de la incidencia de la variante Delta en Estados Unidos. La organización del evento exigió a los asistentes mostrar un certificado de vacunación o un test PCR negativo realizado 72 horas antes de la entrada al recinto.

Ahora, dos semanas después de su celebración, se han reportado 203 casos de Covid-19, entre ellos 58 residentes de Chicago, 138 de Illinois y siete residentes fuera del estado, según los datos del Departamento de Salud Pública, aunque no se han registrado muertes ni hospitalizaciones.

A pesar de estas cifras, la comisionada del Departamento de Salud Pública, la doctora Allison Arwady, aseguró que "no hay evidencia en este momento de un evento de supercontagiador", en referencia al Lollapalooza. "La conclusión es que no hemos visto nada que nos haya sorprendido en relación con este brote de Lollapalooza", sostuvo.

El Departamento de Salud calcula que acudieron al festival unas 385.000 personas, de las que el 88% estaba vacunado. "Estimamos que entre los asistentes vacunados de Lollapalooza, al 0,004% se les diagnosticó Covid. Eso es cuatro de cada 10.000 asistentes vacunados, o 127 asistentes", explicó Arwady.

"Entre los asistentes no vacunados, como se esperaba, vimos una tasa más alta de casos de Covid-19, pero aún era baja. Estimamos un 0,0016% o 16 de cada 10.000 asistentes; 76 asistentes no vacunados informaron que dieron positivo, y hasta ayer no teníamos hospitalizaciones ni muertes reportadas. Seguimos haciendo el seguimiento", informó.