Bucharaya Hamudi (Dajla, 1954) es uno de los dirigentes más relevantes y curtidos del Frente Polisario. Ha ocupado hasta en tres ocasiones la presidencia del Gobierno saharaui en el exilio. La última, aún en vigor, arrancó en enero de 2020. Hamudi, que sucedió a Brahim Ghali en la delegación del Polisario en España en 2008, es el "número dos" de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática, establecida en el desierto argelino en 1976 tras la invasión marroquí de la ex colonia española.
"Nací en España. Hice Primaria, Secundaria y Bachillerato en España. Fui a la universidad en Somosaguas hasta la ocupación y tuve entonces que abandonar el territorio. Lo que mejor conozco es España y tengo mucho afecto y respeto por el país", declara Hamudi en una entrevista exclusiva a El Independiente. Una extensa conversación mantenida por teléfono en la que aborda, sin líneas rojas, el histórico y polémico cambio de posición del Gobierno español en el contencioso saharaui.
La enésima "traición" la escenifica ahora Pedro Sánchez, un presidente socialista. "Todos los países han forjado relaciones fuertes con sus ex colonias. Todos excepto España. Aquí empezamos a impartir español en la escuelas con libros que venían de Austria donde la 'ñ' no existía porque España no ofreció nunca libros de texto. El español sigue siendo uno de nuestros idiomas pese a que no existe una sucursal del Instituto Cervantes. Es España la que no quiere que haya un vínculo entre nosotros. Marruecos borró todo lo que representa España en las zonas ocupadas, pero España es nuestra referencia, como sociedad y cultura, aunque no como Gobierno", desliza el primer ministro.
No sé qué es lo que hay en común entre este Gobierno y el de Arias Navarro. De todas formas, esto no cambia nada la naturaleza jurídica del conflicto ni tampoco va a modificar la campaña de resistencia del pueblo saharaui
Pregunta.- ¿Cómo valora el viaje de Pedro Sánchez a Rabat?
Respuesta.- Parece que lo más importante del viaje fue la cena. La prensa marroquí destacó la impresión que le causó la cena al presidente. Por lo demás es más de lo mismo. El presidente fue a Marruecos a expresar el compromiso de España respecto a su plan de autonomía. No quiero entrar en detalles pero no entiendo por qué el presidente del Gobierno español tiene que ir a Marruecos. Realmente deberían haber sido las autoridades marroquíes las que deberían haberse desplazado a España. Por lo demás, la cena fue impresionante y ya sabemos que la bandera de España estaba al revés. Lo único que hay es un comunicado, que refleja realmente lo que más desea Marruecos. No se menciona nada que beneficie a España, ni a nivel territorial ni sobre lo que puede contribuir Marruecos, más allá de la migración ilegal o las drogas. El comunicado refleja lo que los marroquíes han querido poner ahí.
Es pan para hoy y hambre para mañana, porque ni siquiera va cambiar la política de chantaje marroquí sobre Ceuta y Melilla ni la emigración ilegal
P.- Desde esa visita se han acuñado por algunos los calificativos de “rendición” o “traición”…
R.- Es que en el tema del Sáhara, España siempre se ha rendido. Lo hizo el último Gobierno franquista y los saharauis lo rechazaron. Tras una resistencia de 46 años, hoy se encuentran con otro presidente y otro Gobierno español que hace lo mismo que hizo el último gobierno franquista. No sé qué es lo que hay en común entre este Gobierno y el de Arias Navarro.
De todas formas, esto no cambia en nada la naturaleza jurídica del conflicto ni tampoco va a modificar la campaña de resistencia del pueblo saharaui. No es España la que puede entregar el Sáhara a Marruecos. Son los saharauis quienes deben decidir su destino. España ya lo intentó en 1975 y ahora lo vuelve a intentar. Lo que es lamentable y decepcionante es que sea un Gobierno socialista en 2022 y que haga lo mismo que hizo el último Gobierno franquista.
La prensa marroquí vivirá de esto un mes y luego se olvidará. Por desgracia para España, todo esto es pan para hoy y hambre para mañana, porque esto ni siquiera va cambiar la política de agresión y chantaje marroquí sobre Ceuta y Melilla ni la emigración ilegal. Marruecos no tiene nada que ofrecer a su pueblo salvo el Gran Marruecos. Siempre está reclamando el Sáhara o Ceuta y Melilla. No entendemos por qué este Gobierno ha hecho esto. ¿A cambio de qué? A cambio de nada, a menos que haya otra cosa que no conozcamos.
