El Qatargate está mutando en una auténtica trama de espionaje en la que Marruecos es un actor tan relevante como el país del Golfo que es sede del Mundial de fútbol. Así lo ha reconocido el ministro belga de Justicia, Vincent Van Quickenborne en el Parlamento. Gomes, ex eurodiputada socialista entre 2004 y 2019, coincidió con Pier Antonio Panzeri, imputado por el escándalo de corrupción y blanqueo de dinero que ha estallado en el Parlamento Europeo, en la subcomisión de derechos humanos. "Panzeri es la cabeza de la trama. Era un agente de Marruecos. Tuve dificultades con él por la cuestión del Sáhara. Panzeri defendía las tesis de Rabat", señala en conversación telefónica con El Independiente Ana Gomes, que fue candidata a la Presidencia en 2021.

Panzeri presidió la subcomisión de derechos humanos entre enero de 2017 y enero de 2019, al final de sus tres legislaturas como europarlamentario. Su asistente era Francesco Giorgi, la pareja de la destituida vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili. Giorgi ha reconocido que actuaba en favor de Qatar y Marruecos a cambio de dinero y ha exculpado a Kaili, con quien tiene una hija de dos años. Tanto Kaili como Giorgi y Panzeri siguen en prisión. El cuarto imputado, Niccolò Figa-Talamanca, está en prisión domiciliaria.

Este escándalo, que es gravísimo, es consecuencia de la complacencia de todos los grupos políticos"

ana gomes, ex eurodiputada socialista

"Este escándalo, que es gravísimo, es consecuencia de la complacencia de los grupos políticos del Parlamento Europeo, no solo de los socialistas. Pero yo soy más crítica con mi familia política. Y lo era cuando estaba en el Parlamento Europeo. Llegué al Parlamento al mismo tiempo que Panzeri y asistimos juntos a las reuniones de la Unión Europea y Marruecos. Como yo conocía bien la cuestión del Sáhara, porque estaba familiarizada con el problema de Timor Oriental, me interesaba y trataba de apartarme. Estaba claro quiénes eran los defensores de Marruecos: el socialista francés Gilles Pargneaux y Antonio Panzeri. Incluso Panzeri lo hacía con más eficacia", indica la ex eurodiputada portuguesa.

Panzeri tenía trato desde hacía años con el actual embajador de Marruecos en Polonia, Abderrahim Atmoun, quien había estado al frente de la delegación de Rabat en sus negociaciones con la UE. "Siempre vi que estaba muy ligado a Atmoun. Panzeri viajaba con frecuencia a Rabat, a El Aiún y a Dajla, siempre pagado por Marruecos. Esos viajes hay que hacerlos pero ha de sufragarlos el Parlamento Europeo. Es una manera de capturarte. Panzeri siempre defenía la agenda de Marruecos", añade Ana Gomes.

El nombre de Atmoun aparece relacionado con los lujosos regalos que habría recibido Panzeri y su familia, según ha publicado Politico. Disponían de una tarjeta black. En una conversación interceptada por la investigación, la esposa de Panzeri se queja de que estas fiestas navideñas no van a poder gastar tanto como las pasadas en las que la pareja y su hija se gastaron unos 100.000 euros. En casa de Panzeri en el primer registro que hicieron los servicios secretos belgas, que fueron los que empezaron a investigar al sospechar la injerencia externa en decisiones políticas, encontraron unos 700.000 euros en efectivo.

Panzeri, al dejar de ser europarlamentario, fundó una ONG llamada Fight Impunity, que le servía de pantalla para su propia impunidad. Giorgi, que le debía a Panzeri su primera oportunidad en el Parlamento Europeo, estaba al tanto de sus chanchullos y percibía su parte. "Todo lo hice por dinero, un dinero que en realidad no necesitaba", habría confesado la pareja de Eva Kaili, según La Repubblica.

