El 22 de junio de 2022, el presidente Macron pronunció un discurso sobre el impasse político del Parlamento. Con una estrecha mayoría, parece difícil par el presidente aplicar su programa político. Al reunirse con los líderes de los distintos partidos, habría planteado la posibilidad de formar un gobierno de unidad nacional. Un gobierno de unión nacional es un gobierno donde todas las fuerzas políticas hacen la paz para encontrar una salida de la crisis.
En efecto, los franceses se enfrentan a una crisis política, en la que se cuestiona la representatividad, a una crisis económica, en la que el poder adquisitivo ocupa un lugar central en el debate, y a una crisis ecológica, cuyas repercusiones en las medidas políticas están aún por ver. Pero, ningunas de estas crisis necesitan el borrado de los partidos políticos en favor de una política universal, sin debate, dada por el presidente.
Entonces, los lideres rechazaron, dejando el presidente al punto muerto. A pesar de que el parlamento no está a su favor, el presidente espera encontrar compromisos para salir del atolladero, si no para cambiar su política.
Los Republicanos, partido clave para Macron
La proposición de un gobierno de unión nacional ha sido rechazada. Tanto el Presidente como los líderes de los partidos en la Asamblea están de acuerdo en que una unión como ésta no es necesaria en este momento. Sin este tipo de unión, la pequeña mayoría del presidente tiene que apoyarse en otras alianzas. Tiene que aprovechar sus puntos en común con otros partidos para formar alianzas que puedan respaldar su poder frente a los partidos de la oposición.
Tenue atisbo de alianza con Los Republicanos, aún por definir
Debido a su cercanía en el espectro político, la mayoría presidencial (Ensemble) y Los Republicanos podrían concebir una alianza. Oficialmente, el partido presidido por Christian Jacob rechaza cualquier idea de alianza con la "Macronie", pero se alzan voces discordantes que invitan a negociar compromisos. Tras un primer lustro dedicado a hurgar en el terreno de Los Republicanos hasta debilitarlos como nunca antes, Emmanuel Macron se encuentra en la delicada tesitura de pedir a una familia política escaldada que pacte con él para aprobar leyes en la Asamblea Nacional. Con 245 miembros elegidos, la mayoría del jefe del Estado está lejos de la mayoría absoluta de 289 diputados. Con sus sesenta miembros, el grupo LR, que votó el 40% de los textos del bando presidencial durante el anterior quinquenio, puede desempeñar un papel fundamental en la próxima legislatura.
Sin embargo, Christian Jacob cree que el grupo debe afirmarse como una "oposición constructiva". el partido de la derecha está considerando la posibilidad de cooperar en el gobierno. Para algunos, sería interesante trabajar en un contrato de gobierno para que el partido, si hay una alianza, no se quede al margen y no se fusione con Ensemble. Esta opinión la comparten el ex ministro Jean-François Copé y la presidenta del País del Loira, Christelle Morançais. Rachida Dati, alcaldesa del distrito 7 de París y presidenta del grupo de Los Republicanos en el Consejo de París, señala que un pacto de gobierno no significa necesariamente participación en el gobierno.
Una alianza que parece impensable
Pero, a pesar de ello, una alianza con el partido del presidente parece inimaginable para muchos miembros."Volví a decirle al presidente que no se trataba de que entráramos en lo que podría considerarse una traición a nuestros votantes, seguimos en la oposición de forma decidida", dijo Christian Jacob este martes tras una reunión con Emmanuel Macron en el Elíseo.
El punto de divergencia más importante es nuestra visión de la democracia
Aurélien Pradié
En una entrevista concedida a El Independiente, Aurélien Pradié, diputado por la circunscripción 1 del Lot y secretario general del partido Los Republicanos, explica: "Durante cinco años el gobierno ha rechazado nuestras propuestas. Hay que tener en cuenta consideraciones políticas, no técnicas: hay temas en los que tenemos grandes diferencias, por lo que no veo cómo se nos puede confundir con Ensemble". "El punto de divergencia más importante es nuestra visión de la democracia. El presidente Macron tiende a borrar la división. Su moda de ni izquierda ni derecha es la muerte de la democracia. En su visión de la democracia, sólo tendríamos que elegir entre unirnos a Macron o elegir los extremos", añade.
