El gobierno español que encabeza el socialista Pedro Sánchez estaba volcado con la presidencia del Consejo de la Unión Europea hasta que este domingo conoció los resultados de las elecciones municipales y autonómicas. La debacle del PSOE ha llevado a Sánchez a dar un giro de guion y convocar elecciones anticipadas el 23 de julio, apenas tres semanas después de empezar este semestre de presidencia rotatoria. Y la presidencia dorada, llamada así por coincidir con un final del ciclo legislativo, corre el riesgo de quedar desvaída por la agenda nacional.
Sánchez estaba preparando la presidencia con tal pasión viajera, que recordaba los tiempos previos al Tratado de Lisboa, cuando esta misión tenía más peso. Quería apuntarse un éxito europeo como colofón de la legislatura. Por eso en todos los cálculos sobre la fecha de las elecciones generales se tenía en cuenta que había que terminar este semestre.
Sin embargo, la derrota del domingo 28 de mayo ha sido tan contundente que la presidencia del Consejo de la UE ha dejado de ser una prioridad para Sánchez. En Bruselas se han quedado entre sorprendidos y decepcionados porque todo apunta a que la agenda europea quedará relegada al menos hasta que haya certidumbres.
Precedente: Italia, 1996
No es la primera vez que coinciden elecciones y presidencia del Consejo de la UE. Recientemente ocurrió en Francia: las presidenciales de abril de 2022, cuando revalidó su mandato Macron frente a Marine Le Pen. En otoño de 2022 hubo legislativas en Suecia, justo antes del inicio de la presidencia que ahora concluye.
También coincidieron las fechas en Polonia en 2011. Y en 2009 en la República Checa hubo un cambio en la jefatura del gobierno (Mirek Topolonek por el independiente Jan Fischer) por una moción de censura, pero no hubo elecciones.
Cuando sí hubo cambio de gobierno fue en Italia en 1996: empezó la presidencia Lamberto Dini, tecnócrata, y la terminó Romano Prodi, de centro izquierda, vencedor de las elecciones de abril de ese año. Es decir, puede coincidir la convocatoria electoral con la presidencia pero es excepcional que se anticipen los comicios.
Alemania dio ejemplo de previsión en 2002 cuando cambió su presidencia con Finlandia para evitar que eso le sucediera en 2006, cuando estaban previstas.
Agenda cerrada
Es cierto que gran parte del trabajo está hecho y que depende de funcionarios del Estado, y en última instancia del embajador permanente. La agenda está cerrada y difícilmente se cambiará. Pero justo antes de las elecciones hay citas de gran relevancia como arranque del semestre europeo que van a dificultar que Sánchez se vuelque con la campaña. O bien reducirá al mínimo su asistencia a esos eventos.
El 1 de julio empieza la Presidencia. El 6 y 7 viaja a España el colegio de comisarios, encabezado por la presidenta, Ursula von der Leyen. Y es en San Fermín cuando arranca la campaña. El 13 Sánchez presenta en Estrasburgo las líneas maestras de la presidencia.
El 17 y 18 de julio tiene lugar la cumbre UE/CELAC (América Latina y el Caribe), una de las grandes apuestas del gobierno español. ¿Cómo llegar a todo? Y no es fácil posponer estas convocatorias, ya que son muchos los implicados.
Aún así hay que recordar que desde el Tratado de Lisboa de 2007 las responsabilidades de las presidencias rotatorias son menores, ya que hay un presidente del Consejo Europeo, que ahora es Charles Michel, y se definió mejor el papel del Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad. Lo que hace la presidencia es establecer la agenda y dar impulso.
"Este impulso político siempre es importante y para ello se precisa un gobierno en activo, no en funciones, en campaña o en formación. No es bueno para el país. Va a quedar deslucida", señala Miguel Ángel Benedicto, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid.
Quinta presidencia española
Es la quinta vez que España ejerce esta presidencia el Consejo de la UE. "Es una gran responsabilidad. España la ha ejercido en cuatro ocasiones. En la primera, en 1989, España mostró que estaba a la altura. También se consideraron muy exitosas las de 1995, con el presidente González (acuerdos con los países del Mediterráneo, con EEUU...) y la de 2002 con el presidente Aznar (ampliación al Ese, lucha contra el terrorismo...). No así la cuarta en 2010, con el presidente Zapatero, marcada por la crisis económica y financiera y la cancelación de la cumbre con EEUU. La siguiente no se celebraría hasta 2037", señala Belén Becerril, profesora de Derecho de la Unión Europea la Universidad CEU-San Pablo.
En estas 'presidencias doradas' han de cerrarse muchos asuntos. Si se consigue, es un éxito. Ahora el reto es mucho mayor"
belén becerril, ceu-san pablo
"Esta quinta presidencia era especialmente relevante porque en la agenda coincidían muchos de los grandes temas: la flexibilización de las reglas fiscales, el Estado de derecho, la autonomía estratégica, el Pacto de Migración y Asilo... y es la única hábil antes de las elecciones europeas de 2024. En estas presidencias doradas se supone que han de cerrarse muchos asuntos. Si se consigue es un éxito. Ahora el reto es mucho mayor", dice Belén Becerril.
"La convocatoria electoral justo en el arranque de la presidencia introduce un elemento de incertidumbre y posiblemente de discontinuidad. En el trabajo de la presidencia hay elementos de continuidad que aporta la Representación Permanente (REPER) y los ministerios. Pero la posibilidad de un cambio en el gobierno causa gran incertidumbre y, si gana la oposición, la discontinuidad tendrá un coste. Todo esto hace mucho más difícil que tengamos una gran presidencia. Y es una pena pues la próxima no tendrá lugar hasta dentro de 14 años", añade Becerril.
De esta manera, habrá una "sensación de desorientación" que impactará en los ciudadanos en el arranque, en palabras de la doctora en Ciencias Políticas Susana del Río, directora del ciclo Presidencia española Consejo UE. De ahí que sea más necesario aún mejorar la comunicación con los ciudadanos.
Las prioridades son los ejes de la política de nuestro tiempo. No cambiarán aunque haya cambio de gobierno"
susana del río, doctora en cc. Políticas
"Los contenidos y prioridades serán las mismos, con algún matiz o algún tema en el que se hará más énfasis, en caso de cambio de gobierno. Las prioridades son los ejes de la política de nuestro tiempo: la transición ecológica y digital, la competitividad, la reindustralización, las relaciones con América Latina y su actualización, el Pacto de Migración y Asilo... Pero será necesario mayor orden y una estructura bien definida". El PSOE y el Partido Popular coinciden en los temas fundamentales, de manera que el enfoque sobre la presidencia sería similar, aunque la oposición se queja de la falta de coordinación en lo que es política de Estado.
También puede haber algún cambio en las ciudades elegidas como sedes de las distintas cumbres, pero en líneas generales se mantendría la agenda. "Lo que resulta llamativo es que el documento de la comisión mixta Congreso-Senado no verá la luz por la disolución de las Cortes. Esto eclipsa el consenso entre los partidos sobre las prioridades", según apunta Susana del Río.
Si después de haber creado tantas expectativas, ahora la presidencia española del Consejo de la UE, queda devaluada, se habrá perdido una oportunidad histórica de contar con visibilidad y capacidad de influencia. Es una prueba de cómo la política de Estado ha de ser prioritaria.
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