José Luis Rodríguez Zapatero se ha convertido en un habitual al otro lado del Estrecho. Sus viajes se han vuelto continuos. Este viernes el ex presidente del Gobierno imparte una conferencia sobre las relaciones hispano-marroquíes en una universidad de Tetuán en una coyuntura marcada por el giro copernicano del Ejecutivo en el contencioso del Sáhara Occidental y la crisis abierta con Argelia.

La intervención de Rodríguez Zapatero lleva por título “Primera conferencia internacional: Relaciones marroquí-españolas: presente y futuro” y está organizada por la universidad de Abdelmalek Essaadi, un centro establecido en 1989 que presume de ser la principal universidad del norte de Marruecos, y el centro marroquí de estudios e investigación en economía y desarrollo. Ambos organismos de titularidad pública.

El socialista abordará precisamente unas relaciones que sufrieron su peor crisis reciente en 2021. A principios de mayo de aquel año miles de marroquíes llegaron a nado a las costas de Ceuta, un movimiento de presión marroquí por la acogida por razones humanitarias del líder del Polisario, Brahim Ghali, que fue condenado por el Parlamento Europeo. El pasado marzo el Gobierno de Pedro Sánchez trató de cerrar la crisis cediendo a las demandas de Rabat y respaldando el plan de autonomía marroquí para el Sáhara, quebrando en la práctica una posición con más de cuatro décadas y para la que no contó con el apoyo del resto del arco parlamentario.

Desde entonces la consigna de La Moncloa, con el rechazo explícito de Unidas Podemos, es apostar, en palabras de Sánchez, por “una nueva etapa entre dos países vecinos, socios estratégicos, basada en la transparencia, el respeto mutuo y el cumplimiento de los acuerdos”.

No es la primera intervención que Rodríguez Zapatero realiza desde el giro copernicano en el litigio de la ex colonia española. Ya participó el pasado junio en un presunto foro de diálogo de religiones en Tánger. “El Gobierno de España sigue una posición constructiva, realista y en mi opinión que va ganando terreno político para un conflicto de fondo”, declaró entonces el ex presidente del Gobierno, un firme defensor de las tesis marroquíes.

El expresidente del gobierno español, José Rodríguez Zapatero, durante su participación la pasada semana a un presunto foro de diálogo de religiones en Tánger.

"Amigo de Marruecos"

Zapatero y sus ex ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos y Trinidad Jiménez, llevan años haciendo gala de sus conexiones con el régimen marroquí. A propósito de la crisis con Argelia, que mantiene congelado el comercio con España, el socialista trató de rebajar su trascendencia.

El Gobierno de España sigue una posición constructiva y realista

“Cuando se avecina una parte importante de la posible negociación o solución final siempre ocurren tensiones… esto es habitual en todos los procesos políticos. Espero que se reconduzca todo a través del cauce político y diplomático y especialmente que todo el mundo esté en la sensatez y, en la medida que se pueda, apoyando al gobierno de España”, agregó.

Hasta ahora Argelia era un importante socio gasístico que en los últimos meses ha optado por impulsar sus relaciones con Italia y Francia. Emmanuel Macron acaba de visitar Argel en busca de una mejora de las siempre complejas relaciones con un país del que fue metrópoli durante más de un siglo.

El ex presidente del Ejecutivo ha sido ampliamente agasajado por Rabat, convirtiéndolo además en un emisario de sus pretensiones del país árabe en política exterior. En 2018 fue galardonado con el Premio por la Memoria y la Paz en el marco del Festival Internacional de Cine. Durante la alocución de entrega del galardón, Zapatero aseveró que Marruecos había sido siempre “su aliado” durante sus años de mandato.

Meses antes le fue concedido por el rey Mohamed VI el cordón alaui de clase excepcional, una de las más altas condecoraciones del estado marroquí. En varias ocasiones se ha jactado en público de ser “amigo de Marruecos”.