China ha pasado de las palabras a los hechos. Pekín ha anunciado este viernes ocho medidas en protesta por el viaje el miércoles de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, a Taiwán, entre ellas la suspensión de la cooperación en materias como la judicial, la de cambio climático y en varios foros de seguridad. También aplicará sanciones a Nancy Pelosi, la segunda en la línea de sucesión en EEUU, y a su familia, por su visita, que considera "una acción provocadora y perversa". Todo indica que no parará ahí. Es un golpetazo en la mesa para que quede claro hasta qué punto considera gravísima la ofensa de Pelosi. .

En represalia por lo que considera una violación de su soberanía, Pekín suspende, entre otras, la cooperación en la repatriación de inmigrantes ilegales, en asistencia judicial penal, en la lucha contra los delitos transnacionales y las conversaciones sobre la lucha contra el cambio climático, según informa la agencia Reuters. También se cancelan las reuniones de ministros de Defensa y mecanismos de consulta sobre seguridad marítima.

Pelosi, que ya ha concluido su gira por Asia, realizó una parada de apenas 24 horas en Taiwán, a pesar de que China anunció que respondería de forma contundente si lo hacía. "No os abandonaremos", dijo Pelosi a la presidenta Tsai Ing-wen. El ministro chino de Exteriores, Wang Yi, ha insistido en que esta visita supone una clara violación de la soberanía territorial de China. Estados Unidos no reconoce la independencia de Taiwán pero le presta ayuda para su defensa. China considera que Taiwán es parte de su territorio, aunque no ejerce el gobierno sobre la isla. Su objetivo es la reunificación.

El gobierno de Pekín también ha anunciado este viernes que va a sancionar a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y a su familia. «Nancy Pelosi insistió en ir a Taiwán haciendo caso omiso de las graves preocupaciones y la firme oposición de China, interfiriendo gravemente en los asuntos internos de China, socavando gravemente la soberanía y la integridad territorial de China, pisoteando gravemente el principio de una sola China y amenazando gravemente la paz y la estabilidad del estrecho de Taiwán. En respuesta a las acciones viciosas y provocadoras de Pelosi, China ha decidido imponer sanciones a Pelosi y a su familia inmediata de acuerdo con las leyes pertinentes de la República Popular China", señala el comunicado oficial.

La visita de Pelosi es la de más alto rango de un político de Estados Unidos a Taiwán desde hace 25 años. En 1997 estuvo en Taiwán el presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich. Tanto este viaje como el del entonces presidente desembocaron en una crisis que duró meses.

En principio, Pelosi no contaba con la aprobación del Pentágono, y el presidente Joe Biden tampoco era partidario. Pero Pelosi, que la había previsto en abril, la quiso mantener y las autoridades taiwanesas no pidieron que se suspendiera. Hasta el último minuto no se supo si se realizaría con certeza porque no figuraba en la agenda por cuestiones de seguridad. Sin embargo, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha instado a Pekín a que no use este hecho como pretexto para emprender acciones militares.

También convocó el gobierno de Pekín al embajador estadounidense, Nicholas Burns, justo cuando Pelosi estaba en Taiwán. Este viernes el embajador chino en Washington, Qin Gang, a quien la Administración de Biden le ha expresado su condena por "las acciones militares del Ejército Popular de Liberación". Las Fuerzas Armadas chinas están realizando las mayores maniobras de su historia. Por primera vez misiles chinos han sobrevolado Taiwán. Trece embarcaciones y 68 aviones han sobrepasado la línea mediana, la frontera oficiosa en el Estrecho de Taiwán, según el Ministerio de Defensa de la isla.