Frédéric Leclerc-Ihmoff se encontraba informando sobre la evacuación de civiles en Severodonetsk cuando el convoy humanitario quedó bajo el fuego cruzado de la artillería rusa el pasado lunes. El periodista francés, que iba identificado con su acreditación de prensa de la cadena gala BFMTV, sufrió una herida mortal en el cuello por un fragmento de metralla. Es el último periodista asesinado durante el ejercicio de su profesión en Ucrania.
No existe unanimidad en las cifras, pero el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) reconoce oficialmente 15 profesionales muertos desde el inicio de la invasión, que este viernes alcanzaba sus cien días. De ellos, nueve habrían fallecido durante la cobertura del conflicto y el resto en circunstancias que apuntan a lo mismo pero que aún están por dilucidar. Por su parte, Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha documentado más de 120 ataques contra periodistas.
El conflicto se ha convertido en el escenario de la mayor crisis regional para la libertad de prensa en los últimos 40 años, advierten desde el CPJ. "Nuestra principal preocupación sigue siendo que se respete su trabajo y que no sean atacados, como establece la Convención de Ginebra", afirma Carlos Martínez de la Serna, director de programas de la organización. "Es un conflicto con numerosos frentes, muy dinámico, en el que las circunstancias cambian constantemente y en el que los periodistas cada día asumen muchos riesgos", explica.
"Otro aspecto fundamental de la crisis es el desplazamiento masivo de periodistas no sólo dentro de Ucrania sino también en Rusia, Bielorrusia y Tayikistán como consecuencia directa de la guerra en algunos casos y en otros de la represión rusa", subraya Martínez de la Serna. "Estos periodistas afrontan situaciones muy complicadas, incluidas la dificultad para acceder a visas, desplazarse junto a su familia y cubrir sus necesidades básicas", denuncia.
El uso de las tecnologías para controlar y censurar la información es, según la organización, otro elemento esencial de esta crisis, "que es también una guerra contra el periodismo y los periodistas". "Por último, una cuarta característica es el desarrollo de instrumentos legales que criminalizan el periodismo independiente, también con Rusia como líder y modelo".
Bajo estas líneas los profesionales que han perdido la vida desde el comienzo de la guerra. Algunos de los decesos están esclarecidos y en otros la investigación sigue en curso o no constan informes oficiales.
Periodistas muertos en la invasión
Frédéric Leclerc-Ihmoff
El camarógrafo francés de 32 años fallecía el 30 de mayo en la región del Donbás tras ser alcanzado por misiles el vehículo en el que se encontraba realizando la cobertura de una evacuación humanitaria, en Severodonetsk. Portaba casco y chaleco antibalas, además de su acreditación de prensa, pero la metralla le alcanzó el cuello, sin posibilidad de sobrevivir. Era la segunda vez que viajaba a Ucrania para cubrir la agresión rusa y trabajaba desde hace más de seis años en la cadena de televisión BFM.
Ihor Hudenko
Fotoperiodista freelance ucraniano, murió el 26 de febrero en Járkov durante los primeros impases de la guerra. Ese día, tras varias jornadas filmando la entrada de tanques rusos en la ciudad, marchó a documentar la situación en el frente y sus compañeros le perdieron la pista. Su cuerpo fue hallado horas más tarde y entre sus pertenencias faltaban su cámara y el teléfono. Solo la familia tiene acceso a los detalles de su muerte, por lo que se desconoce oficialmente, por el momento, la causa del deceso.
Mantas Kvedaravičius
El cineasta y documentalista lituano fue asesinado en Mariúpol a los 45 años. Su muerte se hizo pública el 2 de abril a través del Ministerio de Defensa ucraniano, que achacó la muerte a las tropas enemigas cuando Kvedaravičius intentaba salir de la ciudad asediada en su coche. Compañeros y amigos aseguran que fue ejecutado por los rusos tras ser capturado como prisionero de guerra y que la familia repatrió su cuerpo a Lituania.
Oksana Haidar
Periodista y bloguera ucraniana de 54 años, murió el 11 de marzo, fecha en la que consta su última publicación en redes, víctima de un bombardeo ruso en el pueblo de Shevchenkove, al noroeste de Kiev, según informes del Sindicato Nacional de Periodistas de Ucrania (NUJU). Su cadáver presentaba heridas por ataque aéreo y fue hallado junto al de su madre el 7 de abril en el jardín de su casa. Haidar informaba en sus redes sobre los avances en la ocupación y se mostraba muy crítica con la política rusa tras haber vivido varios años en Moscú.
Roman Nezhyborets
En una fosa, con las manos atadas y heridas de bala en el cuerpo hallaron al técnico de vídeo de Dytynets, televisión de Chernígov, en la aldea de Yahidne, al norte del país, el 6 de abril, según publicaba la propia cadena y declaraba su entorno cercano. Desde el comienzo de la invasión, los residentes del pueblo se habían refugiado bajo tierra de los invasores, situación en la que se encontraba Nezhyborets junto a su familia. El periodista intentó borrar todo rastro de su trabajo en su teléfono móvil pero, según sus familiares, las tropas rusas lo interceptaron el 5 de marzo, fecha en la que se cree que fue asesinado, cuando hablaba por teléfono con su madre.
Viktor Dedov
El camarógrafo televisión independiente Sigma TV, con sede en Mariúpol, murió el 11 de marzo tras el impacto de un proyectil contra una de las habitaciones de su casa, donde se encontraba en el momento del ataque, según su mujer, Natalia Dedova. Tanto Dedov como su mujer habían filmado y entrevistado a residentes de la ciudad sitiada incluso cuando se cortaron las comunicaciones por los combates.
