El mensaje que reiteran los talibanes desde que han tomado el control de Afganistán es de calma. Con el fin de que la población no tema ser víctima de una venganza generalizada, han declarado una amnistía para todos los funcionarios gubernamentales a quienes ha pedido que vuelvan a sus puestos de trabajo. A su vez, han prometido que no habrá venganzas y que tratarán con respeto a las mujeres.

"Hemos decretado una amnistía para todos... así que deberían retomar su vida diaria con plena confianza", dice un comunicado de los talibanes, según cita Al Arabiya.

Muchos afganos, especialmente las mujeres, están atemorizados y no quieren salir de sus casas. Los portavoces de los talibanes insisten en que no tienen nada contra el pueblo, pero en la memoria de los afganos pesa el recuerdo de cómo gobernaron en los años 90.

El ahora llamado Emirato Islámico de Afganistán ha hecho saber que las mujeres no serán más víctimas, como hasta ahora. "Vamos a garantizar a las mujeres un ambiente adecuado para trabajar y estudiar. Habrá mujeres en las diferentes estructuras del gobierno según la ley islámica y de acuerdo a nuestros valores", ha dicho un portavoz talibán.

La salida de las tropas de EEUU y sus aliados ha desembocado en una rápida ofensiva de los talibanes que se han hecho con el poder sin apenas resistencia. Este fin de semana han conquistado la capital, Kabul. Miles de afganos, atemorizados, se han agolpado en el aeropuerto con intención de huir del país. Fruto del caos han muerto al menos siete personas.

Mientras la mayor parte de los representantes de la comunidad occidental están saliendo de Afganistán, China y Rusia se mantienen en el país. Pakistán también reconocerá el nuevo gobierno.