Es un político amateur, en sus propias palabras, pero ha desbancado a todo un ex primer ministro como Manuel Valls, que fue concejal en Barcelona hasta agosto de 2021, de la carrera electoral en Francia. Renaud Le Berre, ecologista bretón de 54 años, ha logrado un 27,89% de los votos en la quinta circunscripción, en la que se incluyen España, Portugal, Andorra y Mónaco, seguido del disidente maronita Stéphane Vojetta, con un 24,5%. Valls solo logró el 16,17% y al aceptar los resultados dio a entender que se retiraba del primer plano de la política. Le Berre saborea su triunfo con moderación, mientras sigue en campaña, ya que afrontará la segunda vuelta el 19 de junio.
En las 11 circunscripciones del exterior se anticipó la primera vuelta una semana, ya que se puede votar por internet. En Francia la primera vuelta es este domingo 12 de junio. "Hay varios factores que explican nuestro éxito en la primera vuelta: hay mucho trabajo detrás y un claro rechazo a la política de Macron. Los servicios públicos se están deteriorando, menos consulados, menos becas, y se nota especialmente en el exterior", señala Le Berre, quien ve clave la unión de la izquierda que ha logrado Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa. La abstención, que será clave en las legislativas, es aún más elevada en el voto de los franceses en el exterior: apenas ha votado el 23,6%.
Afincado en España desde 2004, Renaud Le Berre, profesor de Ciencias Económicas y Sociales en el Liceo Francés, está casado con una española y tiene tres hijos. Es conocido en Barcelona, debido a que tiene desde hace años un cargo electo de proximidad, consejero de los franceses desde el extranjero y desde 2021presidente de la Comisión de Fiscalidad, Presupuesto y Finanzas de la Asamblea de los Franceses del extranjero . "También es importante que la marca Nupes, reagrupación de todas las fuerzas de izquierda, es atractiva, más incluso que la marca Mélenchon. En España ya lo habíamos hecho hace cinco años en la plataforma Agissons Ensemble", apunta Le Berre que dice que “vive la política pero no de la política”.
Nupes es la Nueva Unión Popular Ecologista y Social, el Frente Amplio de izquierdas, en el que se incluyen también los Verdes y los socialistas, que ha formado Jean-Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa. Aspira a ser la primera fuerza política de la Asamblea Nacional y cohabitar como primer ministro con el presidente Emmanuel Macron, recién reelegido para un segundo mandato.
Yolanda Díaz es de izquierdas pero a la vez tiene una forma moderada de plantear sus ideas. Representa un nuevo modelo de izquierda"
“La unión de las fuerzas de izquierda es clave para lograr el éxito electoral en Francia y lo será en España. Antes había dos partidos, a la derecha y a la izquierda, y se repartían el poder. Ha cambiado mucho la forma de hacer política. Los electores están más preparados. Antes la gente votaba por tradición por un partido. Ya no ocurre”, señala Le Berre, quien ve a la vicepresidenta Yolanda Díaz como una muy buena candidata. “Es de izquierdas pero a la vez tiene una forma moderada de plantear sus ideas. Representa un nuevo modelo de izquierda”, añade.
Cuando hay personalidades tan potentes como Mélenchon, hay cierto riesgo de que los partidos que se suman a su proyecto resulten fagocitados. En Francia, tienen una salvaguarda los partidos que se integran en Nupes porque recuperan su sello cuando sean elegidos. En caso de vencer en segunda vuelta, Le Berre estará con los Verdes. “Preservaremos nuestra independencia. Mélenchon nos reúne pero no es el líder de todos”, puntualiza.
En la quinta circunscripción, Le Berre destaca como gran diferencia con el macronista Vojetta es que su coalición quiere el cambio. “Tenemos ambiciones. Queremos cambiar las cosas. Nos preocupa la mejora de las condiciones sociales, los servicios públicos, el medio ambiente. El candidato macronista es el candidato del statu quo. Representamos la alternativa para acelerar la transición energética y mejorar los servicios de sanidad y educación”, explica el candidato de Nupes.
Cambio de mentalidad
Como economista, aboga por repensar la política y concebir una forma distinta de gastar el dinero. "Con impuestos sobre la fortuna, que Macron ha suprimido, podemos financiar estos proyectos o buscar una fiscalidad más justa. Y se pueden buscar más fondos. En la pandemia de la noche a la mañana surgió mucho dinero para ayudar a las empresas. El dinero no es el problema. El problema es político", indica.
