Cuando nació Joe Biden, el 20 de noviembre de 1942, EEUU casi llevaba un año combatiendo contra las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial. El presidente demócrata, el primer octogenario en la Casa Blanca, ha anunciado que optará a un segundo mandato en las elecciones presidenciales de 2024. Si ganara, empezaría con 82 años y terminaría con 86. En el mundo libre solo otro presidente elegido en las urnas supera en edad a Biden: se llama Hage Gottfried Geingob, nacido el 3 de agosto de 1941, cuando su nación, Namibia, entonces África del Sudoeste alemana, estaba bajo control de Sudáfrica. Namibia logró su independencia en 1990.
Biden es el noveno líder más anciano del mundo, según un estudio reciente del Pew Research Center. El mayor es Paul Biya, de Camerún, nacido en 1933, que lleva en el poder desde hace más de 40 años. En los países menos democráticos hay más tendencia a que sus líderes sean más ancianos.
En esta investigación, Laura Silver concreta que en el mundo libre solo hay dos octogenarios: uno es Biden, presidente de la primera potencia global, y otro, Hage Geingob, que fue reelegido la última vez en 2015 por abrumadora mayoría. Antes fue primer ministro entre 1990 y 2002, y luego fue reelegido como jefe de gobierno en 2012 hasta 2015. Namibia, con 2,5 millones de habitantes en una extensión similar a Turquía, pertenece al club de las ocho naciones africanas consideradas democráticas por el índice de The Economist.
Hay otro caso de un presidente octogenario en el mundo libre, pero no es elegido en las urnas, sino por diputados, senadores y electores especiales. Se trata del presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, que cumplirá 82 años el próximo 23 de julio. El papel del presidente en Italia es fundamental en caso de crisis política, y en un país con los vaivenes de la política italiana suele tener mucho que decir. El antecesor de Mattarella, Giorgio Napolitano, dejó el cargo con 89 años, en enero de 2015.
El líder de mayor edad elegido en las urnas fue Mahatir Mohamad, de Malasia, que juró como primer ministro en mayo de 2018 a los 92 años y 10 meses. Tras su victoria en las elecciones a finales de 2022, Anwar Ibrahim, de 75 años, que había sido liberado por Mahatir Mohamad, es el jefe del gobierno de Malasia.
Curiosamente el líder ruso, Vladimir Putin, y el chino, Xi Jinping, se llevan menos de un año. Putin, que lleva más de dos décadas en el poder, cumplió 70 en octubre pasado, y Xi los hará en junio. De acuerdo con el informe de Pew Research, la media de edad de los líderes globales es de 62 años. El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, cumplió 51 el último día de febrero.
La gerontocracia estadounidense
Lo llamativo en las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos es que Donald Trump, a quien probablemente se enfrente Joe Biden en 2024 de nuevo, es apenas cuatro años menor que el presidente demócrata. Trump nació casi un año después del fin de la Segunda Guerra Mundial, el 14 de junio de 1946. Si vuelve a la Casa Blanca, en el caso de que sus complicaciones con la Justicia lo permitan y gane en las urnas, acabaría el mandato con 82 años. Aún así, Trump utiliza la edad para criticar a Biden, de quien dice que está "gagá".
En la actualidad no es excepcional la presencia de políticos de edad avanzada en primera fila en Estados Unidos. Tanto el Supremo como el Congreso cuenta con algunos octogenarios y muchos septuagenarios.
Biden y Trump son personas de edad avanzada y lo que indica es la falta de transición en los liderazgos políticos"
juan luis manfredi, catedrático en georgetown university
"Biden y Trump son de la misma quinta, en realidad. Son personas de edad avanzada y lo que indica es la falta de transición de los liderazgos políticos. En Estados Unidos se ocupa el territorio político nacional durante largas temporadas. Pensemos en la dinastía de los Bush o los Clinton. Al final son 20 o 25 años en los que las mismas personas ocupan cargos relevantes. Sucede algo parecido con Biden. Su objetivo es estar ocho años y luego que siga Kamala Harris. El proyecto es la larga década demócrata", explica Juan Luis Manfredi, catedrático Príncesa de Asturias en Georgetown University y catedrático de Estudios Internacionales y Periodismo en la Universidad de Castilla-La Mancha.
"En la cultura política norteamericana la edad no es un impedimento. Pelosi se ha retirado como presidenta de la Cámara de Representantes a los 82 años por ser derrotada, no por su edad. Diría que la edad incluso se lleva a gala", añade.
En los años 80, Ronald Reagan competía por la reelección a los 73 años. Su rival era el demócrata Walter Mondale, que tenía solo 56 años. La prensa había destacado que Reagan parecía cansado en el primer debate y un periodista se atrevió a plantear el tema. "¿Tiene alguna duda de poder desempeñar el cargo a pleno rendimiento en caso de una crisis internacional?", fue la pregunta. Reagan estaba preparado para esta cuestión. "En absoluto... No voy a explotar, con fines políticos, la juventud e inexperiencia de mi oponente", dijo Reagan, que logró que hasta su rival se riera de su ocurrencia. Reagan terminó su mandato con 78 años. Tenía el récord hasta que fue desplazado por Biden.
