"Transformadora". Es la palabra que más ha repetido el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, para referirse a la cumbre que acaba de la Alianza Atlántica que acaba de celebrarse en Madrid. España ha albergado este encuentro "histórico", según los aliados, en el 40 aniversario de su ingreso en la organización política y militar creada en 1949 con la firma del Tratado de Washington. En Madrid se ha acordado el nuevo Concepto Estratégico, la hoja de ruta de la Alianza Atlántica para la próxima década.
El momento en que ha tenido lugar el cónclave de los 30 aliados es excepcional. Europa ha dejado atrás los tiempos de paz y prosperidad. En la frontera oriental se libra una guerra cruenta entre Ucrania, asociado de la Alianza Atlántica y antiguo aspirante al ingreso, y la Federación Rusa, considerado "socio estratégico" en el Concepto Estratégico de Lisboa, acuñado en 2010. "Vivimos en el momento más crítico desde la Segunda Guerra Mundial", ha insistido Jens Stoltenberg. La OTAN como tal no se implica en el conflicto, para evitar una escalada, pero sí los aliados.
La invasión rusa de Ucrania ha fortalecido a la Alianza Atlántica, ha unido a sus miembros, y ha provocado que tenga más claros sus objetivos. Esta cumbre de Madrid ha servido para que los aliados concreten cuáles son sus retos y qué han de hacer para afrontarlos. Estados Unidos ha retomado el liderazgo, al que había renunciado en el mandato Trump.
Rusia, una amenaza directa
El enemigo vuelve a estar claro. La Federación Rusa cruzó una línea roja el 24 de febrero al invadir Ucrania. Desde entonces la OTAN sabe de dónde viene la mayor amenaza a su seguridad. Con la violación de la soberanía e integridad territorial de Ucrania, Rusia se ha colocado frente a la Alianza Atlántica, que defiende los valores de la democracia, la libertad y el Estado de derecho. Moscú ha roto con la arquitectura de seguridad diseñada en la posguerra fría.
"La zona euroatlántica no está en paz. La Federación Rusa ha violado las normas y principios que contribuyen a un orden de seguridad europeo estable y predecible. Nosotros no podemos descartar la posibilidad de un ataque contra la soberanía y la integridad territorial de los aliados. La competencia estratégica, la inestabilidad generalizada y los choques recurrentes definen nuestro entorno de seguridad más amplio. Las amenazas a las que nos enfrentamos son globales y están interconectadas", señala el Concepto Estratégico de Madrid.
A la par, la OTAN se compromete con Ucrania "el tiempo que sea necesario", en palabras del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Estados Unidos y el Reino Unido son los países que están aportando más fondos y más asistencia militar a Ucrania. Su presidente, Volodimir Zelenski, que se dirigió de forma virtual al Consejo del Atlántico Norte, demanda más armamento, especialmente el necesario para combatir los ataques de artillería de Rusia. Zelenski instó a los líderes aliados a "ser valientes" y "dar una respuesta muy contundente" a Moscú. Los aliados han sido reticentes a aplicar zonas de exclusión aérea o medidas que puedan considerarse como una agresión por el Kremlin.
El desafío chino
Cómo tratar con China ha sido una de las cuestiones que más debate ha suscitado entre los aliados. Finalmente, en el Concepto Estratégico China se define como un claro desafío. Sin llegar a ser una clara amenaza, la OTAN habla de la "opacidad" de la estrategia de Pekín, y del riesgo de su cooperación con Moscú. Los aliados dejan la puerta abierta a la cooperación con Pekín, siempre que haya avances en transparencia. Preocupa la carrera armamentística de China, que avanza en el terreno nuclear sin someterse a controles. Y también el control que ejerce sobre infraestructuras básicas.
La defensa del flanco oriental: 300.000 en alerta
Después de la invasión rusa de Ucrania, el Kremlin se ha vuelto imprevisible. Toda los países que formaron parte de la Unión Soviética se sienten bajo amenaza, ya que Putin ha dejado claro que quiere que la situación vuelva a 1997, antes de la ampliación a Europa Oriental. Especialmente expuestos están los países bálticos (Lituania, Letonia y Estonia). Lituania acaba de aplicar sanciones a determinadas exportaciones desde Kaliningrado y Moscú amenazó con represalias sobre la población lituana. Kaliningrado es un exclave ruso situado entre Polonia y Lituania. Pero desde ahí se accede a la frontera de estos dos países, el corredor de Suwalki, la zona más vulnerable de la OTAN.
