Antes de que hace un mes la guerra estallara en Ucrania y más de 3,5 millones de personas se convirtieran en refugiados, hubo muchos otros que llamaron a las puertas de Europa. Fueron otros rostros y otras nacionalidades, procedentes de otras guerras y otras latitudes, pero arrastraban la misma tragedia. La misma historia de quien un día se ve forzado a dejar su hogar en busca de la paz, la estabilidad, la libertad o el pan que le son negados en los confines de su país.
Las instantáneas que ilustran estas líneas, proporcionadas por Médicos Sin Fronteras, son un hilo que hilvana la actual llegada de refugiados ucranianos con otros flujos migratorios de la última década, desde los conflictos de Siria a Libia hasta los campos de Grecia o Francia. Las fotografías lanzan también un grito. Lo que no fue posible hace unos años entre los países miembro de la Unión Europea lo ha sido ahora, en tiempo récord.
Los fotogramas levantan acta del peregrinar de refugiados ucranianos en Polonia y Moldavia; el rechazo en la frontera de Polonia con refugiados que procedían de Bielorrusia; los rescates en el Mediterráneo -ese mar transfigurado en tumba-; un campo de detención en Libia; los campamentos de las islas griegas y Calais, en Francia; y la ruta de los Balcanes. La galería lleva lugar y fecha, además de autor. Para que no se olviden los dramas que precedieron a éste y la respuesta entonces de la Unión Europea.
Marko Drobnjakovic/MSF
Serbia, 2017
Un hombre se lava con agua caliente en el exterior de un almacén ferroviario en desuso utilizado por refugiados y migrantes como refugio temporal en Belgrado, Serbia, el jueves 5 de enero de 2017.
Anna Pantelia /MSF
Mediterráneo, 2022
Vista general de la cubierta del Geo Barents con 111 personas a bordo.
A group of Yemeni and Palestinians continue their journey after receiving food, warm clothes and batteries from a group of activists in a "silent intervention".
These stories were shared by the people on the move with the photographer Kasia Strek who met them in Poland. MSF teams were not present at these occasions and haven’t spoken to these people.Kasia Strek/MSF
Polonia, 2021
Un grupo de yemeníes y palestinos continúa su viaje tras recibir alimentos y ropa de abrigo de un grupo de activistas en una «intervención silenciosa». Estas historias fueron compartidas por los desplazados con la fotógrafa Kasia Strek, que se reunió con ellos en Polonia. Los equipos de MSF no estuvieron presentes en estas ocasiones y no han hablado con estas personas.
Sara Creta/MSF
Libia, 2018
Un superviviente de un naufragio en un centro de detención libio. Su testimonio : «El sol era muy fuerte y la barca empezó a desinflarse. Todos los bebés murieron. ¿Cómo pudimos permanecer tantas horas en el agua sin ser rescatados? La gente empezó a beber agua salada. ¿Por qué nos dejaron morir en el mar?»
Bihać, Bosnia: One – and only one – room in this five-story abandoned concrete dormitory features bunk-bed cots for refugees and migrants to sleep. Flooding throughout the building is a frequent problem.Kamila Stepien/MSF
Bosnia, 2018
Una sola habitación en este edificio de hormigón abandonado de cinco pisos. Cuenta con catres de literas para que duerman los refugiados y los inmigrantes. Las inundaciones en todo el inmueble son un problema frecuente.
A day before the dismantle.Samuel Hanryon/MSF
Francia, 2016
Un día antes del inicio del desmantelamiento del campamento de inmigrantes de Calais, el mayor de Francia. Provistos de maletas y de los pocos enseres que arrastran, los ocupantes del campamento situado al norte de Francia bautizado como la «jungla» se precipitaron hacia los autobuses en los que iban a ser trasladados a los centros provisionales donde serían estudiadas sus demandas de asilo.
On the evening of the 23rd of October, a rubber boat with 95 people on board, was about to be intercepted by the Libyan Coast Guard, MSF teams arrived on time to carry out the rescue safely.Filippo Taddei/MSF
Mediterráneo, 2021
En la noche del 23 de octubre, un bote de goma con 95 personas a bordo estaba a punto de ser interceptado por los guardacostas libios. Los equipos de MSF llegaron a tiempo para llevar a cabo el rescate de forma segura.
GREECE. Lesbos, 09 September 2020. Moria camp. The day-after a fire destroyed the majority of the refugees camp. Refugees and asylum seekers leaving the camp.Enri CANAJ/Magnum
Grecia, 2020
Campo de Moria, en la isla griega de Lesbos. El día después de que un incendio destruyera la mayor parte del campo de refugiados. Refugiados y solicitantes de asilo abandonando el campamento.
MSF is working in Croatia, in a transit camp near the border with Serbia (in Tovarnik) where refugees spend a day before being transferred to Hungary. In the camp, which hosts around 5000 people daily, MSF has opened up a clinic while it conducts mobile clinics at the border when needed and depending of the influx of refugees attempting to cross the border from Serbia. Medical teams are seeing patients with small traumas and wounds, respiratory infections (especially amongst children) and pregnant women.Juan Carlos Tomasi/MSF
Croacia, 2015
MSF trabaja en Croacia, en un campo de tránsito cercano a la frontera con Serbia, donde los refugiados pasan un día antes de ser trasladados a Hungría. En el campo, que acoge diariamente a unas 5.000 personas, MSF ha abierto una clínica mientras realiza clínicas móviles en la frontera cuando es necesario y en función de la afluencia de refugiados que intentan cruzar la frontera desde Serbia. Los equipos médicos atienden a pacientes con pequeños traumatismos y heridas, infecciones respiratorias (especialmente entre los niños) y mujeres embarazadas.
Narewka, Poland. Polish border guards watching Iraqi family getting in the military truck. A family of 13 Iraqi Kurds including 4 children asked for asylum in Poland. The family was taken by the Polish border guards back to emergency state zone at the Belarusian border. On the next day, they sent their location indicating that they were back on the Belarusian side of the border.Maciej Moskwa/MSF
Polonia, 2021
Narewka, Polonia. Guardias fronterizos polacos observando a una familia iraquí que sube al camión militar. Una familia de 13 kurdos iraquíes, incluidos 4 niños, pidió asilo en Polonia. La familia fue llevada por los guardias fronterizos polacos a la zona estatal de emergencia en la frontera bielorrusa. Al día siguiente, enviaron su ubicación indicando que estaban de vuelta en el lado bielorruso de la frontera.