Mariano García Calatayud, un jubilado español de 75 años, lleva desaparecido e incomunicado desde el inicio de la invasión rusa a gran escala de Ucrania. La escasa información disponible apunta a que durante su cautiverio ha padecido torturas y otras vejaciones, como descargas eléctricas y mordeduras de perro. Amnistía Internacional ha iniciado este miércoles una campaña de recogida de firmas exigiendo a Rusia su liberación inmediata.

El destinatario de la iniciativa es Valeriy Georgievich Petrov, fiscal militar jefe de Rusia, "la persona que puede y debe ordenar la puesta en libertad de Mariano, investigar las denuncias de tortura y llevar a los responsables ante la justicia", desliza la organización.

Mariano conversó con El Independiente los días previos a la operación militar rusa. "No he tomado las armas pero también soy plenamente consciente de que, Dios no lo quiera, si un día llegara el momento de hacerlo la empuñaré para defender a mis compañeros voluntarios y a mi", confesó.

Mariano García Calatayud es un ciudadano español. En 2014 dejó Valencia y se mudó a Jersón, en el sur de Ucrania, junto a su esposa ucraniana. Trabajaba como voluntario entregando ayuda humanitaria a niños y niñas afectadas por la guerra. En marzo de 2022 participó en una protesta pacífica contra la ocupación rusa. Lo detuvieron y no se volvió a saber nada de él.

Mariano García, natural de Valencia, posa en una serie de fotografías tomadas en zonas afectadas por el conflicto entre ucranianos y separatistas prorrusos en el este del país.

El valenciano llevaba afincado en Ucrania desde que en 2014 las protestas del Euromaidán precipitaran la caída del gobierno de Víktor Yanukóvich y el conflicto con Rusia desempolvara viejas rencillas y ambiciones territoriales nunca saldadas. Permanece desaparecido e incomunicado desde su detención en Ucrania por fuerzas de ocupación rusas el 19 de marzo de 2022.

Se había establecido en Jersón, en el sur de Ucrania, junto a su esposa ucraniana. Trabajaba como voluntario entregando ayuda humanitaria a niños y niñas afectadas por la guerra. En marzo de 2022 participó en una protesta pacífica contra la ocupación rusa. Fue detenido y no se ha vuelto a saber nada de él.

En la actualidad se halla recluido en el centro de detención preventiva de Simferópol

Estuvo formalmente desaparecido hasta abril de 2023, más de un año después, cuando las autoridades rusas reconocieron formalmente su detención. En la actualidad se halla recluido en el centro de detención preventiva de Simferópol, a más de 200 kilómetros de Jersón.

Durante todo este tiempo ha estado incomunicado. Otras personas, también retenidas en el mismo centro, han sido testigos de las torturas y otras vejaciones, como descargas eléctricas y mordeduras de perro, sufridas por Mariano, que ha cumplido los 75 años entre rejas. Su estado de salud, advierte Amnistía, se está deteriorando gravemente y es urgente actuar para que lo liberen.

La organización denuncia que el caso de Mariano no es una excepción. "Aunque no existen cifras fiables, hay informes de centenares de civiles de los territorios ucranianos ocupados que han sido objeto de desaparición forzada por parte de las autoridades rusas y que actualmente están recluidos ilegalmente en régimen de incomunicación", agrega. Recuerda, asimismo, que la detención secreta es ilegal y la desaparición forzada es un delito según el derecho internacional.