A Carrie Johnson le fascinan el lujo y el poder. Sus detractores, entre los que se encuentra el ex gurú mediático del primer ministro, Dominic Cummings, la llaman Carrie María Antonieta, por la derrochadora reina de Francia. Lord Ashcroft, una de las mayores fortunas del Reino Unido, donante conservador, publica en marzo First Lady Intrigue at the Court of Carrie and Boris Johnson, una biografía no autorizada de la primera dama británica que ha sacado de quicio al premier. Boris y Carrie Johnson se casaron el 30 de mayo de 2021. Son padres de un niño, Wilfred Lawrie Nicholas, y una bebé de meses, Romy Iris Charlotte.
A Lord Ashcroft la trayectoria de Carrie Johnson, nacida Symonds, le parece "fascinante". Su ambición le habría llevado a ejercer de primer ministro en la sombra, de acuerdo con su biografía. Lo que le duele a este millonario conservador es que Carrie haya impedido que Boris Johnson gobierne Reino Unido "con la eficacia que merecen los votantes". Algunos dirigentes conservadores como Sajid Javid, ministro de Sanidad, han salido en defensa de Carrie Johnson. "En primer lugar, las parejas de los políticos deberían estar fuera de esta comidilla. Es machista esta visión. Es deshonesto, indigno y nada correcto".
Carrie Johnson está en el foco del escándalo del Partygate, que puede costarle a Boris Johnson el puesto de primer ministro. Carrie Johnson, que llegó a ser jefa de gabinete de Boris antes de su llegada a Downing Street, estaría detrás de la marcha de Dominic Cummings, quien fuera artífice de la campaña del Brexit. Cummings está detrás de las principales filtraciones a la prensa británica de las fiestas en pleno confinamiento de las que ha dado parte el informe de Sue Gray y ahora investiga Scotland Yard.
Una de esas fiestas era una celebración por la caída de Cummings, y se celebró en el apartamento de la pareja. Otra fue una sorpresa de Carrie a su marido por su aniversario. De Carrie Lord Aschcroft dice, según testimonios de gente cercana, que es muy divertida y muy sociable. Le encantan las fiestas. Sin embargo, a Boris Johnson, en el pasado, le costaba más socializar.
El pasado domingo el Daily Mirror aseguraba que había una foto de Boris Johnson con una lata de cerveza en su cumpleaños en manos de Scotland Yard. Este miércoles este mismo diario se difundía una imagen de otra celebración en la que Boris Johnson está en primer plano en la que hay una botella de champán. Es decir, no es una reunión de trabajo. Cuando se conozca el informe de Scotland Yard, es previsible que haya un aluvión de cartas al Comité 1922. Con 54 se inicia un proceso de moción de no confianza.
Dada la dimensión del escándalo del Partygate, todo lo que rodea a Boris Johnson y su corte despierta el interés de los medios anglosajones. Por ello, la biografía de Carrie a manos de Lord Ashcroft, autor de Call Me Dave, sobre el que fuera primer ministro conservador David Cameron, es de las más esperadas de la temporada. En el Mail on Sunday Lord Ashcroft ha publicado ya un anticipo.
Familia de periodistas
Antes de evocar lo que cuenta Lord Ashcroft ubiquemos a Carrie Johnson. Nacida el 17 de marzo de 1988 en Londres, se educó en colegios de élite como Godolphin y Latymer, y luego se graduó en Historia del Arte y Artes Escéncias en la Universidad de Warwick. Su abuelo paterno, John Beavan, fue editor y diputado laborista. Su padre, Matthew Symonds, fundó The Independent. En la redacción de este medio de izquierdas trabajaba su madre, Josephine McAffe.
Quería ser actriz pero al ver que no triunfaba se dedicó a la trastienda de la política. Primero empezó con el conservador Zac Goldsmith, un millonario ecologista, hermano de Jasmin Goldsmith, que estuvo casada con Imran Khan, actual primer ministro de Pakistán.
Con Goldsmith le unía la pasión por el medio ambiente y el euroescepticismo. Resulta curioso que, según relata Lord Ashcroft, fuera en la campaña por el Leave, en junio de 2016, cuando los destinos de Boris Johnson y Carrie Symonds se cruzaron, aunque aún no empezaron a salir. Carrie Symonds trabajaba entonces con John Whittingdale en el Departamento de Cultura, Medios y Deporte. Años más tarde, el propio Boris Johnson reconoció que la campaña del Leave le cambió su vida profesional y política.
Aún así, según Lord Ashcroft, en otoño de 2017, Carrie Symonds, que había trabajado en una sustitución con Sajiv Sajid, entonces ministro de Vivienda, su gran defensor ahora, estaba en un momento convulso vital y profesional. Rompió con su novio periodista y empezó a salir con un diputado conservador casado. No era Boris Johnson, pero según varios allegados consultados por el autor de la biografía Carrie Symonds mostraba un sospechoso interés en el entonces ministro de Exteriores.
Juntos hacia Downing Street
Intentó trabajar para Boris Johnson pero no lo logró hasta finales de 2017 cuando entró como jefa de gabinete. El nombramiento sorprendió mucho porque era un puesto que estaba muy por encima de su perfil profesional. Algunos de sus colegas destacan que era una persona muy sociable, resolutiva pero sin experiencia en gestión política real. Luego se dieron cuenta de que Carrie y Boris ya tenían una relación amorosa. No se hizo evidente o más seria hasta la primavera de 2018.
Al enterarse de esta nueva infidelidad, Marina, su esposa durante 17 años, no pudo más. Esta vez sí que decidió romper el matrimonio. Y Boris no es hombre de estar solo así que se echó en brazos de Carrie, con la que se lleva 24 años. En diciembre de 2018 Boris Johnson se trasladaba al apartamento de Carrie en Camberwell, al sur de Londres.
De esta forma, Carrie Symonds se convirtió en la mujer que acompañó a Boris Johnson en su camino a Downing Street, cuando compitió por el liderazgo tory tras forzar la dimisión de Theresa May. El 12 de junio de 2019 aún no habían aparecido en público en un acto oficial. Incluso se dijo que estuvieron a punto de romper su relación nueve meses antes. Desde entonces está en el foco. Brilló especialmente en la cumbre del G7, en junio de 2021, cuando compartió paseo playero con la esposa de Joe Biden, Jill.
Y, según Lord Ashcroft, desde el principio es quien mueve los hilos para apartar del camino de Boris Johnson a quienes no eran de su gusto y promover a sus amigos. Cita cómo en abril de 2019 Johnson pidió a James Wharton que fuera su jefe de gabinete pero se retractó al saber que a Carrie no le convencía. Promovió a su amiga Allegra Stratton a portavoz de Downing Street y descartó a otras asesoras como Ellie Lyons, tan inteligente como atractiva. Una combinación letal para Carrie, según Lord Ashcroft.
También relata Lord Ashcroft cómo Carrie suele usar el móvil del primer ministro para dar órdenes a su equipo. "El problema es que quiere controlarlo todo pero no trabaja ahí. A veces Boris Johnson llama desde casa para cambiar lo que hemos acordado después de hablarlo con ella".
Quienes la defienden, como Wittingdale, señalan que es lógico que Boris Johnson escuche a su pareja, que es una persona con experiencia en medios y en política. Otros antecesores suyos, como la esposa de David Cameron o el esposo de Theresa May, no tenían ningún interés en política.
Para la diputada tory Tracey Crouch este retrato de Carrie Johnson como una Lady Macbeth es "sexista y no deja en buen lugar a Boris".
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