Los apagones serán habituales en Ucrania hasta finales de marzo. Rusia está dañando las infraestructuras energéticas en esta nueva fase de la guerra. Esta acción es un crimen de guerra por el daño que ocasiona a la población. La escala de destrucción que han sufrido las plantas de generación de energía eléctrica en Ucrania es "colosal", en palabras del director general de Ukrenergo, la compañía estatal de transmisión de electricidad. Volodimir Kudrytskyi ha dicho que prácticamente todas las centrales térmicas o hidroeléctricas han resultado dañadas. Especialmente grave es la situación en Jersón, ya que ahí toda la red de agua y electricidad fue saboteada por los rusos antes de dejar la ciudad.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ya ha pedido a la población que ahorre energía porque ahora se está consumiendo más de lo que puede asumir. Ha acusado al Kremlin de usar "el frío como arma de destrucción masiva". Zelenski ha informado que van a establecer "4.000 centros de invencibilidad" en los que proveerse de energía, agua, conexión a internet e incluso medicamentos. Serán gratuitos y estarán abiertos 24 horas. El director general del suministrador privado DTEK Yasno, Serhyi Kovalenko, ha asegurado, según cita el Financial Times, que los ucranianos han de prepararse "para sufrir apagones hasta finales de marzo".
Al menos diez millones de personas, una cuarta parte de la población, estaba afectada la semana pasada. Hay zonas como Donetsk donde prácticamente no hay electricidad ni comunicaciones. El gobernador Pavlo Kyrylenko ha confirmado que Kramatorsk, donde están los cuarteles militares de los ucranianos, ha sido objeto de ataques con misiles.
Hemos de prepararnos para todos los escenarios, incluso los peores. Hay que almacenar ropa de abrigo, mantas, todo lo que sea necesario para un apagón prolongado"
seryi kovalenko, dr. yasno
Ucrania no se ha recuperado de las seis oleadas intensas de ataques a sus infraestructuras de los últimos diez días. En caso de que Rusia continúe con estos bombardeos, Ucrania "tendrá que recurrir a apagones durante horas y también de emergencia, y en esos momentos no habrá luz por tiempo prolongado", según Kovalenko. "Hemos de prepararnos para todos los escenarios, incluso los peores. Hay que almacenar ropa de abrigo, mantas, todo lo que pueda ser necesario en un apagón prolongado", ha añadido. Zelenski ha reconocido que los ataques rusos han logrado dañar más de la mitad de las infraestructuras energéticas de Ucrania. En su alocución diaria, ha insistido en que es crucial ahorrar energía.
Los ucranianos no se rinden y tratan de hacer las reparaciones a toda velocidad. También han solicitado ayuda a la Unión Europea que ha reforzado su asistencia. Polonia ha hecho circular un inventario de lo más urgente: transformadores, generadores, cables, etc... El gobierno de Japón enviará generadores, linternas solares y material de emergencia por un valor de 2,5 millones de euros.
Rusia quiere "una Ucrania sin ucranianos", sostiene el alcalde de Kiev, Vitali Klitschkok en una entrevista con Politico, en relación a los bombardeos contra infraestructuras energéticas perpetrados por el Kremlin. Como en el campo de batalla cosechan derrota tras derrota, han optado por castigar a la población civil. "Quieren que nos congelemos, que no tengamos calefacción, ni luz, ni agua. Lo hacen para que los ucranianos se vayan del país, pero estas son nuestras casas, nuestras ciudades, nuestro país".
El objetivo del alcalde de la capital es que los tres millones de ciudadanos de Kiev resistan. Su lista de peticiones para que los ucranianos puedan afrontar el invierno consiste en generadores, sacos de dormir, ropa de abrigo y mantas, principalmente.
La Organización Mundial de la Salud ha expresado su preocupación por las condiciones que van a tener que afrontar los ucranianos en invierno. "Este invierno la vida de millones de personas en Ucrania correrá peligro... Será un invierno de supervivencia" ha dicho Hans Kluge, director regional de la OMS para Europa.
"La devastadora crisis energética, el empeoramiento de la emergencia de salud mental, las restricciones al acceso humanitario y el riesgo de infecciones víricas supondrán una formidable prueba para el sistema sanitario ucraniano y el pueblo ucraniano, pero también para el mundo y su compromiso de apoyo a Ucrania", ha añadido. Los daños en las infraestructuras energéticas están causando severos efectos en el sistema sanitario.
Evacuaciones en Jersón
Mientras tanto, sobre el terreno las tropas ucranianas siguen llevando la iniciativa. En el sur, están atacando a los rusos en la Península de Kinburn, justo en la lengua, que es la puerta de entrada al Mar Negro. Llevan haciendo incursiones en barca desde septiembre y tras recuperar la ciudad de Jersón han intensificado la actividad.
El avance ucraniano en la región de Jersón obligó a los rusos a retroceder hacia la orilla izquierda del Dniéper. Es especialmente humillante este gesto, dado que Jersón es, según el Kremlin, territorio ruso tras la celebración de los referéndum farsa en octubre pasado. El júbilo con que recibieron a los soldados ucranianos en la capital prueba cómo esos votos ya tenían atribución antes de llegar a las urnas.
Sin embargo, Jersón está empezando a ser evacuada por la falta de recursos para afrontar el invierno. El gobierno está recomendando a la población que queda aún en Jersón, unas 75.000 personas, alojarse en localidades cercanas, ya que allí toda la red de agua y electricidad fue saboteada por los rusos antes de su salida. Recomiendan el traslado a Odesa o Mikolaiv, incluso, más al oeste. A esta deficiente situación por falta de calefacción, luz y agua, se suma que el frente está a apenas un kilómetro: los rusos están al otro lado del Dniéper, pero hay riesgo de bombardeos, aunque de momento lleve la iniciativa Ucrania en esa zona.
La guerra continúa su curso. A pesar de que se lleva a cabo de forma discreta, la portavoz del Comando Sur del Ejército de Ucrania, Natalya Humenyuk, ha dicho en la televisión local que hay "una operación militar en curso" en la zona, según cita la agencia Associated Press. Rusia ocupó la Península de Kinburn en junio pasado y la convirtió en una base militar. Es el último territorio de la provincia (oblast) de Mykolaiv bajo control ruso.
Su dominio permitiría a los ucranianos llevar tropas hacia la orilla izquierda del Dniéper sin cruzar bajo fuego enemigo. Ahora, la lengua de Kinburn, queda al alcance del fuego ucraniano. Según el Institute for the Study of War, el control de la zona ayudaría a reducir los ataques en puertos del sur de Ucrania y permitirá a restablecer su actividad naval en el Mar Negro.
En Moscú, el líder ruso, Vladimir Putin ha recibido al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, uno de los aliados que aún le quedan. "Rusia siempre podrá contar con Cuba", ha dicho Díaz-Canel, al tiempo que expresaba su admiración por Putin. "Tanto Rusia como Cuba están sometidas a sanciones que proceden y tienen su origen en el mismo enemigo, el imperio yanqui, que ha manipulado a una parte importante del mundo", ha asegurado el líder cubano, recibido con todos los honores en el Kremlin.
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