Una semana después del inicio de la ola de protestas antigubernamentales en Irán, la mayor en años, España condena tímidamente la represión. En mitad de las críticas por el silencio mantenido hasta ahora, el Gobierno de Pedro Sánchez ha mostrado su adhesión a la declaración de condena conjunta difundida este domingo por la Unión Europea en la que se exige al régimen teocrático que "cese el uso desproporcionado de fuerza contra las manifestaciones en Irán tras la muerte de Mahsa Amini".

"Su muerte tiene que esclarecerse y los responsables responder por ello", insiste el documento divulgado por el ministerio de Asuntos Exteriores a través de sus redes sociales. El titular de la cartera, José Manuel Albares, se ha referido escuetamente a este asunto este lunes durante un desayuno informativo organizado por Europa Press. "El Gobierno se ha pronunciado en los últimos días", ha replicado preguntado precisamente por el llamativo mutismo que ha exhibido España.

"Ayer nos pronunciamos de una doble manera. Hicimos una declaración conjunta todos los Estados de la UE y además reiteramos lo que se decía en esa declaración de manera bilateral", ha argumentado. "Hay que respetar el derecho de manifestación por supuesto y rechazamos el uso desproporcionado de la fuerza que se pueda hacer para reprimir un derecho de manifestación. Lo que queremos es que se esclarezcan las circunstancias de la muerte de esta mujer y que los responsables respondan por los mismos. De eso no hay ninguna duda al respecto", se ha limitado a decir.

La muerte bajo custodia policial de Mahsa Amini, -una joven kurda de 22 años tras ser detenida por lucir el hiyab (pañuelo islámico) de manera supuestamente errónea e infringir las normas- ha provocado un tsunami de protestas contra las restricciones públicas que aún se hallan plenamente vigentes en la República Islámica de Irán. Según las autoridades, unas 35 personas han muerto desde que estallaron las protestas por la muerte de Amini, en un movimiento que como un dominó se ha ido propagando por las principales ciudades del país.

El silencio español ha suscitado las críticas del movimiento feminista, no solo dirigido contra Exteriores sino también contra el ministro de Igualdad que dirige Irene Montero, dirigente de Unidas Podemos. En la declaración de la UE, se recuerda que "tras los abusos de Mahsa Amini por parte de la policía de la moral y su muerte bajo custodia, mujeres y hombres de todo Irán han ejercido su derecho fundamental a reunirse y protestar" durante esta última semana.

"Un número creciente de informes indican que, a pesar de los reiterados llamamientos a la contención, la respuesta de las fuerzas de seguridad y policiales iraníes a las manifestaciones ha sido desproporcionada y ha provocado la pérdida de vidas y un gran número de heridos", denuncia Bruselas. "La decisión de las autoridades iraníes de restringir severamente el acceso a Internet y de bloquear las plataformas de mensajería instantánea es otro motivo de preocupación, ya que viola flagrantemente la libertad de expresión".

Para la Unión Europea y sus Estados miembros, "el uso generalizado y desproporcionado de la fuerza contra manifestantes no violentos es injustificable e inaceptable". "La gente en Irán, como en cualquier otro lugar, tiene derecho a la protesta pacífica. Ese derecho debe garantizarse en cualquier circunstancia", subraya la nota.

Según lo conocido hasta ahora, los agentes golpearon la cabeza de la joven con una porra y también contra uno de sus vehículos. La policía iraní insiste en que no hay pruebas de malos tratos y que sufrió un "fallo cardíaco repentino". Este pasado domingo el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, se comprometió a tomar medidas contra los manifestantes tras una semana de protestas. Advirtió de que "tratará con decisión" las protestas. Los enfrentamientos continúan en varias ciudades y este domingo se celebraron, además, manifestaciones progubernamentales.