Abrió la caja de Pandora y aún hoy sufre las consecuencias de haber desnudado los entresijos del ejército marroquí. Abdelilah Issou pasó más de una década como militar destinado al Sáhara Occidental y terminó huyendo a España, donde reside actualmente. En su obra “Mémoires d’un soldat marocain: La Face cachée du royaume enchanté” (Memorias de un soldado marroquí: La cara oculta del reino encantado, en francés) relata con detalle las corruptelas de los generales marroquíes, su connivencia con narcos y traficantes de seres humanos o la homosexualidad de Mohamed VI.

“Hace unos meses viajé a Argelia. Me llegaron todo tipo de amenazas. Hasta me dijeron que lo mío sería peor que lo que le hizo Bin Salmán a Jamal Khashoggi [descuartizado en el consulado saudí de Estambul en 2018]”, relata Issou en una entrevista con El Independiente. El desertor, que abandonó Marruecos en 2002 tras colaborar con el CNI, es un observador privilegiado del país que hoy lidia con la gestión del terremoto que hace dos semanas dejó cerca de 3.000 muertos y volvió a exhibir con crudeza el abismo que separa a las zonas urbanas y rurales, donde la educación, el agua potable o la sanidad son aún un lujo.

“No queda nadie en Marruecos capaz de desafiar el poder del rey y el régimen. No existe oposición y ni siquiera el ejército podría protagonizar un golpe”, apunta Issou, que denuncia haber sido víctima de varios intentos de ser eliminado en suelo español. En 2010 sobrevivió a una tentativa de secuestro en Madrid. “Hace un año logré escapar de un intento de atropello. Marruecos tiene un ejército de espías en España”, advierte el ahora disidente.  

Pregunta.- En la obra que relata sus años de servicio en el ejército marroquí, denuncia la corrupción y la falta de preparación y moral de la institución. ¿Ha cambiado en algo el actual ejército?
Respuesta.-
El ejército marroquí ha cambiado en cuanto a armamento y material, pero su problema no son los medios y ha estado siempre ahí, especialmente después de los intentos de golpes de estado de 1971 y 1972. Se les ha quitado la dignidad a los militares. Hay un problema grave de moral. El militar marroquí no tiene la moral ni la voluntad de combatir. Está ahí para ganarse el sueldo, para sobrevivir y pagar los gastos de su familia. Nada más. Cuando en el Sáhara ha habido grandes batallas con el Frente Polisario, el soldado marroquí tira su arma y huye. Los primeros en irse son siempre los oficiales.

P.- ¿Y ahora qué sucede?
R.-
En estos momentos no hay batallas ni choques como los hubo antes. Es una carrera de desgaste. En el pasado el Polisario controlaba los cielos sin aviación y gracias a un sistema antiaéreo que ha derribado varios cazas marroquíes. Ahora la balanza está a favor de Marruecos por el factor de los drones.

El militar marroquí no tiene la moral ni la voluntad de combatir. Está ahí para ganarse el sueldo, sobrevivir y pagar los gastos de su familia

P.- ¿La alianza de Rabat con Israel cambia la ecuación en cuestión de recursos militares?
R.-
No. Lo que Marruecos está haciendo es ayudando a la economía israelí porque el armamento que se está comprando desde Israel no sale gratis. Israel lo está vendiendo carísimo, por cierto. Es un dineral. Marruecos tiene una enorme deuda exterior y sigue comprando armas. Argelia, en cambio, tiene superávit.

P.- En cualquier caso, la colaboración de Marruecos con Tel Aviv no resulta nueva...
R.-
Eso se sabía dentro del ejército, pero no por parte del marroquí normal y corriente. Llegó un momento en la guerra del Sáhara en la que Hasán II no tuvo más alternativa que pedirle ayuda a Israel. Como era muy buen amigo de Israel, le mandaron unos asesores militares y le propusieron la construcción de un muro como el que tenían ellos en Palestina. Eso fue lo que salvó a Marruecos en el Sahara porque el Polisario se lo puso difícil.

P.- ¿Esa compra de armamento puede equilibrar la hasta ahora superioridad de Argelia?
R.-
No lo creo. Incluso con esas armas, la diferencia sigue siendo muy grande y sobre todo a nivel de estatus personal. Los militares argelinos viven mejor incluso que el militar español. Los tienen bien cuidados. En Argelia gobiernan los militares y la institución militar está muy bien abastecida en todo.

