Se llamaban Bilal Kissi y Abdelali Mechouar y se adentraron en aguas argelinas a bordo de motos acuáticas. Su asesinato por disparos de guardacostas argelinos se ha convertido en una nueva señal de la tensión al alza entre Marruecos y Argelia, dos vecinos con una larga historia de recelos y retórica cada vez más incendiaria en la orilla sur del Mediterráneo, a un tiro de piedra de España.

Una semana después de la muerte de ambos turistas, con nacionalidad francesa y origen marroquí de 29 y 40 años, el ministerio de Defensa argelino ha roto el silencio. En un breve comunicado, asegura que el grupo de cinco jóvenes ignoró “varias veces” la orden de detenerse, un extremo que niegan la familia de los fallecidos y uno de los testigos que sobrevivieron al episodio.

Bilal Kissi y Abdelali Mechouar, los dos fallecidos
Bilal Kissi y Abdelali Mechouar, los dos fallecidos

Los infractores se negaron a obedecer y huyeron realizando maniobras peligrosas, denuncia Argelia

“En la tarde del martes 29 de agosto de 2023, a las 19:47 horas, durante una patrulla de seguridad y control en nuestras aguas territoriales, una unidad de Guardacosta interceptó tres motos acuáticas que habían cruzado ilegalmente nuestras aguas territoriales. Tras emitir una advertencia sonora y pedirles que se detuvieran en varias ocasiones, los infractores se negaron a obedecer y huyeron realizando maniobras peligrosas”, señala la nota emitida por Argelia, en mitad de una ola de indignación en el país vecino.

Según el ministerio de Defensa, “ante la creciente actividad de las bandas de narcotraficantes y de la delincuencia organizada en esta región fronteriza marítima y la obstinación de los ocupantes de las motos acuáticas, el personal de los guardacostas efectuó disparos de advertencia”. “Tras varios intentos, los disparos obligaron a una de las motos acuáticas a detenerse, mientras que las otras dos se dieron a la fuga”, agregó.

Vídeo grabado por las víctimas poco antes de los disparos.
Vídeo grabado por las víctimas poco antes de los disparos.

El superviviente niega la versión de Argelia

Un día después, en una ronda de control, otra patrulla de guardacostas halló el cadáver no identificado con una herida de bala que fue trasladado a la morgue de la localidad de Tlemcen, cerca de la frontera con Marruecos. El cuerpo de Bilal Kissi fue hallado por pescadores marroquíes y enterrado el miércoles cerca de la ciudad marroquí de Oujda.

El testimonio de uno de los supervivientes, Mohamed Kissi, a varios medios de comunicación insiste en que no escuchó ningún disparo o advertencia disuasoria. “Sólo oí directamente los disparos que mataron a mi hermano Bilal”, manifestó. Según Mohamed, se perdieron al caer la noche y se percataron de que habían entrado por error en territorio argelino. Habían partido en motos acuáticas de la localidad marroquí de Saidia.

Rabat y Argel batallan por la hegemonía en el norte de África. La frontera entre ambos países permanece cerrada desde 1994. En agosto de 2021 Argelia dio por rotas las relaciones diplomáticas con Rabat alegando “actos hostiles”, entre ellos, el espionaje a altos cargos argelinos mediante Pegasus.

La razón más destacada es, sin embargo, el largo contencioso del Sáhara Occidental. Argel es desde 1975 el principal apoyo internacional del Frente Polisario y su lucha por la descolonización de un territorio bajo ocupación marroquí. Desde hace dos años los lazos se han degradado sensiblemente, con el cierre del espacio aéreo argelino a los aviones marroquíes, la cancelación del suministro de gas y las continuas disputas en público, con una retórica alimentada por los medios de ambos lados de la frontera.

"Fiebre patriótica"

“Esta tragedia es, en efecto, una pequeña consecuencia de la fiebre patriótica, la guerra de palabras y el creciente odio mutuo, plagas todas que han colonizado en los últimos tiempos a estos dos estados separados por esta imbécil frontera”, lamenta Ali Lmrabet, periodista de origen marroquí exiliado en España. El reportero subraya, además, la falta de un “sincero pésame” del ejército argelino por la pérdida de vidas inocentes. “Dado el estilo apresurado de este comunicado, es obvio que a Argel le cuesta admitir que mató por error a dos jóvenes veraneantes que estaban perdidos en el mar y asustados”, concluye.

Los detalles del caso han provocado manifestaciones públicas en Marruecos y exigencias de rendición de cuentas. La cuarta persona que integraba el grupo que entró en aguas argelinas fue detenida por las autoridades del país y ha sido condenado a 18 meses de prisión, según denuncia el Consejo Nacional de Derechos Humanos de Marruecos.

El organismo ha denunciado la actuación de los guardacostas argelinos al considerarla "una flagrante violación de las normas internacionales y del derecho internacional de los derechos humanos", especialmente cuando las víctimas se hallaban en una "línea fronteriza poco clara". La Liga Marroquí de la Ciudadanía y los Derechos Humanos ha pedido al Gobierno marroquí "más firmeza" para exigir responsabilidades al Estado argelino por la muerte "a sangre fría" de un franco-marroquí y un marroquí por los disparos de las autoridades argelinas.

La fiscalía marroquí ha iniciado una investigación en medio del ruido mediático por el suceso. Las familias de los fallecidos han avanzado que emprenderán acciones legales en Francia. El ministerio de Asuntos Exteriores francés reconoció el viernes haberse puesto en contacto con los parientes de las víctimas y del detenido en Argelia.

Las disputas públicas de los últimos dos años, abonadas por movimientos como el reconocimiento de Donald Trump de la soberanía marroquí sobre la ex colonia española o el giro español, solo han terminado aumentando la narrativa nacionalista y la carrera armamentística, en un escenario que algunos han asemejado a la Guerra Fría.