El Titanic ejerce un poderoso magnetismo desde que se hundió en su viaje inaugural en 1912. Era un transatlántico de lujo, concebido como una fortaleza, pero acabó en el fondo del mar tras choca con un iceberg en su trayecto de Southampton a Nueva York. Perdieron la vida unas 1.500 personas, de los 2.223 que realizaban la travesía. Los cinco expedicionarios que querían contemplar de cerca el pecio del Titan han perdido la vida en ese viaje.
La empresa OceanGate Expeditions logró por primera vez llegar al pecio del Titanic en 2021 y de nuevo en 2022. Este verano tenía previsto 18 expediciones. La primera partió el domingo pasado de St John's en Terranova, y una hora y 45 minutos después la embarcación Polar Prince perdió el contacto con el sumergible Titan, en el que viajaban tres pasajeros y dos tripulantes. Los cinco perdieron la vida, según ha confirmado la Guardia Costera de EEUU, tras hallar varias partes del sumergible no lejos del pecio del Titanic.
Los cinco ocupantes del Titan eran: el millonario y aventurero británico Hamish Harding, de 58 años; el empresario de origen paquistaní y pasaporte británico Shahzada Dawood y su hijo Sulaiman; Paul-Henri Nargeolet, de 77 años, conocido como Monsieur Titanic por su pasión por la historia del transatlántico, y el CEO de OceanGates Expeditions, el piloto Stockton Rush, de 61 años.
Guardacostas estadounidenses y canadienses empezaron la búsqueda que fue ampliándose hasta integrar una decena de barcos y varios robots submarinos, entre ellos el Victor 6000 y el que aportó el Arctic Horizon, que fue el que encontró los restos del Titan. Francia y el Reino Unido también se unieron al operativo.
El miércoles amaneció con cierta esperanza por los "ruidos submarinos" de alerta detectados por un avión canadiense que colabora con la guardia costera estadounidense en la búsqueda. Previamente, se informó de señales de alerta cada media hora desde esa zona, pero los resultados de la búsqueda de momento son negativos. Finalmente, no tenían nada que ver con el sumergible.
La nave pesa 10.432 kilogramos y era capaz de sumergirse hasta los 4.000 metros de profundidad, según OceanGate. Empleaba cuatro propulsores eléctricos para desplazarse y tenía una serie de cámaras, luces y escáneres para explorar el entorno. El desplazamiento era incómodo: los expedicionarios han de ir sentados, muy juntos y con poca luz. Varios de los antiguos expedicionarios han reconocido que el viaje era muy arriesgado y algunos han pedido que se ponga fin a estas incursiones.
De los cinco ocupantes dos eran tripulantes y tres expedicionarios que financian la operación. El pasaje cuesta 225.000 euros para un viaje que es una experiencia de diez días, ocho en el mar, y dos en tierra. La bajada al Titanic dura dos horas, hay posibilidad de verlo durante varias horas, y en la subida se emplean otras dos horas.
Veamos quiénes son los que iban a disfrutar de esta experiencia excepcional:
Hamish Harding, un aventurero vocacional
A sus 58 años, Hamish Harding era un apasionado de los viajes al límite. Está casado con Linda y tiene dos hijos adultos: Rory y Giles. Tomó parte de una expedición turística al espacio a bordo del Blue Origin de Jeff Bezos en 2022. Ha realizado varios viajes al Polo Sur, entre ellos uno en 2016, junto al ex astronauta Buzz Aldrin, que batió el récord como la persona de más edad en emprender esta expedición.
Cuenta con tres récords Guinness: en 2021 logró uno de ellos por haber pasado más tiempo que nadie en la profundidad de las Fosas Marianas. En 2019 realizó la circunavegación más rápida de la Tierra pasando por los dos polos. Con un equipo de ocho astronautas y pilotos formó parte de la misión del Gulfstream G650ER con la que se celebraba el 50 aniversario del alunizaje de Apollo 11. Tardaron 46 horas, 40 minutos y 22 segundos, según The Guardian.
Creció en Hong Kong y se hizo piloto en los 80 al tiempo que estudiaba Biología e Ingeniería Química en la Universidad de Cambrigde. Hizo dinero con el software bancario y estableció su propio negocio de aviación, con sede en Dubai, en 2004.
Harding estaba entusiasmado con la inmersión hasta el pecio del Titanic y había informado en sus redes sociales que iba a embarcar en una nave en St. John's, en Terranova, con intención de ver lo que queda del legendario transatlántico. En una entrevista en Business Aviation Magazine, decía que tenía previsto hacer la inmersión con el Titan en 2022 pero se retrasó porque el sumergible quedó dañado en una expedición anterior.
Cuando le preguntaron por su interés por estas exploraciones, Harding dijo: "En mi opinión, se trata de riesgos calculados y bien entendidos antes de empezar. Debo añadir que no salgo a buscar estas oportunidades, la gente me las trae y yo sigo diciendo que me apunto".
Quienes le conocen aseguran que Harding es un auténtico explorador consciente y que sabe cómo hacer frente a las emergencias.
