Mohamed VI adelgaza su ya escasa presencia pública en Marruecos y renuncia a uno de los días del calendario que exigían su viaje al país. La Casa Real alauí ha anunciado este viernes la cancelación de uno de los cuatro discursos anuales que dirige, el que debía celebrarse el próximo 20 de agosto y que conmemora el exilio de su abuelo Mohamed V y la lucha por la indepedencia.
"El alcance de este memorable aniversario no puede medirse únicamente con discursos y celebraciones", alega palacio en la escueta declaración que comunica la medida. "Es un aniversario muy querido por todos los marroquíes, rey y pueblo, que encarna los valores de sacrificio y lealtad entre un rey que prefirió el exilio a renunciar a la soberanía y la libertad de su patria, y un pueblo valiente que se movilizó para defender sus sacralidades y sacrificó todo lo que apreciaba por el regreso de su legítimo Rey al Trono", agrega.
Cada año Mohamed VI se dirigía a sus súbditos el 20 de agosto marcando la efeméride de "la gloriosa revolución del rey y del pueblo" que, a juicio de la casa real, "constituye una epopeya histórica que encarna la fuerte simbiosis y los lazos inquebrantables que siempre han unido al trono y al pueblo". En palacio atribuyen la eliminación a que "se celebra unos días después del discurso del trono y antes del discurso real de apertura del parlamento". "A la luz de la experiencia al respecto, se ha decidido seguir celebrando el aniversario de la memorable revolución del 20 de agosto, sin que en esta ocasión se dirija un discurso real a la nación".
Rabat recuerda, asimismo, que Mohamed VI "se reserva la decisión de dirigirse a su fiel pueblo en cualquier momento y ocasión que su majestad el rey, que Dios le guarde, considere oportuno".
El anuncio se produce un día después de la reaparición del monarca en Tetuán para cumplir con la oración de Aid al Adha, la fiesta musulmana del sacrificio, en mitad de la preocupación por su estado de salud y las intrigas palaciegas sobre su sucesión. Los rumores sobre su deficitaria salud se han acrecentado con la que hasta ahora era su última aparición pública, a finales de mayo, en la que se le veía más delgado y demacrado. Desde España se observa con inquietud toda la incertidumbre que rodea al estado de salud de Mohamed VI y al enredo sobre su sucesión, según fuentes de la Inteligencia militar española, tal y como reveló esta semana El Independiente.
Te puede interesar
-
El desafío de las federaciones del PSOE a Sánchez: le piden rectificar en el Sáhara
-
Agreden a un periodista saharaui en los territorios ocupados por Marruecos
-
La justicia española tumba la demanda de Marruecos contra el periodista Ignacio Cembrero
-
Piden a Ryanair que cancele su ruta entre Madrid y el Sáhara ocupado
1 Comentarios
Normas ›Comentarios cerrados para este artículo.
Lo más visto
- 1 Broncano explota contra 'El Hormiguero' tras dejarle sin invitado
- 2 Sánchez estrecha lazos con China tras rechazar los aranceles al coche eléctrico
- 3 El inspector jefe de los 20 millones se reunía al lado de la Jefatura
- 4 El 'Aldamazo': El 'caso Koldo' coge vuelo y alcanza a Montero, Ribera y Cerdán
- 5 Cena de Delcy con sorpresa... y la sorpresa era Pedro Sánchez
- 6 La manta de la que puede tirar Aldama
- 7 Las catástrofes naturales encarecen más la cesta de la compra de los hogares con ingresos bajos
- 8 Dueño de un negocio ilegal y falso cónsul: así es Víctor de Aldama
- 9 Aldama, lavativa de la cárcel
hace 1 año
Esta información acrecentará sin duda los rumores sobre un grave deterioro de la salud de Mohamed VI y de su futuro inminente, máxime cuando se anuncia con mes y medio de antelación que no pronunciará el tradicional discurso.
Están surgiendo ya en España quienes muestran su inquietud ante un proceso sucesorio en Marruecos.
Cabe recordar que, cuando en 1999 murió Hassan II, su hijo Mohamed, después de consolar a nuestro campechano y lloroso Juan Carlos I por la muerte de quien había intentado acabar con el pueblo saharaui, se puso manos a la obra enseguida. Prometió más libertad, más transparencia, justicia y reparación, y afianzó su poder.
Hoy en las cárceles marroquíes hay periodistas injustamente acusados y condenados, cosa que no llegó a ocurrir ni en los años más duros del reinado de su sanguinario padre. Hoy, el pueblo saharaui sigue tratando de sobrevivir al acoso cruel y despiadado del rey enfermo, apoyado económica y militarmente por un presidente de gobierno español chantajeado y sumiso.