Por primera vez habrá segunda vuelta en las elecciones presidenciales en Turquía. Fue la primera sorpresa de unos comicios que Recep Tayyip Erdogan ganó el domingo por cuatro puntos de ventaja sobre el opositor Kemal Kilicdaroglu. Pero quien dio la campanada fue Sinan Ogan (Igdir, 1967), el tercero en liza, que superó el 5,1%, es decir, más de 2,8 millones de votos. ¿Por quién se decantarán los votantes del ultranacionalista Sinan Ogan? Su apoyo para la segunda vuelta, que se celebra el 28 de mayo, está muy cotizado.
Hasta ahora Erdogan se imponía en primera vuelta sin discusión. Y lleva más de 20 años en el poder, primero como jefe del gobierno, y a partir de 2014 como presidente. A partir del referéndum constitucional de 2017, que ganó de forma muy ajustada, Turquía es un sistema presidencialista que atribuye grandes poderes al jefe del Estado.
Gracias en parte a este control, que incluye que el 90% de los medios de comunicación sean progubernamentales, Erdogan tiene muchas posibilidades de ganar en la segunda vuelta. Aunque no está todo dicho. Después del shock del domingo, debido a que los sondeos anticipaban el triunfo opositor, los seis partidos que respaldan a Kilicdaroglu, incluidos el kemalista Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el Buen Partido (Iyi), se han puesto manos a la obra para intentar imponerse a Erdogan.
Mientras tanto, el presidente se muestra confiado de la victoria. Y los dos, Erdogan y Kilicdaroglu, están pendientes de qué consigna dará a sus votantes Sinan Ogan. Desde el Partido Justicia y Desarrollo (AKP) Binali Yildirim le ha llamado y también le ha contactado Kilicdaroglu.
Ogan comparte la narrativa rusa
Sinan Ogan, de origen azerí, es una figura conocida en el entorno ultranacionalista en Turquía. Primero hizo carrera académica y luego dio el salto a la política. Estudio Administración de Empresas en la Universidad de Marmara. Completó sus estudios con un máster en Relaciones Internacionales y Ciencia Política en la Universidad de Moscú. Habla ruso e inglés.
Fue el representante de la Agencia de Coordinación y Cooperación Turca (Tika) en Bakú. Por su labor fue condecorado con una medalla por el presidente, Ilham Aliyev. En su carrera académica se especializó en relaciones con Rusia y Asia Central.
Es autor de varios libros, entre ellos Revoluciones Naranja, en el que reproduce la narrativa rusa. "Comparte la visión de Moscú en relación con la existencia de una conspiración imperialista occidental que tiene como objetivo dominar Eurasia y que estaría avalada por el filátropo George Soros", escribe en su Twitter Samuel Ramani, autor de Putin's war on Ukraine. Ogan es miembro del Club Valdai, donde suele ser conferenciante el líder ruso, Vladimir Putin.
Erdogan mantiene unas excelentes relaciones con Putin, aunque Turquía forma parte de la OTAN. Ha prestado ayuda a Ucrania, pero también ha ayudado a Putin a saltarse las sanciones. Kilicdaroglu es más europeísta y si llegara al poder intentaría recuperar el terreno perdido con EEUU y la UE, pero no podría desvincularse de Rusia, por la dependencia energética y económica.
Cuatro líneas rojas
De momento, lo que ha hecho Ogan es exponer cuáles son sus cuatro líneas rojas. En primer lugar, los cuatro primeros artículos de la Constitución son intocables. Dicen que Turquía es un Estado democrático, secular, unitario, cuyo idioma oficial es el turco.
Erdogan se desliza cada vez más hacia el islamismo y Ogan defiende un Estado secular. Tampoco le gusta a Ogan el sistema presidencialista vigente. De hecho, pidió el no en el referéndum constitucional de 2017.
En segundo lugar, Ogan demanda que los sirios vuelvan a su país. En Turquía viven unos cuatro millones de desplazados sirios. Muchos están en las provincias que resultaron afectadas por los terremotos en febrero pasado. Erdogan, por los acuerdos que mantiene con la Unión Europea, se opone a esta medida. Kilicdaroglu aboga por que regresen pero de forma gradual y pactándolo con el presidente sirio, Bashar Assad.
Como tercera condición, Ogan exige un giro de 180 grados en la política económica. La inflación interanual superó en abril el 100%, según organismos independientes, y el banco central turco ha bajado los tipos en lugar de subirlos. La lira se ha depreciado un 80% en cinco años. La oposición liderada por Kilicdaroglu está asesorada por economistas de peso, como Ali Babacan, y ha repetido en su campaña que si sigue Erdogan el precio de los bienes de consumo seguirá subiendo.
La cuarta premisa de Sinan Ogan es la que supone un dilema irresoluble para Kilicdaroglu, que ha recibido el apoyo de una mayoría de población kurda. El partido moderado kurdo (HDP, Partido Democrático de los Pueblos), que respalda a la alianza de izquierdas y ecologista, pidió el voto para el Gandhi turco, de la minoría alevi. Sin embargo, Ogan no quiere saber nada de los kurdos, ni moderados, ni del PKK. A todos los considera terroristas. También a los kurdos islamistas, que apoyan la Alianza del Pueblo de Erdogan.
"Los que no se distancien del terrorismo no contarán con nosotros", ha remarcado Ogan. En una entrevista en Der Spiegel, ha subrayado: "Solo apoyaré a Kilicdaroglu si excluye al HDP del sistema político". Y añade las otras condiciones.
"Ogan ha recibido votos de protesta de diferentes sectores de la sociedad", decía Yunus Kaya, profesor del a Universidad de Estambul a Middle East Eye. Hay nacionalistas seculares a quienes no les convence el islamismo de Erdogan, y tampoco les gusta la cercanía de Kilicdaroglu con los kurdos moderados. A su vez, ha podido beneficiarse de la salida poco antes de la jornada electoral del cuarto candidato, Muharrem Ince, ex candidato a la Presidencia por el CHP en 2018.
Aspira a ser ministro
Sinan Ogan, de origen azerí, ha estado respaldado por la Alianza Ancestral, formada por el Partido de la Victoria y el Partido de la Justicia. Ogan procede del Partido de Acción Nacionalista (MHP), tradicional aliado de Erdogan. Fue diputado del MHP por su provincia natal, Igdir, en el este, entre 2011 y 2015.
Era el delfín del líder del MHP, Devlet Bahceli, que empezó a verle como una amenaza cuando comenzó a ganar popularidad. Acabó expulsado del partido en 2017. También se fueron entonces Meral Aksener y Umit Ozdag, que fundaron el Buen Partido (Iyi), aliado de Kilicdaroglu en las presidenciales. Ozdag dejó el Buen Partido en 2020 y creó el Partido de la Victoria (Zafer), que ha respaldado a Ogan en las presidenciales.
Ogan se sigue sintiendo del Partido de Acción Nacionalista (MHP) y su aspiración sería liderarlo. No esconde su ambición. Sobre su apoyo a Kilicdaroglu o Erdogan ha sido claro: "Nuestro apoyo no saldrá gratis. Tenemos demandas, como ministerios". La historia de Sinan Ogan está por escribir. Solo hemos visto el primer capítulo.
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