Al principio de la guerra la OTAN duplicó el número de battlegroups en el flanco oriental. Son grupos rotativos que no superan los 1.500 efectivos. De ahí que Polonia y los Bálticos demandaran que hubiera brigadas o bases permanentes. Estados Unidos va a establecer por primera vez un cuartel del V Ejército permanente en Polonia. También habrá una brigada en Rumanía con 5.000 soldados estadounidenses y se reforzará el número de efectivos en Lituania, Letonia y Estonia. España aumentará el número de destructores de la base de Rota de cuatro a seis. Francia también va a incrementar su despliegue en el Este. Y la OTAN podrán en máxima alerta a 300.000 efectivos. Antes eran 40.000. Permanecerán en sus lugares de origen pero listos para desplazarse en cualquier momento si es preciso.
La inseguridad del flanco sur
La amenaza más inminente viene del este, pero la OTAN es consciente de que no puede descuidar el sur. España ha insistido en esta visión y ha logrado que se dedique especial atención al norte de África, el Sahel y Oriente Medio en esta cumbre. "La inseguridad en estas regiones tiene un impacto directo en la seguridad de todos los aliados", ha dicho Stoltenberg, en la rueda de prensa sobre las conclusiones de la cumbre de Madrid. La OTAN reconoce el terrorismo como “una de las principales amenazas a nuestra seguridad” y ha reafirmado su compromiso en combatirlo en todas sus manifestaciones.
Por primera vez, la OTAN ha destinado un paquete para mejorar la capacidad defensiva de Mauritania, presente en la cumbre en calidad de asociado. "Así ayudaremos a la seguridad fronteriza, la migración irregular y la lucha contra el terrorismo". También va a asistir a Túnez, y continuará su labor en Jordania.
Sin embargo, a pesar de que España insiste en que Ceuta y Melilla han quedado protegidas al aludir el Concepto Estratégico a la defensa de la "soberanía e integridad territorial de los aliados", al ser zonas excluidas del ámbito geográfico contemplado en el artículo 6, la actuación siempre dependería de una decisión política, como ha confirmado en reiteradas ocasiones Stoltenberg.
Mayor gasto en defensa
Los aliados han reafirmado su compromiso de superar el 2% del gasto del PIB en defensa lo antes posible. Solo nueve países cumplen con este objetivo, planteado en la cumbre de Gales de 2014 (Obama era el presidente de EEUU y Biden su vicepresidente). Estados Unidos, que sufraga las dos terceras partes de los gastos de la Alianza Atlántica confía en que ahora los aliados sí se lo tomen en serio. Biden, de hecho, puso como ejemplo a Alemania como país que está realizando un esfuerzo presupuestario con este objetivo. "Es el mínimo, no el máximo", ha señalado Stoltenberg. El primer ministro británico, Boris Johnson, es un alumno aplicado: ha anunciado que a finales de la década el Reino Unido destinará el 2,5% de su PIB a defensa. España está lejos del 2%: el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, asegura que nuestro país lo conseguirá en 2029.
Suecia y Finlandia: política de puertas abiertas
"Putin quería debilitar la Alianza y ha logrado fortalecernos y unirnos más". El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se refería así a la solicitud de ingreso en la OTAN de Suecia y Finlandia, dos países nórdicos tradicionalmente no alineados. Finlandia comparte 1.300 kilómetros de frontera con Rusia. Turquía levantó el veto debido a las garantías ofrecidas por Estocolmo y Helsinki relacionadas con la lucha contra el terrorismo. El presidente turco, Racip Tayyip Erdogan, asegura que se han comprometido a entregar a 73 supuestos terroristas kurdos. Incluso ha insinuado que volvería a bloquear la adhesión.
El paso dado por Suecia y Finlandia es muy simbólico. Representa toda una bofetada en la cara de Putin, que ha amenazado con responder si se despliega infraestructura militar o armamento letal aliado en estos países. Durante años, la opinión pública sueca y finlandesa estuvo en contra de la entrada en la OTAN pero la invasión rusa ha cambiado su percepción. Quieren contar con la protección del artículo 5, la claúsula de seguridad colectiva, ese uno para todos todos para uno, que define a la Alianza Atlántica. "Defenderemos cada milímetro del territorio aliado ante cualquier agresión. El artículo 5 es sagrado". Palabra de Joe Biden
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