Estados Unidos prohibirá la importación de marisco, vodka y diamantes rusos como nueva medida sancionadora por la invasión de Ucrania.

Así lo anunció este viernes el presidente de EEUU, Joe Biden, durante un discurso en la Casa Blanca donde dio más detalles sobre la decisión adelantada el jueves de poner fin a su trato comercial favorable con Rusia y explicó que el objetivo es dificultar los negocios entre Moscú y EEUU.

"Putin es el agresor y debe pagar el precio por ello. No puede seguir tomado acciones que amenazan los fundamentos de la paz y la estabilidad internacional y luego pedir ayuda financiera a la comunidad internacional", apuntó.

El mandatario estadounidense se refirió a los productos cuya importación ha sido prohibida como "distintivos" de la economía rusa, al incluir, además del vodka, el codiciado y simbólico caviar.

Biden también adelantó que los países del G7 trabajarán para cerrar a Rusia cualquier fuente de financiación procedente de instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

La UE anuncia nuevas sanciones contra Rusia

Los líderes europeos tomarán nuevas sanciones contra Rusia por la invasión en Ucrania -una contienda que, lejos de desescalar, ya cumple dos semanas- para "aumentar el precio a pagar por haber invadido literalmente Ucrania”, tal y como ha expresado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Así lo ha anunciado la propia Von der Leyen durante una rueda de prensa en Versalles este viernes junto al presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, al término de la cumbre informal de líderes europeos, en la que no se esperaba que se anunciasen medidas concretas pero en la que se buscaba atajar las consecuencias económicas y de defensa que la guerra en Ucrania tendrá en el continente europeo.

Macron se unió a las palabras de Von der Leyen respecto al cuarto paquete de sanciones al afirmar que la Unión Europea "está lista" para adoptar nuevas medidas, con "todas las opciones sobre la mesa". El presidente francés recordó que los objetivos eran sobre todo "un alto el fuego" y la "retirada de las tropas rusas".

“La elección de Rusia, del presidente Putin, fue traer de vuelta la guerra a Europa”, declaró el presidente galo, quien apeló a la unidad para "preservar la paz" en el continente. El mandatario se comprometió, además, a ofrecer “apoyo económico y humanitario al acoger a más de dos millones de refugiados”.

Aunque los Veintisiete reiteraron ayer, cuando arrancó la cumbre, que una adhesión exprés de Ucrania a la UE no es posible porque no existe un procedimiento para ello, hoy volvieron a mostrar su apoyo y su admiración por el "coraje inmenso" del pueblo ucraniano. "Nuestro deseo de apoyar a Ucrania es claro. Lo hemos demostrado y estamos listos para aplicar sanciones adicionales", expresó el líder galo.

Por su parte, Von der Leyen expresó la pertenencia de Kiev a la familia europea. "Ucrania es uno de los pueblos europeos, hoy abrimos la puerta a la adhesión de Ucrania a la Unión Europea", afirmó Von der Leyen después de recordar que su adhesión ha de cumplir "varias condiciones" para ingresar al club.

Más allá del aislamiento económico, se comprometieron a seguir marginando diplomáticamente a Moscú.

Lejos de rebajar la tensión, la contienda escala con los últimos bombardeos a hospitales y escuelas infantiles en varias ciudades ucranianas, como Járkov y Mariúpol. En ese sentido, tanto Macron como el canciller alemán, Olaf Scholz, exigieron a Vladimir Putin que autorice "inmediatamente" un alto el fuego e hicieron hincapié en que la solución a la crisis debe ser negociada entre las partes implicadas.