¿Es el Kremlin tan vulnerable como parece después de que la Federación Rusa haya denunciado un ataque con dos drones en plena madrugada? ¿Son de fiar los ucranianos cuando dicen que no han tenido nada que ver con el supuesto intento de atentado contra Putin? ¿Beneficia a los rusos fabricar este ataque con drones para justificar una escalada? ¿O son los ucranianos los que consiguen sembrar el miedo entre los ciudadanos de la capital enemiga? ¿Estuvo en peligro Putin en algún momento?
Es relevante tener en cuenta que el próximo 9 de mayo se conmemora el Día de la Victoria, y que es el segundo año que la Federación Rusa tiene poco que celebrar tras más de 14 meses de guerra en Ucrania. Curiosamente el empresario ucraniano Volodimir Yatsenko ha ofrecido casi medio millón de euros a quien consiga que un dron aterrice en la Plaza Roja durante el desfile militar del 9 de mayo. Pero no es lo que ha sucedido. Y lo que es un hecho es que Putin nunca estuvo en peligro.
Con motivo de los desfiles, se han tomado medidas extraordinarias como el cierre al público de la Plaza Roja desde dos semanas antes de la parada militar. No habrá actos similares ni en Belgorod, ni en Kursk ni en Crimea, anexionada en 2014. Tampoco tendrá lugar en ninguna ciudad rusa la Marcha del Regimiento Inmortal, un desfile en el que los ciudadanos portan los retratos de los caídos en la Gran Guerra Patria. Hay cierta paranoia entre los bastidores del Kremlin. Y mucha frustración porque Ucrania está lejos de rendirse.
¿Qué ha pasado?
Cuando son tantas las incógnitas conviene recopilar lo que ha pasado, en primer lugar. Dos drones se avistaron en plena madrugada en el Kremlin, con media hora de diferencia, y fueron interceptados por el sistema de guerra electrónica. Procedían de direcciones distintas. El primero se vio hacia las 2.27 y el segundo a las 2.43, según el reloj de la Torre Spasskaya. Uno toca el tejado del Senado y también se ve una pequeña humareda. En algunas tomas del video que se ha difundido parece que se distingue a dos figuras humanas. No provocaron daños materiales ni personales.
Tanto rusos como ucranianos han usado drones en la guerra que desató en todo el territorio de Ucrania Putin el 24 de febrero de 2022, una ampliación de la que ya se libraba en el este del país desde 2014. Varios ataques en territorio ruso que se atribuyen a Ucrania se realizaron con drones: un depósito de combustible explotó en el aeropuerto de Dyagilevo cerca de Ryazan, y otro en la base militar de Engels-1 en la región de Saratov. Resultaron dañados dos Tu-95. El 28 de febrero tuvo lugar un ataque masivo con aviones no tripulados en varias regiones rusas, incluidas Bryansk, Belgorod, Leningrado y Moscú.
El más reciente ha sido el de Sebastopol a finales de abril: drones kamikaze dañaron gravemente la refinería del puerto. En todos los casos se buscaba causar daños materiales al enemigo.
¿Cuál es la interpretación del Kremlin?
Doce horas más tarde, la Federación Rusa difundió un comunicado en el que daba su versión sobre lo que considera un ataque de Ucrania contra Putin. "Dos vehículos aéreos no tripulados apuntaban al Kremlin. Como resultado de las oportunas medidas adoptadas por los servicios militares y especiales con el uso de sistemas de guerra por radar, los vehículos fueron puestos fuera de combate", decía el texto. "La parte rusa se reserva el derecho de adoptar medidas de represalia donde y cuando lo considere oportuno".
También difundía el video, porque en esa zona las cámaras solo pueden ser del Kremlin. Con la detonación ni siquiera se cae la bandera.
Putin no había resultado herido, decía el comunicado. Habría sido prodigioso que uno de los dos drones hubiera alcanzado al líder ruso. En la madrugada del miércoles, el líder ruso, Vladimir Putin, no estaba en el Kremlin. De hecho, Putin no reside allí y solo lo visita en ceremonias señaladas. Estaba en su residencia de Novo-Ogaryovo, donde ha pasado la jornada sin cancelar su agenda.
Putin está obsesionado con que puede ser objeto de un envenenamiento y su paranoia se incrementó con la pandemia. Para que no se sepa dónde está, suele frecuentar varias salas decoradas de forma idéntica. Pero en esta ocasión ni los más crédulos pueden imaginar que él corriera peligro.
Quien más lejos ha ido con sus amenazas ha sido el número dos del Consejo de Seguridad y ex presidente Dmitry Medvedev, quien ha dicho que hay que "eliminar a Zelenski". El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, ha pedido que se usen armas que "puedan detener y destruir el régimen terrorista de Kiev". Y el ex asesor del Kremlin Serguei Markov también clamó "venganza".