"Al crear alianzas para absorber a los partidos más débiles, crearemos un problema democrático mucho mayor en los próximos años"
Aurélien Pradié
Para el diputado, es difícil concebir un acercamiento a Macron. "Durante cinco años, nuestras propuestas han sido rechazadas en la Asamblea. Por eso, no puedo imaginar que el Presidente quiera trabajar de la mano con nosotros. Quiere absorbernos. Desde hace una semana, sospecho mucho del uso de estas palabras, alianza, coalición…Hay mucha literatura sobre no saber de qué se habla. Pero, ¿se pueden superar realmente estas divisiones? En cualquier caso, no lo espero. Al crear alianzas para absorber a los partidos más débiles, crearemos un problema democrático mucho mayor en los próximos años."
Ley por ley
El presidente tiene dificultades para unir a los partidos en torno a su persona. El partido de extrema derecha, Agrupación Nacional, y el partido de Mélenchon, LFI, no se han puesto de acuerdo en absoluto para unirse a la mayoría. Les importa ser partidos de la oposición y no se someterán a Macron. Su tenacidad hace que las alianzas sean menos probables y los acuerdos factura a factura más probables.
La única solución factible a la imposible coalición con los distintos partidos
Al final, la opción la mas evidente es la de formar coaliciones según las leyes. Las coaliciones tienen que adaptarse para cada ley. «La mayoría presidencial debe ampliarse. Debemos aprender colectivamente a gobernar y legislar de forma diferente. Debemos construir nuevos compromisos, en el diálogo, la escucha y el respeto», explica en su discurso. Aunque los compromisos parezcan difíciles de alcanzar, el acercamiento entre partidos es posible. El 20 de junio, Éric Dupond-Moretti, ministro de Justicia, pareció mencionar la posibilidad de que la mayoría presidencial "avanzara junto" a la Agrupación Nacional.
Este anuncio sorprendió a toda la clase política, ya que hasta entonces la Agrupación Nacional había sido estigmatizada y marginada de las coaliciones parlamentarias. Su escaso número de diputados en la Asamblea no perturbó estas medidas. Sin embargo, desde las elecciones, el partido ha recuperado su fuerza, aportando 89 diputados al Parlamento. Como primer partido de la oposición, la mayoría presidencial no tiene más remedio que unirse al partido de Marine Le Pen. La diputada parece, por ejemplo, dispuestos a negociar una ley de aumento del poder adquisitivo. Subrayó que "si estamos de acuerdo, por supuesto que votaré a favor".
El frente republicano, convocado por el presidente Macron en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, parece muerto. Sin embargo, para algunos, una alianza con la Agrupación Nacional sería "antirrepublicana". Olivier Verran, Ministro de Relaciones con el Parlamento, detalló en BFMTV las vías abiertas al ejecutivo tras la pérdida de la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional: "Un ensanchamiento" de la mayoría con "la continuación del adelantamiento centro-izquierda/centro-derecha", "un ensanchamiento aún mayor". O "un sistema de mayoría proyecto a proyecto, a veces con la izquierda, a veces con la derecha". Pero enseguida dejó claro que excluía a Agrupación Nacional y el partido de Mélenchon de la mayoría que el Gobierno pretende formar para aprobar sus leyes, porque no están, según él, "en el arco republicano".
Posibles relaciones puntuales
Durante su anterior mandato, varias leyes del partido de Macron fueron apoyadas por Los Republicanos. Por tanto, es posible que se renueve esta ayuda. Por ejemplo, la Ley de Seguridad Global, que recibió mucha publicidad durante el mandato presidencial, fue aprobada por casi todo el grupo de Los Republicanos en primera lectura. Esta ley fue parcialmente censurada por el Consejo Constitucional, en particular el artículo 52, que creaba un delito de provocación para identificar a los agentes de policía. La ley sobre el clima y la resiliencia, que pretende transcribir las propuestas de la convención ciudadana sobre el clima en una ley, fue vista de forma relativamente positiva por los diputados del partido de Christian Jacob, ya que sólo 3 diputados votaron en contra, 1 a favor y 99 se abstuvieron.
