España y Alemania son dos grandes impulsoras del proyecto europeo que se complementan y sintonizan. El canciller alemán, Olaf Scholz, y el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, pertenecen a la misma familia política y en La Coruña han sellado una conexión socialdemócrata que se traduce en la letra y la música del Plan de Acción que será la hoja de ruta de las relaciones bilaterales de ahora en adelante. La colaboración tiene especial relevancia con vistas a la Presidencia española del Consejo, en el segundo semestre de 2023.
Sánchez ha hablado en La Coruña de la "complicidad" de la relación entre Madrid y Berlín. "Nuestras relaciones se sustentan sobre bases sólidas", ha dicho. Scholz ha subrayado, en español, que "son excelentes y muy estrechas". Los dos coinciden en trabajar por "una Europa fuerte y soberana". Según Sánchez ha remarcado, "la buena relación entre España y Alemania es buena noticia para nuestros países y para Europa".
Alemania y España defienden una Europa más geopolítica, con mayor peso, defensora acérrima del Estado de derecho. Y una Europa que consolide una Europa social, "en la que todos sus ciudadanos puedan hacer efectivos sus proyectos de vida en paz y en libertad". Es decir, los dos se proponen mejorar las condiciones de las clases medias y con menos recursos, las más afectadas por la inflación, muy elevada en los dos países.
En el corto plazo, España y Alemania mantendrán los esfuerzos para abordar su impacto mediante medidas bien enfocadas, asegurando que nadie se quede atrás"
plan de acción hispano-alemán
"El auge actual de la inflación constituye uno de los principales a los que se enfrentan los hogares, trabajadores y empresas de ambos países. En el corto plazo, España y Alemania mantendrán los esfuerzos para abordar su impacto mediante medidas bien enfocadas, asegurando que nadie se quede atrás", señala el documento suscrito. Y en tiempos de crisis concatenadas esa Europa que protege ha de fortalecerse más. Así lo ha dicho el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al término de la cumbre bilateral en la que han participado 15 ministros, ocho españoles y siete alemanes, además de los jefes de gabinete.
"Todos los gobiernos de todos los signos políticos tenemos el desafío de proteger a la clase media y trabajadora que ha sufrido crisis acumuladas en poco tiempo. Hemos salido de una pandemia y ahora afrontamos los efectos de una guerra en suelo europeo. Hay que empatizar con la sociedad y la sociedad demanda solidaridad", ha señalado Sánchez, en respuesta a una pregunta en la rueda de prensa sobre el ascenso al poder de Fratelli d'Italia, que no quiso mencionar explícitamente ni tildar de ultraderecha.
En plena sintonía, el canciller socialdemócrata Olaf Scholz, que encabeza una coalición tripartita con verdes y liberales, ha subrayado: "El respeto es lo más importante que define nuestras sociedades en el futuro. No demos la impresión de que el mundo se rige por los que tienen los máximos salarios sino también por los que trabajan día a día. Defendemos que haya buenos salarios y buenas perspectivas laborales. Necesitamos una perspectiva de futuro para nuestra sociedad. Ambos gobiernos se han fijado esta prioridad".
Sánchez se ha mostrado comprensivo con el plan de ayuda de 200.000 millones de euros puesto en marcha por el gobierno federal alemán, a pesar de que muchos países europeos han recriminado a Alemania haber recurrido a su chequera en lugar de abogar por soluciones conjuntas.
"Las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania aunque nos afectan a todos los países, han afectado más a los países más dependientes de los hidrocarburos rusos. Alemania ha reducido la dependencia del gas ruso en tiempo récord. Somos empáticos con la situación que atraviesa Alemania. Es la principal economía europea. A todos nos interesa que a Alemania le vaya bien. Tenemos que dar una respuesta europea que nos afecta de forma asimétrica a todos. Hemos de preservar el mercado único y su correcto funcionamiento".
Scholz ha recordado que los paquetes de subvenciones son necesarios para bajar los precios y para ayudar a los ciudadanos. "Lo han hecho otros países también. Y no es una suma tan grande si se piensa que es para tres años. Lo hacemos en el marco de la UE. Mantenemos que hay que trabajar en la resiliencia de Europa".