P.- ¿Cuál puede ser esa razón que La Moncloa no ha explicado?
R.- Sinceramente no tengo idea. Lo que sí sé es que lo que está diciendo el presidente no es cierto, porque no beneficia a España. ¿Qué garantía tiene? Ninguna. Por no tener, no tiene ni la seguridad ni el beneficio económico ni el gas. ¿Qué tiene que ofrecerle Marruecos a España? ¿Seguridad? En absoluto. Todo el mundo sabe que Marruecos está detrás de lo que sucedió en Atocha en 2004 y también de la emigración ilegal. Sánchez dice que esto ayuda a resolver el conflicto. Tampoco es cierto. Esto no ayuda a solucionarlo. ¿Es resultado de la presión estadounidense? Washington ha dicho que la propuesta de autonomía es seria, pero que no es la única solución. Por lo tanto, ¿qué es lo que realmente le obliga a Sánchez a aceptar esto? No lo entiendo.
La espada de Damocles de Marruecos sobre España siempre estará ahí. Esto no va a terminar nunca: ni las pateras ni la droga ni los atentados terroristas. Usarán esas cartas en el momento en el que vean que España no responde a sus intereses
P.- ¿Tal vez existía una amenaza de invasión en curso? Se ha insistido en que la decisión protegerá a ceutíes, melillenses, canarios y andaluces…
R.- No tengo información pero no lo creo posible porque España es un país de la OTAN y de la UE. Marruecos no daría ese salto. No creo que la presión vaya por ahí. Lo que dice el presidente no es la realidad. El chantaje marroquí siempre ha estado ahí, pero sinceramente sé que España no gana nada con esto y, además, este cambio contradice la filosofía del PSOE, presente en su programa electoral con una posición que le vende a los electores y que hoy vulnera. Esto desacredita totalmente al presidente. El PSOE incluye en su programa electoral una proposición para solucionar el conflicto y ahora hace lo contrario, cuando además supone una contradicción con el derecho internacional que siempre dicen los socialistas que apoyan. Va en contra del consenso de las fuerzas políticas españolas y el sentir de muchos españoles.
P.- ¿Es esto una traición del PSOE?
R.- No existe otro calificativo para describirlo. En realidad, los presidentes socialistas del Gobierno nunca han apoyado a los saharauis. Siempre han estado más cerca de la posición marroquí, desde González a Zapatero, que del derecho internacional. Los saharauis no le pedimos a nadie que se ponga a favor de la independencia pero por lo menos sí reclamamos que se posicionen a favor del respeto al derecho internacional.
El tiempo demostró que lo que decía Felipe González en 1976 era para ganar votos
P.- González estuvo en los campamentos en 1976 y declaró: “Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final”…
R.- Y también dijo aquello de que España no sólo había hecho una mala colonización sino una peor descolonización. Todo eso lo dijo González, pero el tiempo demostró que no era cierto lo que decía. Su objetivo era realmente ganar votantes españoles que en aquel entonces estaban molestos con lo que había hecho el Gobierno franquista.
P.- La semana pasada el Congreso de los Diputados votó a favor del referéndum. A estas alturas, camino de cumplirse medio siglo de la invasión, ¿le queda alguna esperanza en la clase política española?
R.- Fui ocho años delegado del Frente Polisario en España. Conozco a la clase política española y siempre les he trasladado que los intereses del Estado español -independientemente de quien lo gobierna, la derecha o la izquierda- están en un Sáhara independiente y en un Estado saharaui que sea la puerta hacia África y el mundo árabe. Una vez resuelto el conflicto, pediremos ayuda a España. Debe ser nuestro socio por idioma, cultura y relaciones históricas. Serán sus empresas las que hagan los aeropuertos y puertos, la infraestructura y la inversión de capital. Hemos pensado siempre que España tiene que ser el país que va a hacer esa tarea, pero lamentablemente Madrid no ha querido usar esa baza a la hora de resolver el conflicto. Hasta ahora, los que han gobernado no lo han entendido así. Deben saber que el tema del Sáhara se va a solucionar, tarde o temprano.