Shahzada y Suleman Dawood
El empresario británico de origen paquistaní Shahzada Dawood, y su hijo Suleman, se habían embarcado en el Polar Prince y luego en el Titan, según ha confirmado fuentes de la familia en un comunicado.
Los Dawood son una de las familias más ricas de Pakistán. Shahzada, su esposa Christine, y sus hijos, Suleman y Alina, viven en Surbiton, al suroeste de Londres. Habían disfrutado de una semanas de vacaciones en Canadá.
El padre de Shahzada, Hussain Dawood, era presidente de Engro Corporation. Shahzada es vicepresidente. La empresa, que comenzó dedicándose a los fertilizantes, pero desde 2003, con los Dawood a cargo, se ha diversificado en petroquímica, energía, infraestructura relacionada con la agricultura y las telecomunicaciones.
Shahzada Dawood también era administrador del Instituto SETI en California, según la biografía de la web de Engro Corporation. Estudió marketing en la Universidad de Filadelfia y de Birmingham.
Su hijo Suleman, de 19 años, era el benjamín de la expedición. Había cursado su primer año en la Strathclyde Business School, en Escocia. Sus conocidos le describen como "un gran fan de la literatura de ciencia ficción". Le apasionaba el cubo de Rubik y jugar al voleibol.
Paul-Henri Nargeolet, 'Monsieur Titanic'
Era la persona que más tiempo ha pasado observando el pecio del Titanic y por ello es conocido como Monsieur Titanic, el enamorado del Titanic o el investigador del Titanic. Su primera expedición tuvo lugar en 1987, dos años después de que se hallaran los restos. Emergió con algunos restos. Desde entonces ha realizado este viaje unas 35 veces.
En una entrevista en Le Parisien, Nargeolet describía el año pasado cómo cuando vieron lo que quedaba del Titanic por primera vez todos se quedaron absortos y en silencio durante diez largos minutos. Contaba cómo la sensación al verlo era como un viaje en el tiempo. "Es un oasis en un inmenso desierto", confesaba.
Era el responsable de las operaciones subacuáticas de RMS Titanic Inc, la empresa que posee los derechos sobre los restos del transatlántico más famoso del mundo. Aseguraba que ha leído "entre 200 y 300 libros sobre el Titanic". Según Nargeolat, la curiosidad sobre aquel hundimiento es inmensa, "algunos están interesados en su construcción, otros en la historia de la inmigración, otros en los que viajaban en el transatlántico, las estrellas de la época".
Publicó en 2022 Dans les profondeurs du Titanic (ediciones HarperCollins). Desde hace unos años, este experimentado buceador que empezó en la Marina francesa vive en Connecticut, Estados Unidos. Era el mejor guía que uno puede imaginar para disfrutar de la vista del pecio más famoso del mundo.
Stockton Rush, el CEO de OceanGate
A los 19 años, Stockton Rush se convirtió en el piloto de transporte a reacción más joven del mundo tras obtener su licencia como capitán de DC-8 en el United Airlines Jet Training Institute en 1981. Licenciado en Ingeniería Aeroespacial por la Universidad de Princeton, tiene un máster en Administración de Empresas por la Universidad de Berkeley. Fundó en 2009 OceanGate Expedition. También era cofundador y miembro del Patronato de la Fundación OceanGate desde 2012.
En una entrevista con Reuters, en 2017, Rush señalaba que su empresa no se dedicaba al turismo. A los pasajeros los llama "especialistas de misión". En cada inmersión pueden ir cinco personas y tres de ellos ayudan a financiar la misión, pero son participantes activos. "Son miembros de la tripulación. Les enseñamos a manejar el sonar, los sistemas de comunicación, la fotografía. Y cuando no están buceando, ayudan a recoger los datos previos y preparar las baterías para la siguiente misión", señalaba.
Aunque decía que la misión era segura, reconoció que siempre hay límites. "Llega un momento en que la seguridad no es más que un despilfarro. Si quieres estar seguro, no salgas de la cama. No conduzca. No hagas nada. Siempre vas a correr algún riesgo", dijo a CBS.
Cuando le preguntaron qué le preocupaba, apuntó que todo aquello que podría hacer imposible volver a la superficie. "Hay redes de pesca, peligros de enredos. Y eso es solo una técnica, la técnica de pilotaje. Está muy claro: si hay un saliente, no pases por debajo. Si hay una red, no te acerques a ella. Así que puedes evitarlos si vas despacio y con calma". La forma de subir y bajar se activaba con un mando similar a un videojuego.
Su esposa Hollings Rush, de soltera Hollings Weil, eran Isidor e Ida Straus, pasajeros de primera clase del Titanic. Adinerados judíos, eran copropietarios de los almacenes Macy's. Isidor se negó a subirse a las barcas salvavidas hasta que no lo hubieran hecho todas las mujeres y los niños. Ida no quiso dejar atrás a su esposo, tras 40 años de matrimonio. Dicen que murieron abrazados.
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