A principios de mes el Razoni se convirtió en un símbolo. Fue el primer buque cargado con 26.500 toneladas de grano que partió del puerto ucraniano de Odesa desde el inicio de la invasión rusa del país. Dos semanas después, las imágenes satelitales lo sitúan en la base naval rusa en la localidad siria de Tartus.

Los últimos datos de su localización, proporcionados por la empresa de imágenes satelitales Planet Labs, muestran al carguero atracado en Tartus, el puerto sirio que ha desempeñado un papel clave en el sostenimiento del régimen de Bashar Asad tras años de guerra civil. El navío, de bandera de Sierra Leona, abandonó Odesa el pasado 1 de agosto en virtud de un acuerdo negociado por la ONU con mediación turca que permitió el desbloqueo de los puertos ucranianos, donde se almacenan unos 22 millones de toneladas de grano.

Desde entonces dieciséis buques han zarpado de los puertos ucranianos de Odesa, Chornomorsk y Pivdennyi y enfilado el mar Negro en dirección a Estambul, donde está situado un centro de coordinación en el que participan representantes de Turquía, Rusia, Ucrania y la ONU. La institución está encargada de garantizar el tránsito seguro y certificar que no transportan tripulación o carga no autorizada. No controla, sin embargo, el destino final de los buques una vez que abandonan Estambul.

El pacto alcanzado garantizaba la exportación de cereales y aceite de girasol desde estos tres puertos ucranianos además de la salida de forma segura fertilizantes de fabricación rusa, con el propósito de mejorar las cosechas. Este martes ha zarpado del puerto de Pivdennyi el buque Brave Commander, fletado por la ONU con más de 23 mil toneladas de trigo como el primer cargamento de ayuda humanitaria con destino a Etiopía desde Ucrania tras el inicio del conflicto.

Su destino inicial era el Líbano

El Razoni, que ha debido abrirse paso por un camino plagado de minas rusas y ucranianas, ha protagonizado una azarosa singladura. Su destino era el Líbano, un país sumido en una grave crisis económica agravada hace dos años por la explosión en el puerto de Beirut. Sin embargo, el cargamento no llegó a tocar tierra en el país árabe después de que el comprador rechazara la mercancía alegando su escasa calidad.

Revendido el grano, el carguero efectuó una primera descarga de 1.500 toneladas en Turquía y puso rumbo hacia Egipto, otro de los principales países afectados por la contienda en Ucrania. Los últimos datos de su ubicación corresponden al pasado viernes, cuando circulaba por el noroeste de Chipre. Las imágenes por satélite desvelan que el buque quedó anclado a las afueras de la localidad siria de Tartus el sábado. El puerto sirio es un viejo conocido del Razoni. Atracó allí en al menos tres ocasiones el año pasado.

El comercio de alimentos, incluido los cereales, no vulnera la larga retahíla de sanciones occidentales que pesan sobre el régimen de Asad por su sangrienta represión de las manifestaciones que surgieron en 2011 al calor de la Primavera Árabe.

Amenaza de hambruna

El bloqueo de los puertos ucranianos por la invasión rusa de Ucrania ha provocado escasez de alimentos y subidas de precios. Las estadísticas ofrecen nítidamente un balance del efecto que la contienda, inaugurada el 24 de febrero, ha causado en uno de los motores económicos de Ucrania, uno de los mayores exportadores mundiales de trigo, maíz y aceite de girasol: antes del conflicto, el país exportaba mensualmente entre 6 y 7 millones toneladas de grano. En el último mes, sin embargo, la cifra se redujo a 2,2 millones de toneladas, según datos de la asociación sectorial ucraniana.

La situación es preocupante en varios países de África. Al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, le preocupa especialmente la coyuntura en Somalia, donde hay varias zonas del país en riesgo de hambruna.

Ucrania era antes de la guerra uno de los mayores exportadores de trigo, maíz y aceite de girasol. Mensualmente exportaba entre seis y siete millones de toneladas de grano. Ahora se ha reducido a la tercera parte y se hace por el Danubio.