Son una entidad. Ellos. Los DeSantis. Así lo reconocen en su entorno en los medios locales desde que Ron DeSantis (Jacksonville, 1978) lanzara su primera candidatura al Congreso en 2012. Ahí estaba junto a él su esposa Casey DeSantis (Troy, 1980) y sigue a su lado ahora que ha presentado su candidatura a la nominación republicana a la Casa Blanca, después de su victoria como gobernador en 2018 y su triunfante reelección en noviembre de 2022. Lo ha hecho por Twitter, de la mano de su fundador, Elon Musk, con problemas técnicos que han ensombrecido la comparecencia. "Desastre DeSantis", era el mensaje difundido por los trumpistas en esta red social.
"Tiene un don de Dios. Movería montañas por él porque es un buen hombre que hace lo correcto. Es la encarnación del sueño americano", asegura Casey, quien es el gran aval de Ron DeSantis frente a Donald Trump. Juntos forman una pareja perfecta para los estándares ultraconservadores. Nada que ver con un ex presidente condenado por abuso sexual.
Ha sido Jill Casey DeSantis, que fue periodista de televisión antes que primera dama de Florida, quien ha difundido un video en su cuenta de Twitter, con cerca de medio millón de seguidores, que confirma el salto de Ron DeSantis a la carrera presidencial. "La lucha por América vale la pena. Cada momento", se escucha en el video.
Ron DeSantis es quien más cerca está de Trump en los sondeos, pero el ex presidente parte con una ventaja de más de 20 puntos en los sondeos. El resto de los aspirantes están a más distancia: entre ellos destacan Nikki Haley y el senador afroamericano Tim Scott. A Trump le favorece que haya tanta competencia. El presidente, Joe Biden, a sus 80 años, ha anunciado que se postula a la reelección.
Trump es a quien más teme porque Ron DeSantis libra la batalla antiprogre (cultura woke) con sus mismos argumentos pero con una familia ejemplar de cara a la galería que los respalda. Además, Ron no está solo. Son Ron y Casey. Por eso Trump le llama "santurrón" (DeSanctimonious) un juego de palabras con su apellido. También le echa en cara lo mucho que decide Casey. "Sé más de él que nadie en el mundo, salvo su esposa, que es quien realmente maneja la campaña", ha dicho el ex presidente.
Sé más de él que nadie en el mundo salvo su esposa, que es quien maneja su campaña realmente"
donald trump, ex presidente de eEUU
Hay quienes señalan que Casey es el mayor activo del gobernador de Florida, pero también su mayor pasivo. Es su mejor asesora de comunicación y su spindoctor. Tiene carisma y se expresa de maravilla. Pero es más desconfiada que él y por ejemplo fue quien llevó a cabo la selección de colaboradores y se libró de todos los sospechosos de ser demasiado trumpistas.
Ron DeSantis no toma decisiones importantes sin consultar con Casey, que ocupa en la sede del gobierno de Tallahassee el despacho que solía ser la oficina del jefe del gabinete del gobernador. Está al tanto de todos los correos electrónicos y de la agenda del gobernador, y desde el primer momento dijo que no se iba a limitar a una tarea. Igual recauda fondos para los damnificados por el huracán Ian que supervisa las cuentas de la campaña o busca donantes.
Una estrella de la televisión local
Casey DeSantis (nacida Jill Casey Black) procede de Troy, Ohio, de una familia de clase media. Su padre trabajaba como optometrista y su madre era logopeda en el colegio donde estudió, al igual que su hermana Kate. Está licenciada en Economía por la universidad de Charleston, en Carolina del Sur. También estudió francés. Empezó en el periodismo en medios audiovisuales de Florida y le gustó la experiencia. En su época universitaria destacó como amazona.
Conoció a Ron DeSantis en 2006 jugando al golf en Jacksonville, de donde procede el gobernador. Casey tenía 26 años y ya hacía sus pinitos en la televisión. Ron, dos años mayor, había estudiado Derecho en Yale y Harvard. Sus dotes con el béisbol le facilitaron el acceso con becas.
Los dos han contado ese primer encuentro, que Ron considera el más afortunado de su vida. En una entrevista, Casey recordaba que ella se estaba fijando en una bolsa con pelotas de golf que alguien parecía haber olvidado. Ron estaba al lado y quizá creyó que se había fijado en él. En su último libro, The Courage to Be Free, el gobernador relata: "Iba perfectamente vestida y me impresionó su golpe". Reconoce Ron que su excusa para aproximarse a ella fueron esas pelotas de golf. Su primera cita fue esa misma noche. Pasó una temporada en Irak, como abogado de la Marina, y cuando regresó formalizaron su compromiso.
