Fue la primera mujer en convertirse en portavoz de la potente diplomacia de Qatar, un pequeño Estado del golfo Pérsico que, en cambio, juega fuerte sus cartas en la escena internacional. Lulua al Khater se ha ganado la fama de hábil y sólida funcionaria en los despachos de Doha. Promocionada recientemente a "número dos" del ministerio de Asuntos Exteriores, Al Khater recibe a El Independiente cuando muchas miradas observan con atención los pasos de Qatar en los conflictos que golpean el planeta, desde Ucrania a Afganistán.
"Como Estado pequeño, no tenemos aspiraciones expansionistas. Lo que queremos hacer es ampliar y mejorar la colaboración global", señala Al Khater en una entrevista con este diario, celebrada a primera hora de la tarde de este miércoles en la planta número 21 de la sede del ministerio de Exteriores qatarí, con vistas al enjambre de rascacielos que despuntan por el cielo de Doha. La funcionaria, formada en el Imperial College de Londres, inició su carrera como ingeniera en el sector energético antes de virar hacia las políticas públicas y la diplomacia.
Pregunta.- El mundo ha vuelto su mirada a Qatar en mitad de la búsqueda de recursos alternativos al gas ruso. ¿Es también una oportunidad política para mejorar su influencia en el mundo?
Respuesta.- Qatar es un Estado pequeño. Influir en el mundo es una declaración muy grande, como puede imaginar. Qatar trata de aportar su valor añadido al mundo. Cuando hablamos de mediación, siempre que se nos requiere, nos embarcamos en ella. Si no se precisa, no lo hacemos. Como Estado pequeño, no tenemos ambiciones expansionistas. En realidad, no tiene sentido tenerlas. Lo que queremos hacer es ampliar y mejorar la colaboración global. Lo hemos hecho en muchos casos, desde Darfur a Afganistán: también entre palestinos y israelíes o en Chad. Somalia y Eritrea acaban de restablecer sus relaciones diplomáticas gracias a esta mediación. Si nuestra posición, desde el punto de vista económico y energético puede reforzar esos esfuerzos de pacificación, ¿por qué no aprovecharlo?
Si nuestra posición, desde el punto de vista económico y energético puede reforzar esos esfuerzos de pacificación, ¿por qué no aprovecharlo?
P.- ¿Están apoyando en estos momentos la mediación turca en el conflicto que enfrenta a Rusia y Ucrania?
R.- Así es. Inmediatamente después de la reunión que tuvo lugar entre los ministros de Exteriores de Ucrania y Rusia en Antalya, nuestro ministro de Asuntos Exteriores fue a Moscú, en coordinación con Estados Unidos y la Unión Europea, y mantuvo conversaciones. Los rusos tenían entonces cinco puntos principales que mencionaron a los turcos. También nos los mencionaron a nosotros. Algunos de ellos son negociables. Otros son muy difíciles de aceptar para los ucranianos. Estamos apoyando esos esfuerzos. Intentamos desempeñar un papel de mediación siempre que sea posible. Esto se suma al esfuerzo de mediación más reciente con Irán y Estados Unidos, en torno al acuerdo nuclear. Su Alteza el emir también ha abordado esta cuestión con Irán.
P.- ¿Puede Qatar hacer más para contribuir al fin de la guerra en Ucrania?
R.- Hacer más depende de la voluntad de ambas partes. Y, como he mencionado, ahora mismo hay ciertas exigencias que no se pueden cumplir. Sin embargo, seguimos realizando esfuerzos. También hemos anunciado ayuda humanitaria para los refugiados ucranianos. Hemos pedido constantemente corredores humanitarios, que son extremadamente importantes.
P.- ¿Hay alguna esperanza de detener el conflicto?
R.- Cualquiera que diga algo en este sentido estaría especulando, en el mejor de los casos.
P.- La reactivación del acuerdo nuclear iraní parece estancado. El coordinador de la UE ha visitado esta semana Teherán para tratar de desencallar las negociaciones…
R.- La disputa principal en este momento es entre Irán y Estados Unidos y no entre Irán y el resto de países. Los iraníes esperan que EEUU dé un paso práctico y EEUU aguarda lo mismo de Irán. Así que es donde hemos estado desde hace tiempo, incluso desde el último período de la época de Trump. Lo que ha complicado aún más las cosas desde la perspectiva de los iraníes es la inclusión de la Guardia Revolucionaria en su lista de sanciones. Estamos intentando aclarar las cosas en la medida de lo posible. Nos hemos coordinado con la parte estadounidense, con nuestros colegas europeos y, obviamente, con Irán. Esperamos que esta visita al menos haga avanzar las cosas.