Además, se pueden encontrar algunos compromisos sobre las leyes en discusión. Antes de las elecciones legislativas, el gobierno quería presentar una ley sobre el poder adquisitivo. Sin una mayoría absoluta, su rápida adopción parece más complicada. El proyecto de ley contiene la ampliación del "escudo tarifario" en los precios del gas y la electricidad, el descuento en el surtidor de los carburantes o el aumento del tope de la bonificación excepcional del poder adquisitivo. En el escenario esperado por el gobierno, esta ley habría sido votada a principios de julio por la nueva Asamblea Nacional. En una comparecencia en LCI el miércoles, Pierre-Henri Dumont, diputado de Pas-de-Calais, dijo que los republicanos están dispuestos a ayudar a la mayoría a votar este texto. Con una condición: que Emmanuel Macron incluya "las propuestas de nuestro grupo en el texto". "Esta será la única condición para votar los textos", insiste.
En contraste con las expectativas de Macron, se pueden crear algunas alianzas contra su partido y sus reformas. Para la Agrupación Nacional, es posible un cierto acercamiento, como señala Jordan Bardella, presidente interino del partido, a la emisora francesa France Inter : "Creo que hay puntos en los que podemos estar de acuerdo con los demás partidos de la oposición. Espero que Los Republicanos, por ejemplo, puedan defender una reversión de la política penal que se ha llevado a cabo durante los últimos 5 años. Los miembros de la mayoría se han referido a la reindexación de las pensiones a la inflación. Estoy contento por ello, lo teníamos en nuestro programa. Así, por ejemplo, si esta propuesta se somete a votación, votaremos a favor."
Otras posibilidades para el futuro de la Asamblea
El partido de Jean-Luc Mélenchon, LFI, quiere proponer una moción de censura en julio. Una moción de censura es un texto que permite disolver el gobierno si votan a favor suficientes diputados. Si consigue un acuerdo suficiente, el Presidente de la República debe formar un nuevo gobierno. Sin embargo, "adoptar una moción de censura es como adoptar un programa", recuerda el diputado republicano Aurélien Pradié. Por lo tanto, la probabilidad de disolver el gobierno por esta vía parece baja. De hecho, "la moción de censura es presentada por LFI, no la votaré porque no estoy de acuerdo con su programa. Esto contribuye a la superficialidad del debate. Los autores de la moción de censura deben ser tenidos en cuenta. No voy a votar una moción de censura sólo para deshacerme del gobierno si no estoy de acuerdo con su programa".
Es posible otro enfoque institucional. Ante una Asamblea que no la apoya, el Primer Ministro puede pedir un voto de confianza. Esta pregunta suele confirmar su dominio sobre los diputados. Sin embargo, si demasiados ciudadanos responden negativamente a la cuestión de confianza, el Primer Ministro debe dimitir y se debe formar un nuevo gobierno. Macron tendrá entonces que formar un nuevo gobierno, más acorde con la nueva Asamblea. Sin embargo, para Arnaud Benedetti, redactor jefe de la Revue Politique, en una entrevista para El Independiente, "esta medida no sirve de nada dada la dificultad de obtener una mayoría". También señala que "constitucionalmente, nada le obliga a hacerlo".
Si las oposiciones deciden superar al gobierno, pueden hacerlo. Tienen un arma considerable
Arnaud Benetti
En tercer lugar, en caso de parálisis de la Asamblea, el presidente Macron puede convocar nuevas elecciones legislativas en 2023. "El riesgo de parálisis es real. Si en el momento oportuno, en cualquier crisis, las oposiciones deciden superar al gobierno, pueden hacerlo. Tienen un arma considerable", subraya Arnaud Benedetti. "
En tercer lugar, en caso de parálisis de la Asamblea, el presidente Macron puede convocar nuevas elecciones legislativas en 2023. "El riesgo de parálisis es real. Si en el momento oportuno, en cualquier crisis, las oposiciones deciden superar al gobierno, pueden hacerlo. Tienen un arma considerable", subraya Arnaud Benedetti", continúa.
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