Vira Hyrych
Periodista del servicio ucraniano Radio Liberty, murió el 28 de abril durante un bombardeo ruso en Kiev. Por aquel entonces el secretario general de la ONU, António Guterres, se encontraba en la capital visitando las zonas más castigadas cuando varios misiles alcanzaron edificios residenciales del distrito de Shevchenko, donde vivía Hyrych. Su cuerpo fue recogido entre los escombros la mañana siguiente. Trabajaba como productora de planificación en la oficina de Kyiv desde febrero de 2018 y previamente en los canales de televisión privados Espreso TV STB.
Yevhenii Bal
Escritor y periodista, falleció el 2 de abril a sus 78 años tras días de torturas y vejaciones por parte del Ejército ruso en Melekine, aldea de Mariúpol. Ex marine, las tropas asaltaron su casa el 18 de marzo y lo trasladaron a Manhush tras encontrar fotos con soldados ucranianos que tildaron de “pruebas de fascismo”. Dos semanas después de su liberación fallecía debido a la gravedad de las heridas, tal y como confirmó la autopsia.
Zoreslav Zamoysky
Uno de los cuerpos encontrados en Bucha, donde soldados rusos cometieron atrocidades contra la población civil en ciudades aledañas a Kiev, fue el de este periodista freelance y activista que cubría la guerra a través de su cuenta de Facebook. Se desconoce la fecha exacta del deceso aunque el cadáver presentaba signos de violencia.
Maks Levin
Fotoperiodista y documentalista ucraniano, 41 años. Fue hallado muerto este viernes en la región de Kiev. En paradero desconocido desde el 13 de marzo mientras cubría las hostilidades cerca del pueblo de Huta-Mezhyhirska. Deja a su pareja y 4 hijos. Su familia había declarado que el ejército ucraniano le había concedido permiso para informar desde esa zona. "La guerra influyó en mi forma de entender la profesión fotográfica", admitió Levin.
Oksana Baulina
Periodista rusa, de 42 años. Murió el 23 de marzo por el impacto de un cohete mientras trabajaba en Kiev, según The Insider, el medio para el que reportaba. Comenzó su carrera en revistas de estilo de vida. Lo abandonó en 2013 para enrolarse en la Fundación Anticorrupción, del opositor Alexei Navalny. "No puedo hacer moda cuando los ladrones y los bandidos se han hecho con el poder en mi país. Quiero luchar", declaró Oksana a Navalny, cuando renunció a un empleo mejor remunerado para unirse a su organización.
Oleksandra Kuvshynova
Periodista, productora y creativa ucraniana, 24 años. Sasha, como le gustaba llamarse, fundó una organización para coordinar a los voluntarios que prestaban ayuda humanitaria tras el inicio del conflicto. Murió el 14 de marzo en un ataque ruso cerca de Kiev mientras trabajaba con un equipo de la televisión estadounidense Fox News que cubría la invasión rusa del país.
Pierre Zakrzewski
Cámara y fotoperiodista irlandés, de 55 años. Trabaja para Fox News. Falleció junto a Sasha cuando el vehículo en el que viajaban fue alcanzado por disparos. Con ambos se hallaba Benjamin Hall, herido de gravedad. Sus allegados le recuerdan como un periodista polifacético, curtido en Afganistán, Irak y Siria. "Tenía mucha alegría. Fue a lugares terribles pero nunca perdió esa alegría infantil", relató su colega Steve Harrigan.
Brent Renaud
Periodista, documentalista y reportero gráfico estadounidense, de 41 años. Trabajó en la producción de documentales y fue colaborador del New York Times. Fue asesinado por soldados rusos mientras documentaba la invasión de Ucrania en Irpin, en las cercanías de Kiev, el 13 de marzo. Preparaba un documental para Time Studios centrado en los refugiados que huían de Ucrania. Su colega Juan Arredondo resultó herido en el ataque.
Yevhenii Sakun
Cámara, de 49 años. Trabajaba habitualmente con la televisión ucraniana LIVE. Colaboraba, además, con la agencia de noticias española EFE. Falleció 1 de marzo en Kiev en el bombardeo de la torre de transmisión de televisión.
Shakirov Dilerbek Shukurovych
Periodista ucraniano. Trabajaba para el semanario de información Around You. La fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, indico que Shakirov recibió un disparo desde un coche con un arma automática el 26 de febrero cerca de la localidad de Zelenivka, en el sur de Ucrania.
Periodistas asesinados en 2014
La zona oriental del país ya vivía un conflicto armado desde 2014, cuando Rusia se anexionó Crimea e irrumpió en el Donbás para hacerse con los territorios estratégicos, hoy en día principales objetivos de Moscú. Desde entonces, más de 14.000 personas han muerto y más de un millón han sufrido desplazamiento interno.
Entre sus víctimas, también había profesionales de la información, como es el caso de Anatoly Klyan, cámara del canal ruso Channel One asesinado en 2014 por el Ejército ucraniano en Donetsk. O el de Andrey Stenin, fotoperiodista y corresponsal de agencias de noticias rusas hallado sin vida en septiembre de ese mismo año en la misma ciudad que su colega Klyan. También Serhiy Nikolayev, fotoperiodista ucraniano, fue víctima de un bombardeo en 2015. Una muerte de la que ambos bandos se culparon mutuamente.
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