Hubo una ventana muy buena para el acuerdo nuclear durante la anterior administración iraní, pero después de eso, las cosas se complicaron
P.- ¿Es el acuerdo cuestión de semanas?
R.- No puedo decirlo. No sé si será posible en las próxima semanas pero la idea es volver a la mesa de negociación. Realmente la designación estadounidense ha complicado las cosas. Hubo una ventana muy buena durante la época de la anterior administración iraní, pero después de eso, las cosas se complicaron. La perspectiva iraní es que no fueron ellos los que se retiraron del acuerdo. Fue Estados Unidos quien se retiró del acuerdo. La perspectiva estadounidense es que Irán no limitó sus actividades en la región. Y, evidentemente, los países europeos se han quedado en medio de estos dos puntos.
P.- ¿Cuál es la posición de Qatar en la normalización de las relaciones con Israel que han acometido algunos países árabes?
R.- Nuestra postura ha sido muy clara al respecto. Defendemos el acuerdo de paz, las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y la solución de dos estados, con Jerusalén Este como capital de Palestina y el derecho de los refugiados a retornar. Esto está en consonancia con las resoluciones del Consejo de Seguridad. No vemos que la normalización ayer a avanzar en las conversaciones de paz. Desgraciadamente, es justo al contrario. Ha dado a la ocupación israelí más justificación porque han sentido que pueden continuar la ocupación sin consecuencias. Precisamente valoramos mucho el papel histórico que ha desempeñado España en la lucha palestina. La ex ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, quería reavivar las conversaciones de paz. Lo planteó hace menos de un año en una de sus visitas a Qatar y había muchos planes.
La normalización de relaciones con Israel de algunos países de la región ha dado a la ocupación israelí más justificación. Han sentido que pueden continuar la ocupación sin consecuencias
P.- Arabia Saudí podría ser el siguiente país en establecer lazos con Tel Aviv. ¿No seguirán el ejemplo?
R.- No hemos oído de más países que vayan a normalizar relaciones. Nuestra posición ha sido muy clara. Esto no añadiría ningún valor a las conversaciones de paz. De hecho, puede ser contraproducente.
P.- Qatar también ha jugado un papel clave en Afganistán. Esta semana el Gobierno talibán ha impuesto nuevas restricciones a la vestimenta femenina en público, exigiendo el uso del burka…
R.- Qatar ha hecho pública su posición sobre la política educativa en Afganistán. El ministro de Asuntos Exteriores ha dicho muy claramente que el modelo que están siguiendo es un modelo que ningún país de mayoría musulmana sigue y que deberían seguir otros ejemplos. Los funcionarios qataríes hemos estado reforzando este mismo mensaje. El ministerio de Exteriores afgano estuvo en Doha recientemente. Yo me reuní con él en presencia de la ex ministra de Exteriores de Indonesia. Tuvimos una discusión muy franca sobre esto y explicamos muy claramente que si quieren que les ayudemos, deben ayudarse a sí mismos también. Y estas decisiones no ayudan porque estas políticas contradicen todas las promesas que hicieron en el pasado. Lo que estamos intentando hacer en estos momentos es facilitar las discusiones entre expertos religiosos para abordar los derechos humanos, en general, y los derechos de las mujeres, en particular.
P.- ¿Es optimista en el asunto afgano?
R.- Es difícil hacer un pronóstico. Pero, para ser justos, la situación actual es bastante mejor de lo que el mundo había previsto. Todo el mundo esperaba el derramamiento de sangre. Que esto no ocurriera, lo cual es relativamente bueno. Esto no cambia el hecho de que las otras cosas no van necesariamente bien. Y, solo como una nota a pie de página, tampoco podemos olvidar que hay otros elementos en Afganistán, concretamente el IS [Estado Islámico, en inglés], que todavía están llevando a cabo ataques.
P.- Hace año y medio sellaron la paz con los países vecinos tras el bloqueo regional contra Qatar que arrancó en 2017. Da la sensación de que las relaciones se han restablecido con Arabia Saudí pero no así con Emiratos Árabes Unidos…
R.- Hemos restablecido relaciones plenas tanto con Egipto como con Arabia Saudí. Con Emiratos, diría que las relaciones son realmente buenas y están mejorando día a día. Hay comités entre ambos países a nivel técnico para resolver y aclarar cualquier problema. Pero, en general, no diría que hay problemas, aunque no es menos cierto que nuestras relaciones con Egipto y Arabia Saudí se están acelerando.
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