Azovstal parece el escenario de una película o de un videojuego. Y seguramente termine en alguno de estos formatos, porque la guerra que ha puesto en jaque a la geopolítica y a la economía mundial se estaba librando, hasta hace unas horas, en las instalaciones de este complejo de la ciudad ucraniana de Mariúpol que el Kremlin acaba de dar por perdido.

El complejo Azovstal es una de las siderúrgicas más grandes del mundo con 11 kilómetros cuadrados de extensión. Pero no es su tamaño lo que ha complicado su conquista por parte de los rusos, es la gran extensión de laberíntico sistema de túneles interior que alcanza los 24 kilómetros de longitud lo que hace que este espacio sea una pesadilla para conquistar militarmente. Pero los soldados ucranianos carecen de suministros y se están quedando sin armamento. 

Desde el comienzo de la guerra, Mariúpol se reveló como un enclave estratégico fundamental para los intereses de Vladimir Putin. Una ciudad portuaria a camino entre el territorio bajo control prorruso en el este de Ucrania y la península de Crimea y la salida al mar de Azov. La ciudad que Ucrania pudo controlar en el conflicto que arrancó en 2014 ha sido la sede central del conocido batallón Azov, cuyos miembros han protagonizado la propaganda de Rusia por su clara inclinación filonazi. 

Son precisamente miembros del batallón Azov, junto con otras fuerzas militares, los que resisten sitiados en Mariúpol en la acería de Azovstal. Sus mensajes en redes sociales advierten que su resistencia se podría verse doblegada en cuestión de horas. La ciudad, sitiada desde hace semanas, contaba hasta hace dos días con dos zonas bajo control de los ucranianos, pero las fuerzas rusas y prorrusas aseguran haber tomado el control del distrito Primorsky, por lo que sólo quedaría resistencia ucraniana en el complejo de Azovstal.

La planta siderúrgica es el corazón económico de la ciudad y alrededor de ella ha crecido la ciudad del sur de Ucrania el siglo pasado. Más del 90% de la actividad industrial de la ciudad proviene de su actividad, la acería es capaz de producir láminas de acero de hasta 250 toneladas. La siderúrgica se creó en los años 30 de la mano de un proyecto de la URSS y fue objeto de deseo de los nazis, que quisieron activarla tras la invasión alemana de la ciudad, pero les fue imposible por los sabotajes de los trabajadores. Sea cual sea el futuro de la ciudad, si está en manos de los rusos o de los ucranianos su reconstrucción será obligatoria para la viabilidad socioeconómica de la localidad ahora devastada por las fuerzas rusas.

El mayor Serhiy Volyna de la 36 Brigada de la Infantería de Marina del Ejército de Ucrania compartió ayer en Facebook un vídeo en el que afirmó que sus tropas no se van a rendir, pero pidió asistencia internacional para medio millar de soldados heridos y cientos de mujeres y niños que, afirma, están resguardados con ellos en la planta siderúrgica "Este es nuestro último mensaje al mundo. Podría ser nuestro mensaje final. Es posible que nos queden apenas días u horas", declaró el mayor.

Según informaron ayer tanto fuentes ucranianas como independentistas prorrusas un convoy de autobuses está preparado para desalojar a los civiles atrapados en Mariúpol, donde todavía se estima que hay 6.000 perosonas, pero no se ha precisado si entre estas se incluyen los civiles escondidos en Azovstal.

“Las fuerzas ucranianas continúan defendiendo partes del complejo Azovstal en Mariúpol, pero los funcionarios y los medios rusos se están reuniendo en la ciudad y sus alrededores, probablemente en preparación para declarar la victoria en los próximos días, ya sea que continúen los combates o no”, asegura el último informe del Institute for the Study of War (ISW). Según este centro de análisis estratégico y militar la conquista total de esta ciudad portuaria es uno de los principales objetivos del Kremlin. 

Tanto las fuerzas prorrusas de la autoproclamada República Popular de Donetsk como las fuerzas rusas han reclamado la rendición de las fuerzas ucranianas atrincheradas en la siderúrgica. “Es probable que el Kremlin esté intentando acelerar la captura de Mariúpol para el espacio de información nacional ruso, a juzgar por la gran presencia de periodistas patrocinados por el Kremlin en la zona. Los rusos pueden anunciar el éxito incluso si las fuerzas ucranianas retienen su control sobre partes de Azovstal, o pueden esperar hasta que las fuerzas rusas o delegados hayan asegurado toda la instalación”, afirman desde el ISW. 

Este centro de estudios cree que la conquista de Mariúpol sería el paso previo al objetivo primordial, la conquista del este de Ucrania y ve factible “que Putin haya decidido que anunciará el éxito de Rusia y la finalización de la operación el 9 de mayo, Día de la Victoria. La prisa con la que se mueven las fuerzas rusas puede comprometer el éxito de sus operaciones”, afirman.