Tymur ya tiene un nuevo hogar en España. Tras abandonar el suyo a raíz de la guerra en Ucrania, este pequeño de cuatro años que padece autismo se encuentra desde hace semanas refugiado en un centro de mujeres en Leópolis, gestionado por la ONG ucraniana Centro de Perspectiva de la Mujer, junto a su madre, su hermana, y su sobrino, un bebé de pocos meses. Ahora, gracias a la ayuda de la Confederación de Autismo España, los cuatro llegarán a nuestro país en un autobús rumbo a Madrid.

"Les estamos esperando con los brazos abiertos", cuenta Susana Guri, tesorera de la confederación, presidenta de Autismo Segovia y madre de un niño con trastorno del espectro autista (TEA). Ella mantiene el contacto casi a diario con la presidenta de la ONG ucraniana a través de Telegram, con la ayuda de un intérprete, para gestionar la salida de la familia.

En un principio se esperaba que la familia llegase este domingo al sur de España, pero, finalmente, llegarán a la capital en una fecha que, por el momento, se desconoce con exactitud, aunque se espera que sea lo antes posible. "La información que teníamos ayer era que el domingo 3 de abril saldrían en autobús camino a Huelva, pero en las últimas horas se ha decidido que lleguen directamente a Madrid para su traslado directo a Segovia", explica.

La propia Guri se ha puesto en contacto con la Subdelegación del Gobierno para buscarles una casa en Segovia y ayudarles con todos los trámites necesarios para formalizar su estancia en España. La asociación también garantizará las terapias que necesite el menor y ofrecerá asesoramiento y acompañamiento familiar a los cuatro.

Fue a raíz de un reportaje de la periodista Núria Garrido emitido la semana pasada en La Sexta que la presidenta de Autismo Segovia se sintió muy identificada con la vida de esta familia y decidió que tenía que hacer algo. "Cuando vi las imágenes, me vi reflejada en la situación de esa madre y su hijo", afirma. "Hablé con mis compañeros de la organización y llamé a la cadena para que me pusieran en contacto con la periodista y explicarle cómo queríamos ayudar a la familia, me dio el contacto de la presidenta del centro y desde entonces nos hemos movilizado para traerlos aquí".

Las personas con esta afección necesitan una atención y unos cuidados especializados, y un conflicto bélico agrava los síntomas y dispara su vulnerabilidad, por lo que ambas partes se han volcado en encontrar una solución para los cuatro. "Un entorno de este tipo agrava muchísimo la situación de la familia. Hay que tener en cuenta que las personas autistas necesitan que todo esté muy pautado en su día a día, anticipar lo que va a ocurrir y, además, algunos tienen hipersensibilidad a ruidos", explica.

"En una guerra nada de eso se cumple porque vas a tener el ruido de las sirenas y los tiros, lo que les desequilibra muchísimo. Si un niño de 4 años no entiende lo que está pasando, uno con autismo va a comprender todavía menos", lamenta Guri.

Llegada de niños enfermos a España

Desde mediados de este mes, más de 30 menores ucranianos que padecen cáncer han llegado a nuestro país en avión militar a través de Polonia para recibir tratamiento. Los ataques de Moscú a los hospitales dejaron a éstos sin medicamentos y obligaron a resguardar a los pacientes en sótanos, por lo que las terapias se vieron paralizadas de un momento a otro.

Su llegada se produjo gracias a la movilización de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP) de la Asociación Española de Pediatría (AEP), en colaboración con la Fundación Aladina y las administraciones públicas. Consultada por este medio, la AEP afirma que, hasta el momento, no tiene constancia de la llegada de más menores enfermos desde Ucrania.