La ministra británica de Interior, Suella Braverman, ha dimitido este miércoles tras haber asumido el cargo hace un mes y medio, con la llegada al poder de la primera ministra conservadora, Liz Truss, informa la BBC.

La renuncia se produce entre crecientes presiones dentro del Partido Conservador para que Truss abandone el 10 de Downing Street, ante la tormenta financiera y el desplome en las encuestas que provocó su masivo recorte de impuestos, que se vio forzada a retirar.

Grant Shapps, el exsecretario de transporte que respaldó firmemente a Rishi Sunak en la carrera por el liderazgo conservador, va a reemplazar a Braverman en otra renovación repentina del gobierno de Truss.

La primera ministra, que debía visitar una empresa de tecnología de defensa el miércoles por la tarde y hacer un clip de televisión, habló con Braverman en una reunión en la Cámara de los Comunes, dijeron las fuentes.

Es el segundo ministro que pierde Truss en menos de una semana. Las voces que reclaman su marcha son cada vez más entre los diputados conservadores. En apenas seis semanas, Truss ha dilapidado su autoridad política hasta el punto de nadie duda de que caerá. La duda es cuándo. Pero la noche del miércoles en Westminster fue caóticamente histórica.

Hubo peleas entre los conservadores en una votación forzada por los laboristas que se leía en clave de moción a la primera ministra. Ni siquiera ella votó porque estaba enfrascada en una conversación con la jefa de disciplina del partido tory, Wendy Morton, para que no dimitiera, como era su intención. También su vice quería saltar del barco. Este jueves se reúne el Comité 1922, que podría cambiar sus normas para votar sobre la continuidad de Liz Truss. Todo indica que batirá el récord de George Canning, que solo estuvo 119 días en el poder en 1827.