Fue la izquierda española la que se posicionó a favor de la causa saharaui desde el principio, pero hasta ahora el único presidente que ha tenido una posición valiente ha sido José María Aznar
P.- ¿Confía en que el nuevo posicionamiento pueda ser revertido si hay cambio de Gobierno y llega a La Moncloa el PP de Alberto Núñez Feijóo?
R.- Debo reconocer que quien se posicionó a favor del pueblo saharaui desde el primer momento fue la izquierda española. Esto está demostrado: las bases, los diputados, los alcaldes y los concejales. Lamentablemente, cuando llega al poder, los presidentes cambian de posición.
Hasta ahora el único presidente que ha tenido una posición valiente ha sido José María Aznar. Hay que decirlo porque realmente cuando Bush, Blair y el presidente francés trataron de imponer el plan de autonomía fue Aznar el que intervino ante Bush y le dijo que no; que era una cuestión muy arraigada en España y que no era la mejor solución. Fue Aznar el que detuvo ese intento de imponer la autonomía. Y esto hay que reconocerlo a la Historia. Después vino Rajoy y no hizo nada. Pero por lo menos hay que reconocer que el más valiente en toda la historia democrática española fue Aznar, independientemente de la izquierda, que verdaderamente ha apostado desde los primeros días a favor de la causa saharaui.
P.- En este tema, ¿Feijóo se comportará como Aznar u optará por parecerse a Rajoy?
R.- Como presidente de Galicia, Feijóo ha tenido muchas y buenas relaciones con los saharauis. Nos hemos reunido con él y nos ha ayudado. El PP gallego siempre se ha posicionado a favor del pueblo saharaui, en temas como la ayuda humanitaria, el plan vacacional o los proyectos de salud. Incluso sus declaraciones recientes han sido favorables, pero, cuando llegue al poder algún día, le pido que revierta el cambio de posición y retome el posicionamiento que Aznar tuvo en su día y que Rajoy no supo continuar.
A Sánchez algo le forzó a decir lo que dijo y no tiene ya otra salida. Ahora tiene que seguir adelante
El giro no nos atemoriza a los saharauis. Puede cambiar mañana. Zapatero también dijo lo mismo y no pasó nada. Y González lo mismo y no pasó nada. Ahora, ciertamente es peor. Es la decisión de un presidente que no está apoyada por la mayoría del arco parlamentario. Venga quien venga, o se marche quien se marche, quienes tienen la decisión en la salida del conflicto son los saharauis. Era mucho más fuerte Trump que Sánchez. Él reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara y eso no ha cambiado la situación en nada. Lo que diga ahora Sánchez no va a cambiar nada, ni siquiera la posición de muchos españoles respecto al Sáhara y las ayudas que aportan muchos municipios y diputaciones. A Sánchez algo le forzó a decir lo que dijo y no tiene ya otra salida. Ahora tiene que seguir adelante. Pero esto no va a mermar la capacidad de resistencia del pueblo saharaui. Lo que es una desilusión completa es que lo haga España. Lo que hagan Francia o EEUU nos resulta menos relevante.
P.- Unidas Podemos ha criticado la decisión pero se mantiene en el Gobierno de coalición que abandera el giro…
R.- Desconozco cuál es la razón que tienen en Podemos para no abandonar este Gobierno. Lo que puedo decir es que es un posicionamiento valiente, como el de otros partidos. Que siendo miembro del Gobierno, contradiga la posición del presidente es de valientes. No renuncian al Gobierno. Tendrán sus razones. Hay muchos más problemas en la política interna española. Podemos nos ha transmitido que está con nosotros en todo momento y que mantendrán su posicionamiento.
La ayuda humanitaria española de 2021 aún no ha llegado. Y no es tan grande
P.- La Moncloa insiste en que mantendrá la ayuda humanitaria…
R.- Es lo que Sánchez ofrece a la opinión pública española, pero ya solo faltaría que retiraran esa ayuda humanitaria. Tampoco es tan grande. Lo que el otro día anunciaba, esos 2,4 millones de euros, corresponde a la ayuda de 2021 que aún no ha llegado.
