El primer ministro de Portugal, António Costa, evita seguir los pasos de su homólogo español mientras trata de impulsar el comercio con Portugal. Tras seis años de impasse, el país vecino ha celebrado una Reunión de Alto Nivel con Marruecos en la que ha evitado decantarse por el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental a pesar de las presiones ejercidas por Rabat.

La declaración publicada en la página web del Ejecutivo luso evita cualquier mención al conflicto del Sáhara Occidental y se centra en la decisión de elevar el nivel de cooperación económica. En el contencioso saharaui, la reunión, celebrada este viernes en Lisboa, concluyó con un mensaje que no cumple la expectativas del reino alauí.

Al término de la reunión, Portugal reiteró su apoyo tanto al proceso liderado por Naciones Unidas, que reconoce el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, hacia una "solución política justa, duradera y mutuamente aceptable" como a la propuesta marroquí de autonomía para la ex colonia española.

Intento de disfrazar la posición lusa

Una calculada ambigüedad y un reconocimiento a la vía auspiciada por la ONU que no contenta a la diplomacia marroquí. En medios gubernamentales marroquíes, Rabat ha tratado de omitir el respaldo de Portugal al proceso en la ONU destacando únicamente su supuesto apoyo “a la iniciativa marroquí de autonomía, presentada en 2007, considerándola como una propuesta realista, seria y creíble para una solución acordada en el marco de las Naciones Unidas”.

En esta misma línea, el primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch, festejó la presunta adhesión de Lisboa a los postulados de la dictadura alauí, esquivando una vez más la mención al papel de la ONU en la búsqueda de una resolución aceptable también para los saharauis. “No puedo parar de agradecer a Portugal su posición, que siempre apoyó la integridad territorial del Reino de Marruecos y por la iniciativa del autogobierno considerada por nosotros una solución realista para resolver este conflicto artificial sobre el Sáhara occidental", declaró.

Lisboa evita así secundar la estrategia del Gobierno español, que en marzo de 2022 protagonizó un histórico cambio de posición en el contencioso alineándose con Rabat. En una carta de Pedro Sánchez a Mohamed VI filtrada convenientemente por la Casa Real marroquí, Moncloa declaró entonces la propuesta de autonomía presentada por Marruecos en 2007 para el Sáhara Occidental como “la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa”. Una consideración que colocó a Madrid como el principal adalid de Marruecos en Europa y provocó la ruptura de relaciones diplomáticas con Argelia, que ha afectado gravemente a las empresas españolas con negocios en el país.

Lisboa y Rabat acordaron este viernes elevar sus relaciones bilaterales y avanzar en una asociación "asociación estratégica global". "Somos dos países bisagra entre el Mediterráneo y el Atlántico, entre África y Europa y es por eso que en esta cumbre decidimos elevar nuestro nivel de relaciones al nivel de asociación estratégica, para poder tener una mayor cooperación, no sólo desde el punto de vista de relación entre nuestros pueblos y empresas, sino también a nivel político, entre los dos gobiernos", manifestó el primer ministro luso.

Varapalo británico

Desde el inicio de la crisis entre Argel y Madrid, Portugal ha tratado de mejorar sus lazos con Argelia, incrementando los encuentros diplomáticos y acordando impulsar las exportaciones. Portugal se ha convertido, además, en una vía alternativa para las empresas españolas afectadas por el cierre del mercado argelino.

En conjunto, ambos países suscribieron una docena de acuerdos en materia económica, de cooperación marítima y turismo, entre otros. El varapalo de Portugal a las aspiraciones marroquíes se suma esta semana al revés recibido en Londres. Reino Unido evitó mencionar el plan de autonomía y reafirmó su compromiso con el proceso auspiciado por la ONU y el derecho de autodeterminación del último territorio por descolonizar de África.