P.- A finales de agosto dos marroquíes fueron asesinados por guardacostas argelinos. ¿Está más cerca la guerra abierta entre Marruecos y Argelia?
R.-
No. En verano de 2021 un dron de Marruecos disparó a unos camioneros civiles de Argelia en ruta hacia Mauritania. Hay que tener en cuenta que el ejército marroquí y los agentes desplegados en la costa además de la Marina Real y de la Gendarmería Marítima tienen orden de disparar con fuego real sobre las embarcaciones de traficantes e inmigrantes ilegales. Yo trabajé en una de esas unidades en Tánger en 1995. Teníamos órdenes de disparar a las embarcaciones. Primero un disparo de aviso para pedirles que se detuvieran y, si no lo hacían, había orden de disparar. Y una noche disparamos a una embarcación de inmigrantes ilegales. No sabemos qué sucedió porque era una noche oscura sin luna y la embarcación se marchó. Entonces, el ejército de Marruecos da la orden de disparar a sus unidades contra civiles y luego cuando Argelia hace lo mismo, arman un escándalo y hablan de derechos humanos. Aquí hay un doble rasero.

Mientras haya tráfico de drogas en Marruecos, seguirá la colaboración de los narcos y las autoridades

P.- En el libro cuenta precisamente la cooperación de los narcotraficantes con el ejército. ¿Perviven esas relaciones?
R.-
Mientras haya tráfico de drogas en Marruecos, eso seguirá igual. Para que salgan las embarcaciones, no solo hay que pagar al ejército, a las unidades de infantería a lo largo de la costa, sino a la Marina y la Gendarmería Marítima. Todos tienen que cobrar. Todos son cómplices. El mercado funciona así. Los traficantes conocidos tienen ya su trato con las autoridades. Todo el mundo cobra. Cobran también los de la Dirección General de Seguridad y el Ministerio del Interior. Los pequeños se conforman con pagar a los del puesto militar por el que tienen que salir. Si no pagas e intentas hacerte el listo, si te pilla la marina o la gendarmería te dispara. No bromean con eso. Hay que pagar.

P.- Marruecos es el gran productor de hachís...
R.-
Y no solo de hachís. Desde los años 90 entra cocaína a través del Sáhara Occidental y el oeste de África procedente de América del sur, principalmente Colombia. Yo hablaba en el libro del general Abdelaziz Bennani, entonces comandante de la zona sur. La información me la dio el contacto que tenía en el CNI. Me llevó hasta un sitio en Tánger donde almacenaban la cocaína. Me dijo que Bennani a principios de la década de 1990 hizo un trato con los narcos de Colombia por el que empezaron a introducir la cocaína a través de los puestos del Sáhara Occidental. Bennani tenía una flota de vehículos civiles y una fábrica de bebida gaseosa en Tánger y ahí era donde la almacenaba. Los camiones iban con droga a Tánger, descargaban en esa fábrica y cargaban la gaseosa para regresar al sur.

P.- Han pasado más de 20 años desde que dejaste el ejército, ¿qué pruebas tienes de que se mantiene esta práctica?
R.-
El nivel de tráfico de droga que había cuando estaba yo ahí se ha duplicado y triplicado.

Cuando te destinan al Sáhara, te empiezas a hacer preguntas. No es normal que los saharauis sigan luchando si la suya no fuera una causa justa

P.- Una complicidad que también aplaca al control migratorio y las mafias...
R.-
Ya se ve lo que pasa: cuando intentan presionar un poco a España,  abren el grifo. Cuando España paga y la Unión Europea también, aprietan un poco y no dejan salir a las embarcaciones.  La gente ahora opta por Libia. Otra opción es el Sáhara Occidental pero es una travesía mucho más larga.

P.- Hablando del Sáhara, ¿sigue pensando que los soldados marroquíes lo observan como un territorio ajeno?
R.-
La gente no es tonta. Cuando te destinan al Sáhara y visitas Al Aiún, Smara y Dajla, la gente empieza a hacerse preguntas. Ves cómo se trata a los saharauis y ves, por ejemplo, qué ha sucedido ahora con la visita del enviado especial del secretario general de la ONU, que saca a los militares para machacar a la población. La gente ve esas cosas y uno llega a la conclusión: no es normal que esa gente siga luchando si no fuera una causa justa porque llevan años a pesar de los golpes y de ser torturados, arrestados y asesinados. Y, pese a todo ello, resisten.

El Sáhara Occidental nunca formó parte de Marruecos

P.- ¿Resulta viable a largo plazo una ocupación como la actual?
R.-
Estoy en contra de la balcanización de cualquier país, pero si es de un país ya hecho como España, por ejemplo. Estoy en contra de la independencia del País Vasco o Cataluña. Pero en el caso del Sáhara Occidental no es así. El Sáhara nunca formó parte de Marruecos. Es una zona en disputa. El expediente está aún en Naciones Unidas. Tienen que organizar el referéndum que Marruecos ha vetado porque sabe que si se organiza lo pierde. ¿Quien se beneficia entonces de todo esto? El marroquí normal y corriente no. ¿Adónde va el dinero de los fosfatos o las riquezas del mar? Van al rey y sus amiguetes. Hay otros países amigos que se llevan un porcentaje.

