Exótico desfile de líderes en la cumbre del G20 en Bali

A modo de cierre de la primera jornada de la cumbre de líderes del G20 en Bali, los mandatarios de todo el mundo han desfilado rodeados de una banda militar indonesia por la alfombra roja y enfundados en la tradicional y exótica camisa balinesa, el batik. Pedro Sánchez y su esposa, Begoña Gómez, han participado en el desfile.

En el centro de prensa ha sido sido especialmente aplaudida la llegada de los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau y Rishi Sunak. Los 17 líderes que han acudido a la cumbre celebran una cena oficial del G20 ofrecida por el presidente de la República de Indonesia, Joko Widodo. El banquete tiene lugar en el parque cultural Garuda Wisnu Kencana de Bali. "Espero que no encuentren la comida demasiado picante", ha bromeado el presidente de Indonesia tras darle la bienvenida al paraíso de Bali. Los invitados de honor han asistido, además, a una actuación de danza tradicional.

Las notas discordantes las han dado el presidente francés y los árabes, que han rechazado lucir uno de los elementos del traje tradicional local y han optado por su indumentaria habitual. Entre los que se han negado, figuran el polémico príncipe heredero saudí Mohamed Bin Salman o el ministro de Exteriores de Emiratos Árabes Unidos. Ambos han renunciado al batik, una prenda muy preciado en Bali que es resultado de una técnica de teñido con cera aplicada a la tela y originaria de la isla de Java, en Indonesia.

Los indonesios usan a menudo el batik en citas tanto formales como informales, desde ceremonias y rituales hasta celebraciones. En 2009 la UNESCO reconoció oficialmente el batik como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad y desde se ha establecido el día nacional del batik, el 2 de octubre.

Concluye así la primera jornada de la cumbre del G20, con alentadores avances. A pesar de las dudas iniciales, los equipos negociadores han logrado cerrar un comunicado final. El documento incluye una condena a la agresión rusa en Ucrania. Se ha optado por “la mayoría de los países” para evitar el bloqueo de Rusia y China, entre otros países, y el cierre de la cumbre sin comunicado. Un escenario que todos querían evitar en Bali.