"Cuando me hablan del endeudamiento, siempre digo que la deuda es relativa, pongo siempre el ejemplo de Japón, que tiene el doble de deuda que España y no es un país en bancarrota. Se trata de invertir en educación o en transición energética. Hay que pensar a largo plazo y pensar que si no invertimos ahí, será peor y luego habrá que gastar más”, añade.
Renaud Le Berre cree que ha llegado la hora de cambiar de mentalidad. "Hay un pensamiento único en economía: la deuda es mala, no hay que gastar, pero hay que pensar en invertir no en gastar. Y si tememos la inflación hemos de ver también que ayuda a que la deuda sea menor, si eso nos preocupa", afirma.
La cohabitación es un modelo porque con ella vuelve la separación de poderes... Los periodos de cohabitación han sido buenos para la democracia"
Frente a quienes temen que las elecciones legislativas deriven en un cohabitación entre el presidente Macron y Mélenchon como primer ministro, Renaud Le Berre sale en defensa de esta opción de gobierno tan francesa. "La cohabitación es un modelo porque con ella vuelve la separación de poderes. Cuando hay un presidente con la Asamblea Nacional a sus órdenes, no hay separación de poderes realmente. Y la historia nos dice que en los periodos de cohabitación, que son muy buenos para la democracia, no han dado lugar a bloqueos. Chirac pudo hacer su política en el 1986, también Jospin en 1998 con Chirac como presidente. Son periodos muy buenos para la democracia. La Asamblea Nacional se convierte en un foro de debates más rico y eso es positivo", dice el candidato de Nupes en la quinta circunscripción.
Lamenta que la participación sea tan baja en las legislativas en Francia, en torno al 40% o menos. En las presidenciales suele ser mayor. En el voto en el exterior ha aumentado gracias al voto por internet pero es aún es menor al 30%. "Ha mejorado pero hemos de conseguir movilizar más a los franceses en el exterior", señala Le Berre, que cree que el voto por internet dará más impulso a la participación ciudadana en el futuro.
Le Berre, como su partido de Los Verdes, es un claro defensor de Ucrania y entiende que la OTAN se necesita porque no hay una política de defensa europea. Es uno de los puntos discrepantes con Mélenchon, mucho más crítico con la OTAN. Sobre el escepticismo europeo del líder de Francia Insumisa, Le Berre destaca que las críticas ayudan a mejorar el proyecto europeo. "Criticar a Europa no es ir en contra de Europa. Hay que mejorar Europa. Es cierto que el lenguaje de Mélenchon es más directo pero hay que ser claros: en la pandemia no hemos respetado los criterios de Maastricht o Francia no respeta directivas europeas relacionadas con la protección del medio ambiente. Defiendo más Europa, una Europa fiscal, con presupuesto más amplio, y así las críticas son menores", agrega y recuerda que en Nupes hay un 80% de coincidencias entre los partidos que se amparan bajo su paraguas.
Para este candidato de izquierdas sería muy bueno que su grupo contara con muchos representantes porque así habría una oposición activa y viva en la Asamblea Nacional, en lugar de librarse ese choque en las calles.
Macron ganó las presidenciales con el recurso al miedo y sigue así. Nuestro proyecto da esperanza a la población francesa"
Entiende que hay una parte de la población francesa que está muy desesperada y por ello les atrae el discurso de Marine Le Pen, líder de Agrupamiento Nacional. “Ha seducido a parte de estas clases populares que creen en ese discurso más social que habla de la jubilación a los 60 años, más ayuda…”, dice Le Berre, que ve esta medida aplicable a quienes han trabajado toda su vida, porque empezaron muy pronto o bien tienen empleos muy duros. “Lo veo adecuado como opción”. Igualmente ve positivo que se eleve el salario mínimo a 1.400 euros: “La productividad aumenta si la gente está más contenta”.
A su juicio, Macron recurre al miedo de la población en lugar de plantear proyectos. "Macron ganó las presidenciales con el recuso al miedo y sigue así. El proyecto de NUPES es un proyecto ambicioso de futuro que da esperanza a la población francesa. Es la esperanza de vivir mejor, salvar el medio ambiente, hacer políticas sociales".
Renaud Le Berre asegura que hay que recurrir a una nueva forma de hacer política. "Defiendo la participación, el debate, estar cerca de la gente. Yo no estaré todo el tiempo e París. Vendré con frecuencia a España, Portugal.. y tenemos una red para saber lo que piensan los franceses. Queremos poner en práctica una forma de hacer política más cercana".
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