P.- ¿Cuánto supone el Sáhara en el gasto militar del país?
R.-
Mucho. No tengo la cifra exacta, pero es un dineral. Y el problema es que parte del dineral se lo llevan los jefazos, sobre todo, por las compras de armamento. Siempre hay comisiones destinadas al general o a un grupo de militares.

P.- ¿Es hoy más difícil una victoria del Polisario?
R.-
No sé realmente lo que estaba pasando entre el Polisario y Argelia porque no parece gozar del mismo apoyo que antaño. Y es algo que se ve en el tema de los drones. Argelia no ha proporcionado más material por miedo y porque los países que proporcionan estos drones tienen que asegurarse el destino final de esos drones. El ejército saharaui está estancado en términos de armamento, pero el trabajo diplomático que están haciendo las nuevas generaciones es extraordinario.

Me choca ver a los marroquíes que han escapado de la miseria y de esa cárcel a cielo abierto que es su país y que, cuando llegan a España, siguen gritando ¡Viva el rey! Hay que ser bien brutos y estúpidos

P.- ¿El ejército marroquí sigue teniendo miedo del Sáhara?
R.-
Ha crecido. En mis tiempos eran militares con experiencia en guerra. Ahora carecen de ella.

P.- La diplomacia marroquí, no obstante, está en una euforia constante, celebrando las declaraciones sobre la supuesta marroquinidad del Sáhara...
R.-
Están haciendo ridículo. La única diplomacia que hacen es la del talón de cheques, comprando a mucha gente.

P.- ¿Hacia dónde va Marruecos?
R.-
Es un caos, es un caos, un país sin rey. No se sabe quién gobierna París. Unos dicen que André Azoulay, que es Israel a través de él y otros dicen que es la oligarquía financiera. O quizás todos a la vez. El rey no pinta nada. Está detrás de su felicidad personal, dedicado a su bienestar personal. De París a Gabón y de ahí al Caribe. Está todo el rato fuera del país, que es un barco sin cabeza.

P.- Pero esa supuesta debilidad no casa bien con triunfos como el cambio de posición del Gobierno español en el contencioso del Sáhara...
R.-
Es que los servicios de inteligencia españoles están mucho más flojos que antes. La política hacia Marruecos que había en 2002 cuando yo llegué aquí y estaba Aznar no es ya la misma. Han pasado 21 años y el Gobierno que tenéis ahora... Ya ha visto lo que pasa con Sánchez. Después de las elecciones, se va a Marruecos a pasar sus vacaciones. ¿Qué le pasa? O lo tienen controladísimo o este señor Sánchez tiene algún interés muy gordo en Marruecos y ya le da todo igual. Igual le han dado el porcentaje en alguna prospección minera o alguna cosa....

Los servicios secretos marroquíes tienen un ejército de espías en España

P.- ¿Considera que España está mostrando una imagen de debilidad ante el país vecino?
R.- Si España sigue actuando como hasta ahora, llegará un día que Marruecos no sólo reclamará Ceuta y Melilla sino también Andalucía. Dirán que Andalucía era nuestra hasta 1492. Si España sigue retrocediendo, seguirán presionando. Es normal. Marruecos ha lanzado muchos mensajes, desde colocar la bandera de España al revés durante un banquete de Sánchez con Mohamed VI hasta incluir a Ceuta y Melilla en el mapa de la página web de la embajada marroquí en Madrid.

P.- ¿Cuál es la presencia de Marruecos en España?
R.-
Los servicios secretos marroquíes tienen un ejército de espías en España. Siempre me ha chocado una cosa: hay gente de origen marroquí, con doble nacionalidad, que militan en partidos políticos en Marruecos y al mismo tiempo en partidos políticos españoles. Y son gente con peso. ¿A quién deben su lealtad? Naturalmente a Marruecos. Están espiando para Marruecos ¿Qué hace el CNI al respecto? Nada.

P.- ¿Cuál es su contacto con la comunidad marroquí en España?
R.-
Nulo. Hay mucho espía. Estando en una posición como la mía no te puedes fiar. Están todos controlados. Controlan las peluquerías regentadas por marroquí, las carnicerías halal y las asociaciones culturales, además de las mezquitas. Me choca ver a los marroquíes que han salido escapando de la miseria y de esa cárcel a cielo abierto que es su país y, cuando llegan a España o cualquier otro país europeo, siguen gritando ¡Viva el rey! Hay que ser bien brutos y estúpidos.

P.- ¿Cuál debería ser la actitud con Marruecos?
R.-
De más dignidad. España no es cualquier país. No soy español, pero a veces me da vergüenza como va este país. España es un país que ha tenido una historia de conquistas. España controlaba medio mundo antes que los británicos y los estadounidenses. Este es un país con una gran historia. Tiene que tener más dignidad.

P.- ¿Cómo pronostica el final del reinado de Mohamed VI?
R.-
Agonizará de peor manera que su padre Hasán II. Tuvo una muerte muy fea. Y los hermanos Azaitar que acompañan al monarca van a tener un final violento.