En septiembre de 2009 se casaron en Disney World. Ron DeSantis dice que fueron sus suegros los que se empeñaron en este escenario. Con Disney ha sostenido Ron DeSantis una dura batalla por su ley "No digas gay", que rechaza el gigante del entretenimiento. Disney acaba de anunciar que no invertirá mil millones en un nuevo campus en Florida.
Casey confesaba en una entrevista en televisión que jamás se habría imaginado entonces que Ron tenía aspiraciones políticas. Sin embargo, algún compañero suyo del colegio sí recuerda que el pequeño Ron se veía en la Casa Blanca. También reconocía que a ella le gustaba hacer campaña. "Tiene mucho que ver con el periodismo. Te da ocasión de conocer a gente que no te encontrarías en otras circunstancias. Y a mi me encanta la gente".
Una carrera política en tándem
En 2012 fue Casey quien pidió el voto para Ron casa por casa. Y ella era la conocida como locutora en televisión. Muchos creían que votaban por ella. En 2016 iba a competir por el Senado pero Ron dio un paso atrás al retirarse de la campaña presidencial Marco Rubio.
En la primera campaña a la gobernación de Florida en 2018, fue Casey la estrella del anuncio de presentación del candidato. En el video Casey presenta a Ron como un leal seguidor de Trump que enseña a su pequeña Madison a construir un muro o a leer "Make America Great Again".
En marzo de 2018 Casey dio a luz a su hijo Mason. Ron DeSantis ganó por la mínima, 32.000 votos, al candidato demócrata Andrew Gillum. Casey apareció en el discurso de la victoria con un impactante vestido de gala rojo. "Cuando Casey y yo asumimos este reto, los expertos no nos daban ninguna opción", dijo Ron DeSantis. "Tengo la esperanza, y creo, que seré un buen gobernador, pero lo que puedo garantizaros desde el día 1 es que Florida tendrá la mejor primera dama de los 50 estados", puntualizó recién elegido.
"Ella está implicada en la carrera de Ron tanto como el propio Ron", indica David Jolly, ex congresista republicano por Florida y analista en MSNBC en Politico. Ejerce como primera dama de una forma totalmente diferente a cualquier otra.
En 2020 tuvo a su tercera hija, Mamie, y en octubre de 2021 se enfrentó a un cáncer de mama. Cinco meses después anunció que había superado el cáncer, después de una operación y sesiones de quimioterapia y radioterapia. En la campaña para la reelección se volcó aún más. Volvió a ser la protagonista del principal anuncio. En esta ocasión relataba emocionada su experiencia con el cáncer. "Muchos me preguntan quién es Ron DeSantis... Si quieres saber quién es realmente, te lo diré. Cuando tuvo que luchar la batalla de mi vida con el cáncer. Fue el padre que se hizo carga de nuestros hijos cuando yo no pude. Fue quien luchó por mí cuando no tenía la fuerza de luchar por mí misma. Ese es Ron DeSantis".
En noviembre de 2022 Ron DeSantis se convirtió en una de las figuras más afianzadas de los republicanos al vencer por más de 20 puntos a su rival. Para el Financial Times, Ron DeSantis es "un Trump con cerebro pero sin carisma". El carisma lo tiene Casey. Los dos defienden un ideario ultraconservador: están en contra de lo que consideran adoctrinamiento progresista. Con ese fin promueven la censura en los libros de texto. Son contrarios al aborto, a las parejas homosexuales, a la cultura LGBTQ+, y muy críticos con la inmigración irregular. En nombre de la libertad, en pandemia Florida tenía políticas muy laxas.
Aquella victoria en noviembre también era de Casey. Así se vio cuando apareció con un vestido dorado en la noche electoral. Logró una gran movilización de madres, Mamas for DeSantis, para que su marido fuera reelegido. Brindó por ellas el día que tomó posesión Ron. Casey eligió un modelo verde menta de Alex Perry que hacía recordar a Jackie Kennedy, con guantes blancos hasta el codo y pendientes de plata. Ya estaba marcando que su horizonte estaba en la Casa Blanca.
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