"Tenemos que salvar a nuestro país. Nunca pensé que algo como esto podría pasar en nuestro país. El único delito que he cometido es defender sin temor a nuestra nación de aquellos que pretenden destruirla". Ante unos 500 seguidores en su residencia de Mar-a-Lago, el ex presidente de Estados Unidos Donald Trump se ha defendido de la imputación contra él como mejor sabe: yendo al ataque de los que considera enemigos de América, sus detractores, que a su juicio están llevando al país "al infierno".

Era el final de un día histórico. Horas antes, Donald Trump se entregaba ante el fiscal Alvin Bragg de Manhattan, era detenido y después de tomarle las huellas dactilares, comparecía ante el juez Juan Merchán. Escuchó los cargos contra él: 34 delitos por falsificación documental que constituyen una conspiración ilegal. Mediante pagos que registraba de forma irregular pretendió acallar a quienes podrían haber dañado su campaña electoral en 2016. Trump, el primer ex presidente imputado, se declaró "no culpable".

El caso más conocido y que sirvió de base en la investigación es de la actriz porno Stormy Daniels que habría recibido 130.000 dólares de manos del entonces abogado de Trump Michael D. Cohen, que así lo ha admitido. También le acusan de pagar a una modelo Karen McDougal y a un portero de su edificio. Sería una trama ilegal que tenía como objetivo ocultar lo que perjudicara a su campaña. "Es un delito lo cometa quien lo cometa", dijo el fiscal Bragg, tras la comparecencia del ex presidente.

Trump, una vez puesto en libertad con cargos, voló hacia Florida, donde se defendió ante sus fieles. Y dio un auténtico mitin. Es aspirante a ser candidato republicano en las presidenciales de 2024.

Entre el público se ha visto a miembros de su familia como su hijo Eric Trump y su esposa Lara, Donald Trump Jr y su novia Kimberly Guilfoyle, su hija Tiffany Trump, así como congresistas afines como Matt Gaetz y Marjorie Taylor Greene, que previamente había organizado una concentración en un parque en Nueva York. En el atril se leía SMS Trump al 88022, y de fondo banderas de Estados Unidos. Así se ha presentado como un auténtico mártir.

Ha arremetido contra el presidente Joe Biden: "Si tomas a los cinco peores presidentes de la Historia y los sumas no habría cometido tanta destrucción como Biden en nuestro país". Y se ha presentado como una víctima de una campaña permanente de los demócratas contra él (Rusia, Rusia, el juicio político 1 y juicio político 2, el allanamiento en Mar-a-Lago, cambios en las leyes electorales y el laptop de Hunter Biden...). Es el mundo según un Trump victimista.

"Nuestras elecciones son como las de un país del Tercer Mundo", ha afirmado, al volver a cuestionar el resultado de las últimas presidenciales, en las que ganó su rival el demócrata Joe Biden. Trump no lo reconoció e instigó a sus seguidores a impedir su proclamación. Aquello acabó con el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. La comisión del Congreso considera probada su participación y queda que se pronuncie el Departamento de Justicia.

Ha relacionado su imputación con su aspiración a ser candidato a la Casa Blanca. "Este caso falso se presentó solo para interferir con las próximas elecciones de 2024. Y debe abandonarse de inmediato", ha dicho.

A pesar de que el juez Merchán le advirtió sobre sus declaraciones, ha vuelto a criticarle y a poner en cuestión su imparcialidad así como la del fiscal Bragg, a quien relaciona con el millonario George Soros. Según Trump, el fiscal Bragg, el primer afroamericano en el cargo. "Hizo campaña diciendo que iba detrás del presidente Trump. Y todos los que han visto este caso dicen que no hay delito y que nunca debió llegar a la justicia". Del juez Merchán dice y repite: "El juez me odia, su esposa me odia, toda la familia".

Durante casi media hora, Trump se ha dedicado a culpar a los demócratas y, sobre todo "la izquierda radical", de perseguirle sin piedad. La cadena CNN, cuando llevaba 25 minutos, ha decidido interrumpir la emisión. El presentador, Anderson Cooper, lo ha justificado así: "Creíamos que iba a hablar de lo que ha sucedido hoy".

Víctima de la "izquierda radical"

Los principales medios estadounidenses han publicado el discurso con comentarios en los que desmontan las acusaciones que ha realizado Trump y que repite en sus intervenciones en campaña.

Trump también se ha referido a las otras amenazas legales que enfrenta, incluida una investigación en Georgia sobre interferencia electoral, la investigación del Departamento de Justicia sobre su manejo de documentos clasificados después de la presidencia y la que lleva a cabo la fiscal general de Nueva York sobre la Organización Trump.

Sobre el caso de la fiscal de distrito de Atlanta, Fani Willis, ha afirmado que está "haciendo todo lo que está a su alcance para acusarme por una llamada telefónica absolutamente perfecta, incluso más perfecta que la que hice con el presidente de Ucrania".

Trump también criticó la falta de atención al caso de los documentos clasificados del presidente Joe Biden. Sobre la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que se ocupa de la Organización Trump, ha repetido que como Bragg hizo campaña con la intención de "atrapar a Trump".

Esa "izquierda radical", según Trump, "no sigue la ley" porque "el sistema legal se usa para ganar elecciones". Es el mensaje de un ex presidente desatado, que ya tiene su lugar en la Historia: es el primero que ha sido imputado por 34 delitos. Y solo es el principio. Aún así puede presentarse a las elecciones.