Lo quieran o no, España siempre será responsable de lo que le ocurrió a los saharauis. Llevaremos al Estado español ante los tribunales, pasado mañana o dentro de cien años. Tendrá que responder y pagar por lo que ha vivido el pueblo saharaui: los muertos, los desaparecidos y los que fallecieron de hambre o de enfermedades. ¿Quién es responsable de todo esto? España, por no haber hecho la política de descolonización que establece el derecho internacional. El juez Pablo Ruz lo ha dicho claramente: España sigue siendo responsable mientras no culmine el proceso de descolonización que dejó inconcluso. Quince jueces en un auto presidido por Grande-Marlaska también llegaron a la misma conclusión. Los saharauis le pedimos que asuman sus responsabilidades. Posiblemente lo que ha hecho el presidente es una huida hacia adelante para evitar que los saharauis sean un país y le reclamen a España sus derechos. Pues que sepa que no va a ocurrir nunca que los saharauis sean marroquíes.
Llevaremos al Estado español ante los tribunales, pasado mañana o dentro de cien años. Tendrá que responder y pagar por lo que ha vivido el pueblo saharaui
P.- ¿El cambio español puede recrudecer el conflicto armado?
R.- No. Quien tiene la llave son los saharauis. Marruecos está buscando por todas partes y deseando que se llegue a un alto el fuego pero los saharauis hemos dicho que no habrá alto el fuego mientras no haya una solución. Sánchez no va a cambiar en nada nuestra táctica militar.
P.- Hablemos de Argelia. ¿Cuál va a ser el precio que va a pagar España por este giro?
R.- Traslado lo que han dicho los argelinos. El secretario general del ministerio de Exteriores en Roma manifestó que Argelia va a revisar todos los acuerdos comerciales con España. Después, el presidente de Sonatrach aseguró que mantendrán los precios del gas con todos los socios menos España. Si Argelia rompe la relación con Marruecos y el tema principal es el Sáhara, imagine qué va a hacer con España tras cometer esta injusticia.
O España ignoró a Argelia o hay una miopía diplomática que tiene que asumir las consecuencias
Los españoles tenían que haber tenido en cuenta cuál sería la reacción de Argelia. O bien lo sabían y querían ignorarla. Un error: Argelia no es un país que se pueda ignorar en la región. O realmente hay una miopía diplomática que tiene que asumir las consecuencias. Creo que Draghi ha visitado Argelia estos días y han empezado a suceder cosas. España ha echado por tierra esa oportunidad de ser la puerta de Europa para los argelinos. Hay una presión fuerte sobre el presidente que no sé cuál es, pero que ha supuesto tener que abandonar los intereses de España; el programa socialista; abandonarlo todo para contentar a Marruecos. Hay una presión y un chantaje fortísimo que no sé cuál es.
P.- ¿Se consideran víctimas de un canje?
R.- No porque España no ha canjeado nada ni ha obtenido nada. Es una claudicación que el presidente ha hecho gratuitamente a Marruecos. La baza de presión que tiene Marruecos siempre la tendrá. La espada de Damocles sobre España siempre estará ahí. Esto no va a terminar nunca: ni las pateras ni la droga ni los atentados terroristas. Usarán esas cartas en el momento en el que vean que realmente España no responde a sus intereses. Todos en España lo saben, aunque nadie quiera decirlo.
P.- ¿Esta medida de Exteriores empuja aún más a Argelia hacia Rusia?
R. Ambos países siempre han gozado de relaciones estratégicas desde la independencia de Argelia. Gran parte del armamento argelino viene de Rusia. No creo que afecte.
P.- ¿Se ve como primer ministro de un autonomía marroquí?
R.- ¿Alguien se cree que puede haber hecho un régimen de autonomía en Marruecos? ¿De verdad el presidente del Ejecutivo español piensa que puede haber una región autónoma como en Alemania, Suiza o la propia España? Todo el mundo sabe que en Marruecos ni hay autonomía ni este plan existe. Y, aunque existiera, a los saharauis no les interesa. Los saharauis nunca fueron parte de Marruecos para que nos ofrezcan una autonomía.
P.- ¿Es factible hoy un referéndum con el censo de 1991?
R.- Hay que solucionar este conflicto. No hay otra opción al referéndum. Toda la población está censada: los que estaban en territorio español, los que han muerto y los que nacieron. Todo eso está ahí. No es una cuestión técnica sino política. El censo está ahí; están las listas; y los nombres al detalle. Por lo tanto, el impedimento es político. Queremos una solución y que sea democrática para que no haya vuelta atrás a este conflicto. Que dejen de una vez a los saharauis que decidan y voten.