Horas antes, Rusia anunció el arresto de siete personas, ucranianos, rusos y un búlgaro, en Crimea, acusados de querer organizar atentados contra las autoridades locales.
¿Qué dice el presidente Zelenski?
Desde Helsinki, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, negó que sus fuerzas de seguridad hubieran intentado asesinar a Putin. "Nosotros no atacamos a Putin ni a Moscú, solo luchamos en nuestro territorio, defendemos nuestros pueblos y ciudades", dijo Zelenski en Helsinki en una rueda de prensa conjunta con los líderes de Finlandia, Dinamarca, Suecia, Noruega e Islandia.
Nosotros no hemos atacado a Putin, lo dejamos para un tribunal"
volodimir zelenski, presidente de ucfania
"No hemos atacado a Putin, lo dejamos para un tribunal", dijo Zelenski, quien está empeñado en que el líder ruso pague por los crímenes de guerra cometidos en Ucrania. Según Zelenski, como Rusia no tiene victorias que celebrar y no puede motivar a los ciudadanos, lanza a la desesperada este tipo de acusaciones.
Mijailo Podolyak, asesor de Zelenski, sostiene que Rusia prepara "un ataque terrorista a gran escala". Podolyak ha tuiteado: "Por eso primero detiene a un grupo numeroso, supuestamente subversivo, en Crimea, y luego hace una demostración de drones sobre el Kremlin. En primer lugar, Ucrania libra una guerra exclusivamente defensiva y no ataca objetivos en el territorio de la Federación Rusa. ¿Para qué? Esto no resuelve ninguna cuestión militar. Pero da motivos para justificar sus ataques contra civiles".
Rusia, que ya ha intentado acabar con Zelenski en numerosas ocasiones, ahora considera que el ataque estaría justificado como represalia a un supuesto intento de magnicidio. Es la lógica surrealista del Kremlin.
¿Qué nos dicen los drones empleados?
Me inclino a pensar que es un ataque de falsa bandera. Es la marca de la casa"
juan chulilla, ceo y cofundador de red team shield
Juan Chulilla, experto por la Agencia Europea de Defensa y asesor del Estado Mayor de la Defensa, indica, con reservas debido a la baja calidad del video, que los drones parecen más pequeños que el Mugin-5, más sofisticado y con una capacidad de vuelo que permitiría que hubiera llegado desde territorio ucraniano. "Diría que es un aparato no muy grande, de entre dos y cuatro metros, y con una carga pequeña", señala Chulilla, CEO y cofundador de Red Team Shield.
Para Juan Chulilla, es relevante destacar que no ha causado daños. "Me inclino a pensar que es un ataque de falsa bandera. Es la marca de la casa. Recordemos cómo llegó al poder Putin. Y si estamos en guerra y se quiere hacer daño, no se ataca de madrugada sino el Día de la Victoria, por ejemplo".
Quid prodest?
¿A quién beneficia? Es la pregunta que suele darnos pistas sobre la autoría de un ataque o un asesinato. En esta ocasión hay varias lecturas posibles. Es cierto que no se han detectado daños, y que otros ataques atribuidos a Ucrania con drones en territorio ruso sí han provocado graves pérdidas materiales, sobre todo, pero la imagen del Kremlin queda en entredicho. ¿Ni siquiera el corazón de Moscú está a salvo? Estarían sembrando el miedo entre una población que solo conoce la guerra por lo que cuenta el Kremlin. Quedaría demostrado que el Kremlin no es invulnerable, pero a un elevado precio y sin repercusión en el curso de la guerra.
Sin embargo, es cierto que el aparato de propaganda ruso está especializado en estas operaciones de bandera falsa y que les puede servir de excusa para declarar la guerra oficialmente y movilizar o perpetrar acciones aún más brutales. El recurso a armas nucleares tácticas sería totalmente irracional por el riesgo de una guerra total y porque China se opone radicalmente. Pero Putin lleva tiempo actuando de forma irracional.
Según Nicolás de Pedro, investigador en The Institute for Statecraft de Londres, "si han sido los ucranianos, sería para generar inquietud en el entorno del Kremlin. Cabe la posibilidad de que haya sido alguna facción dentro del ecosistema del Kremlin para generar paranoia. En la Rusia postsoviética muchas disputas política se han saldado con asesinatos. Tampoco se descarta que haya sido el Kremlin para cancelar la presencia de Putin en el desfile del Día de la Victoria".
Otra opción sería que Yevgueni Prigozhin, el fundador del Grupo Wagner, hubiera ordenado esta acción con el fin de provocar una reacción más violenta aún por parte rusa en Ucrania. Prigozhin lleva tiempo quejándose de falta de apoyo y critica la escasa contundencia y efectividad del ejército ruso.
Lo que se da por seguro es que habrá nuevos bombardeos sobre ciudades rusas, previsiblemente sobre Kiev, en las próximas horas. Y buscarán hacer el mayor daño posible. En represalia por un atentado que no fue ni en la imaginación de los más crédulos.
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