Y juntos se han comprometido a defender la conclusión del gasoducto del Midcat, que cruza los Pirineos y llegaría a Europa central. Tendrán que vencer las reticencias de Francia, que ve muy caro el proyecto, y buscar más aliados en la Unión Europea. Pero ya han puesto fecha a su conclusión: 2025. Y no solo transportaría gas sino también hidrógeno verde, una apuesta en la que está muy interesado el gobierno español. Tanto Sánchez como Scholz defendieron el Midcat en la rueda de prensa y se comprometieron a hacer lobby para ponerlo en marcha, en interés de Berlín y Madrid y de toda la UE.
Alemania y España coinciden en su firmeza en la defensa de la independencia, soberanía e integridad de Ucrania y rechazan de manera inequívoca la anexión ilegal de las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Zaporiya y Jersón. "Reiteramos que la UE mantiene su firme apoyo a Ucrania y continuará prestándole asistencia económica, militar, social y finaciera durante el tiempo que sea necesario", señala el texto.
Un ambicioso Plan de Acción social
Donde más se trasluce cómo son dos gobiernos que tienen líneas ideológicas comunes es en el Plan de Acción con el que se renueva la relación bilateral. "La defensa de los derechos humanos, del Estado d e derecho, de la democracia, del multilateralismo y de un orden internacional basado en normas son objetivos irrenunciables para ambos gobiernos, como es la consolidación de una Europa social, en la que todos sus ciudadanos puedan hacer efectivos sus proyectos de vida en paz y libertad", señala la declaración conjunta, donde se incide en que los dos gobiernos trabajan para lograr "la cohesión social y la igualdad de oportunidades de sus ciudadanos".
Los dos gobiernos trabajan para lograr la cohesión social y la igualdad de oportunidades de sus ciudadanos"
plan de acción hispano-alemán
La hoja de ruta que se traza en el Plan de Acción que se concibe como un texto vivo que se concreta en planes que llevarán a cabo los Ministerios. La cooperación va a reforzarse en los siguientes ámbitos: política exterior y de seguridad, con defensa de un orden internacional basado en normas orientado a la paz y la seguridad, y con un enfoque de política exterior feminista; la apuesta clara por una Europa geopolítica, con la preocupación por la creciente desinformación; un capítulo especial merece la innovación (con apuesta por los semiconductores), el comercio, la industria, las empresas, el clima, la energía, la biodiversidad y la pesca, en un entorno de crecimiento honesto y sostenible, donde subrayan comparten su visión de la diplomacia climática y el impulso de infraestructuras energéticas como es el caso del gasoducto Midcat; defienden una economía social y un sistema impositivo justo que contemple la economía digital.
Como capítulo aparte sobresale la cohesión social y la igualdad de oportunidades, que vinculan a la cooperación en el empleo, la educación y la cultura. "Nuestras sociedades tienen un enorme potencial y juntas podremos afrontar los desafíos sociales de nuestro tiempo como la desigualdad, la inclusión social, el cambio demográfico, la transformación de regiones más débiles, el empleo juvenil, la transformación del mundo laboral y la desigualdad de género. No queremos dejar a nadie atrás y para ello trabajaremos activamente para fomentar una participación social y mejorar las condiciones de vida", subrayan en el Plan de Acción. Ese 'no dejar a nadie atrás' es un leitmotiv para Sánchez y Scholz. Y tampoco quieren dejar atrás a quienes afrontan violencia de género, preocupación en los gobiernos de Berlín y Madrid.
Concluye el Plan de Acción con la mención al Proyecto Ronsenburg como ejemplo de trabajo en Memoria Democrática, una preocupación para todo país que haya sufrido una dictadura.
El canciller Scholz visitó la Moncloa en enero de 2022, poco después de ser elegido. En agosto Pedro Sánchez fue invitado a participar en una reunión del gobierno en el castillo de Meseberg. Pero estos encuentros entre los dos gobiernos no se celebraban desde 2014. Esta cumbre bilateral de La Coruña marca un antes y un después en la relación, que se marca objetivos a corto, medio y largo plazo dentro de la Unión Europea, y con una visión socialdemócrata, con tintes ecologistas. Este año todavía queda pendiente la visita de Estado del rey a Alemania y la Feria del Libro, dedicada a España. Es el año de los encuentros, y el año en que Berlín y Madrid consolidan su alianza, una alianza con base y con buenas perspectivas de futuro. "Cuando Alemania y España caminan de la mano existe gran potencial para avanzar en la integración europea". Así lo ha dicho Sánchez. Y Scholz asiente. Los dos países ganan peso con este impulso en la UE.
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