No me arrepiento de la lucha armada del Polisario. Tal vez la menos sangrienta fue la lucha saharaui contra España, si recordamos a los franceses con Argelia o a los portugueses en Angola o Mozambique
P.- El tiempo juega en su contra…
R.- Estamos dispuestos a ir al referéndum, no importa cuándo. Los niños actuales son la tercera generación. Iremos a la cuarta. ¿Por qué Marruecos no acepta el referéndum si se sabe que hay nueva generaciones? Porque teme y sabe que los saharauis, independientemente de que nacieran bajo la ocupación, no van a votar a Marruecos. Lo que no entendemos los saharauis es que estos países que dicen ser democráticos no quieran que los saharauis decidan en unas urnas si son marroquíes o no. A lo mejor quieren decir que son marroquíes. Quién sabe. Que nos permitan decirlo.
P.- Este largo “impasse” alimenta el éxodo de los campamentos. ¿Le preocupa la emigración?
R.- La gente no emigra a la zona ocupada sino a Europa, a países como España, Alemania o Francia. La gente emigra en busca de una vida mejor y en los territorios ocupados no existe una vida mejor. Aquí es cierto que una parte de la población no tiene mucho que hacer y no podemos enviarlos a todos a la guerra. Desde el alto el fuego de 1991 empezó este proceso de emigración. Nos preocupa que sean maestros, profesores o médicos.
No alentamos el terrorismo sino la resistencia que ataca a militares marroquíes
P.- ¿Se van a lanzar represalias contra intereses españoles en los territorios ocupados?
R.- No sé qué intereses puede tener España en el Sáhara ocupado. Los que están allí tienen que luchar, como Sultana Khaya o quienes se hallan en las cárceles. Deberían atacar centros militares marroquíes. Debe haber una resistencia a la ocupación. No hay que agredir a los españoles ni a otros extranjeros. Hay que hacer frente a la ocupación marroquí. No alentamos el terrorismo sino la resistencia que ataca a los militares marroquíes.
P.- El Polisario tiene algunos detractores en España. Recuerdan los ataques perpetrados por la organización contra españoles en la década de 1970. ¿Se arrepiente de ese pasado?
R.- No. España en aquel entonces era un país que presumía de haber ganado 99 guerras. Yo no sé cuantas guerras había ganado. Los saharauis solicitaron la autonomía en 1970. La respuesta fue una respuesta armada. Formaron el Frente Polisario y le pidieron la independencia. España no supo hacer una política para la descolonización del territorio. Trató de mantener la ocupación por la fuerza y entonces obligaron a los saharauis a crear el Polisario. Intentó acallar con fuego a todo aquel que se movía. El Polisario luchó con armas contra la ocupación. Pasó en todas las colonizaciones a lo largo de la historia.
Tal vez la menos sangrienta fue la lucha saharaui contra España, si recordamos a los franceses con Argelia o los portugueses en Angola o Mozambique, donde se perdieron muchas miles de vidas. En la confrontación hispano-saharaui, murieron muy pocos de ambos bandos. Luego pasó lo que pasó. Franco agonizaba y se entregó el Sáhara. Yo me acuerdo porque estaba allí. Trajeron alambradas y las colocaron alrededor de las ciudades. Nos entregaron atados de pies y manos.
P.- Por lo que dice, entiendo que no considera que exista alternativa al plebiscito…
R.- Los marroquíes han usado todos los medios para ocupar el Sáhara y no lo han conseguido. Usaron las armas y no lo han logrado; trataron de forzar las negociaciones y nada. O van al referéndum donde lo ganan o lo pierden todo; o aceptan negociar con los saharauis y aceptan el principio del Estado saharaui. Ahí será el momento de negociar qué le damos y qué nos dan. Conquistar a la fuerza no lo van a conseguir jamás y probablemente terminarán perdiendo. Y si los españoles quieren paz y estabilidad, que haya relaciones económicas fluidas entre el norte y el sur del Mediterráneo, tiene que haber un Estado saharaui. De lo contrario, habrá una lucha permanente durante un siglo.
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