Gomes asegura que lleva tiempo reclamando cambios para evitar este tipo de injerencias y de sobornos, que, según destaca, no son exclusivos del Parlamento Europeo. "Los hemos visto en el Congreso de EEUU y en varios parlamentos nacionales", dice Gomes. En la Eurocámara hay casos en todos los grupos: recuerda cómo el portugués Mário David, ex eurodiputado del Partido Popular Europeo, ahora es consejero del primer ministro húngaro, Viktor Orban. "Recuerdo que en una ocasión presentó unas enmiendas aún más a favor de los saudíes de lo que querían los propios saudíes. También la diputada verde Tatjana Dnanoka aceptó ir a Crimea como observadora del supuesto referéndum ruso. No solo afecta a los socialistas. Pero al menos después del escándalo desvelado por unos periodistas que se hicieron pasa por lobbystas deberíamos haber actuado", añade la ex eurodiputada.

Los encuentros han de ser públicos

Un grupo de eurodiputados, entre ellos Ana Gomes, propuso hacer públicos todos sus encuentros con representantes de gobiernos cada mes. "Publicamos esos contactos, que son necesarios, con empresas, ONG, representantes de gobiernos. Lo esencial es que haya transparencia y que no influyan en el eurodiputado. Y también es primordial que los eurodiputados no tengan otras actividades", señala.

A su vez, habría que introducir un control aleatorio. Llama la atención que después del discurso a favor de Qatar de Eva Kaili, entonces una de las 14 vicepresidentas del Parlamento Europeo, a mediados de noviembre, apenas unas semanas después de su encuentro con el ministro qatarí de Trabajo, no salten las alarmas. "Cuando se ven comportamientos así hay que establecer controles e investigar a fondo", comenta Gomes.

Lo que menos perdona a su grupo político, Socialistas y Demócratas, presidido por la española Iratxe García, es su condescendencia en el caso del asesinato la periodista Daphne Caruana, por el mero hecho de que eran laboristas quienes estaban en el poder en Malta. "Soy más dura con mi grupo. Siempre".

A su juicio, Eva Kaili ha sido "utilizada". La propia Kaili ha defendido su inocencia desde la cárcel, a través de su abogado. Kaili asegura que actuaba a instancias de la Comisión Europea, y cita al Alto Representantes para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, y la comisaria del Interior, Ylna Johannson, que avalaban que se estrecharan las relaciones con Qatar. En cuanto al dinero, pertenecería a su pareja, Francesco Giorgi, que asume su responsabilidad y ha pedido que Kaili sea liberada para ocuparse de su hija. Sin embargo, el padre de Kaili fue detenido con bolsas cargadas de dinero el fin de semana. En total, la policía belga se habría incautado de más de millón y medio de euros.

La investigación empezó en 2021 cuando los servicios secretos belgas sospecharon de la injerencia externa en algunas directivas europeas, de modo que empezaron a actuar en coordinación con otros servicios secretos europeos. El pasado verano informaron de parte del caso a la fiscalía belga, que el viernes pasado procedió a realizar registros en domicilios de varios eurodiputados, entre ellos los socialistas Eva Kaili y el belga Marc Tarabella, y de la vivienda y la oficina de Panzeri, y de Figa-Talamarca. Están imputados por corrupción y blanqueo de dinero la destituida vicepresidenta Kaili, su pareja Francesco Giorgi, ex asistente de Panzeri, el propio Panzeri y Figa-Talamarca.

La presidente del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha pedido que el caso no se utilice en la lucha partidista pero su propio grupo, el Partido Popular Europeo, ha arremetido contra los Socialistas y Demócratas, a los que atribuye en exclusiva la complicidad en el escándalo. Metsola ha planteado que se hagan públicos los encuentros con representantes de países fuera de la UE. Y varios diputados han solicitado a Metsola que pida a Maria Arena, a cargo de la subcomisión de Derechos Humanos, en el centro del caso, que dimita. De momento la eurodiputada se ha apartado temporalmente. Panzeri seguía trabajando intensamente con esta subcomisión por su tarea a cargo de Fight Impunity. La impunidad era lo suyo.