En tiempos de incertidumbre ofrecen experiencia y encaran la nostalgia de un pasado mejor"
xavier peytibi, consultor en ideograma
Según Xavier Peytibi, consultor en Ideograma, los políticos de edad avanzada cuentan con varios factores a su favor, aunque cada caso es diferente. "En tiempos de incertidumbre ofrecen experiencia y certidumbre. También encarnan la nostalgia de un pasado mejor, cuando los políticos también eran mejores. Generan más ternura, sobre todo los más cercanos, y encajan mejor con los más jóvenes que les siguen. Sanders o Corbyn son un ejemplo. Usan un modelo de comunicación joven y eso les hace parecer diferentes. Lo hemos visto con Netanyahu y Berlusconi en TikTok. Su retórica suele ser mejor y genera mayor memorabilidad y más impacto".
Hace 2.000 años, Plutarco de Queronea escribió un ensayo sobre este asunto: "¿Podría un anciano comprometerse en política?", se preguntaba el filósofo griego. Cuando se planteó la cuestión el propio Plutarco tenía 70 años y llevaba en política toda su vida. Su conclusión es que incluso es una obligación moral, siempre que las condiciones físicas y mentales lo permitan. En The Washington Post, Robert Kaiser se planteaba ya en 2020 si puede un presidente ser "demasiado viejo". Y cree que probablemente sí.
Manfredi recuerda cómo la cuestión de la edad estuvo ya en la agenda en 2020 y ahora vuelve. "Sobre la salud de Biden se informa con detalle. Su salud mental está en orden, a pesar de los despistes. Preocupa más su salud física: puede caerse, está torpe de movimientos y no sería raro que tuviera un accidente", indica el catedrático desde Washington. De hecho, se ha caído de la bicicleta en alguna ocasión o se ha tropezado en las escalera del avión pero sin graves consecuencias.
Una de las aspirantes republicanas, Nikki Haley, que fue gobernadora de Carolina del Sur, ha propuesto que los candidatos mayores de 75 años se sometan a un test de capacidad intelectual. Haley, de 51 años, aboga por que llegue al poder una nueva generación de políticos. También ha anunciado su candidatura el ex gobernador Asa Hutchinson. Por parte demócrata se adelantaron a Biden el ecologista antivacunas Robert F. Kennedy y Marianne Williamson, escritora de libros de autoayuda.
Según el último sondeo de la NBC, la candidatura de Biden no despierta entusiasmo. De hecho, el 70% cree que no debería presentarse, entre ellos el 51% de demócratas. Y siete de cada diez de ellos dice que la razón es la edad. El 60% tampoco quiere que Trump se postule y un tercio de los republicanos son de esa opinión. En principio, Biden tendría posibilidades de ganar a Trump, aunque sería más fácil si compitiera contra otro candidato.
Mujeres a la espera
Los dos octogenarios elegidos en las urnas, Biden y Geingob, tienen algo más en común: han elegido a mujeres como sucesoras. Geingob, presidente de Namibia, anunció en marzo que la candidata del gobernante partido Swapo en las próximas elecciones será una mujer: Netumbo Nandi-Ndaitwah, de 70 años. Biden competirá de nuevo al lado de Kamala Harris, de 58 años, quien se perfila como su recambio.
"En el primer mandato de Biden hemos visto un perfil gris de Kamala Harris. Ha estado ausente de muchos debates y se llegó a rumorear que se iba a buscar su salida. Pero en el video de anuncio de la campaña vemos a Kamala con bastante presencia. Participa de forma activa. En esta reelección, que empieza ahora, va a ser una figura importante. En los segundos mandatos el vicepresidente toma vuelo", afirma Juan Luis Manfredi.
Según el estudio de Pew Research, las mujeres líderes suelen ser más jóvenes que los hombres. La media de edad es de 57 años, frente a los 62 de los varones. Sanna Marin, que acaba de perder las elecciones en Finlandia, llegó al cargo con 34. Ahora hay cinco en los 40: Mette Frederiksen de Dinamarca; Kaja Kallas, de Estonia; Katrin Jakobskottir, de Islandia, Ana Brnabic, de Serbia y Giorgia Meloni, de Italia.
En Estados Unidos, según los pronósticos, aún tendrán que esperar para que una mujer llegue a la Casa Blanca, aunque la vicepresidenta Harris ganará peso, y Biden confía en una mujer latina, Julie Chávez Rodríguez, como jefa de campaña. El techo de cristal al que aludió Hillary Clinton cuando perdió frente a Trump en 2016 aún sigue ahí.
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