La democracia pende de un hilo en Guatemala, donde se firmaron en 1996 los Acuerdos de Paz tras 36 años de guerra que costaron la vida a más de 200.000 guatemaltecos. La victoria en las urnas de Bernardo Arévalo de León (Montevideo, 1958) en la segunda vuela de las presidenciales del 20 de agosto sorprendió al llamado "pacto de corruptos", que no ceja en su empeño de impedir que el líder del Movimiento Semilla asuma el poder el próximo 14 de enero. La fiscal general Consuelo Porras es la punta de lanza de ese “pacto de corruptos”. La fiscal Porras ha promovido una investigación sobre Semilla, que ha llevado a que el Tribunal Electoral suspenda la formación política. Pero Arévalo, secundado por miles de seguidores, ha presentado un recurso ante la Corte Suprema de Justicia para que no colabore en este intento de revertir el veredicto de las urnas.
Si hay alguien que conoce bien cómo actúa ese pacto de los corruptos es Thelma Aldana (Gualán, 1959), ex fiscal general de Guatemala en el exilio en Estados Unidos por revelar casos de corrupción como el Caso La Línea que acabaron con la detención del entonces presidente Otto Pérez Molina en 2015, y alcanzaron también a su sucesor, Jimmy Morales. Colaboró para estas pesquisas con la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), creada por la ONU. Son ya 42 fiscales y jueces que en los últimos años han tenido que dejar Guatemala por su empeño en luchar contra la corrupción: están en EEUU, México, Costa Rica, Suecia y España. "En Guatemala ocurre algo inédito: hay un golpe de Estado en curso encabezado por la fiscal general. No son los militares los que lo hacen sino fiscales y jueces. Hay que estar alerta”, apunta.
Conmigo el odio es doble: por perseguir la corrupción como fiscal general y por haber aspirado a la Presidencia"
Esas investigaciones sobre la corrupción derivaron en un despertar ciudadano que dio lugar a la creación de un movimiento político llamado Semilla con jóvenes, gente progresista, personas sin alianzas con los grupos fácticos. En marzo de 2019 Thelma Aldana llegó a ser candidata a la Presidencia de Guatemala por Semilla, pero la Fiscalía emitió una orden de captura contra ella. Un aviso de la DEA (Agencia anti Droga de EEUU) sobre el peligro que corría su vida le convenció de que había llegado la hora del exilio, un exilio en el que está sola, lejos de su familia que sigue en Guatemala. Allí trabaja en WOLA (Oficina en Washington para Asuntos de Latinoamérica). "Conmigo el odio es doble, por perseguir la corrupción como fiscal general y por aspirar a la Presidencia", señala, en conversación con El Independiente.
Thelma Aldana fue distinguida con el Right Livelihood Award, considerado el Premio Nobel Alternativo. En 2017 la revista Time consideraba que era una de las mujeres más influyentes del mundo. Ha visitado Madrid, donde ha participado en un debate sobre gobernabilidad en Centroamérica organizado por la Casa de América.
Pregunta.- ¿Esperaba la victoria de Bernardo Arévalo?
Respuesta.- No me lo podía creer pero tampoco las encuestas lo anticipaban. Figuraba en un séptimo lugar en las encuestas. Nadie esperaba que Bernardo pasara a la segunda vuelta. Sin embargo, el pueblo informado, consciente, votó por él, especialmente la juventud de entre 18 y 35 años. Son ellos los votantes del partido Semilla y de Bernardo Arévalo.
P.- El futuro lo representan estos jóvenes guatemaltecos.
R.- Así es. Más del 60% de la población guatemalteca es joven. Son los que han despertado y los que han acudido al rescate del país. Entendieron cómo funcionaba el pacto de corruptos. Están en las calles. Y han estado en las urnas.
P.- Los poderes fácticos se quedaron en shock.
R.- El “pacto de corruptos” no se esperaba esta victoria de Arévalo y a través del Ministerio Público, a cargo de la fiscal Consuelo Porras, empezaron a atacar al movimiento Semilla en cuanto vieron que había llegado a la segunda vuelta. Es evidente la criminalización del partido. Están tratando de cancelar al partido y de impedir que Bernardo tome posesión. A nuestro juicio, hay un golpe de Estado en curso, ya no es a través de militares, sino es de jueces y fiscales. Es algo insólito. Cada día hacen algo y hay riesgo de que se materialice.
P.- ¿Hay riesgo de guerra civil si se imponen los corruptos?
R.- No creo que lleguemos a eso pero puede haber conflictos muy importantes. Hay ilusión, pero también mucho enfado por lo que están intentando hacer.
P.- ¿Por qué temen a Arévalo de León?
R.- Porque son corruptos. Por ejemplo, la fiscal general está designada en la lista Engel de EEUU por sus acciones corruptas y antidemocráticas. Al llegar Bernardo Arévalo a la Presidencia, ellos quedarán sin la protección de los grupos mafiosos dentro del Estado, aunque seguirán protegidos por el "pacto de corruptos".
P.- De modo que no será suficiente que Bernardo Arévalo esté en la Presidencia de Guatemala para acabar con ese “pacto de corruptos”. De hecho, no puede destituir a la fiscal general.
El 'pacto de corruptos' puede manipularlo todo pero se olvidaron de que el pueblo ya tiene conciencia"
R.- Es un primer paso pequeño para empezar un camino democrático. Para destituirla debe haber una sentencia. El "pacto de corruptos" puede manipular todo pero se olvidaron de que el pueblo ya tiene conciencia. Van a perder todo su negocio y el state quo va a tambalearse. Cuando se aprueba el presupuesto, el presidente de la República ha de dar el visto bueno. Esa fuente de corrupción van a perderla. Arévalo jamás haría esos negocios con el Congreso. El presidente habrá de hacer una auditoría para investigar todo lo hecho anteriormente.
P.- No lograron impedir la victoria de Semilla y ahora buscan que Arévalo de León no tome posesión.
R.- Tiene que tomar posesión el 14 de enero. De lo contrario, sería un fracaso para la democracia guatemalteca, pero también un fracaso para la región centroamericana y para la comunidad internacional por no haber apoyado suficientemente el voto de Guatemala. Esa democracia debe prevalecer.
P.- El partido Semilla, y el presidente Arévalo, ¿se sitúan dentro de la izquierda latinoamericana con qué modelo?
Hay un nexo muy grande entre corrupción y pobreza. Los fondos que el Estado debería utilizar en sanidad o educación los desvían
R.- Arévalo es un hombre sencillo, un gran profesional, que ha vivido muchos años en el exilio y nació en Uruguay. Es hijo del mejor presidente que ha tenido Guatemala, Juan José Arévalo Bermejo. Los grupos mafiosos amenazaron a su padre. Es un hombre progresista, comprometido con los derechos humanos. Tiene apoyo del pueblo. En Guatemala no se trata de izquierda y derecha. Es una batalla contra los corruptos. Hay un nexo muy grande entre corrupción y pobreza [54% bajo el umbral de pobreza, según el Banco Mudial]. Los fondos que el Estado debería utilizar para salud, educación, empleo, lo desvían. Y esa corrupción genera pobreza y migración. De Guatemala, con una población de 17 millones, han salido cuatro millones de personas hacia EEUU. Al combatir la corrupción ayudamos a mejorar las condiciones de vida del ser humano.
P.- Usted, ¿qué piensa cuando se da cuenta de las consecuencias de sus investigaciones? Porque recibió presiones, amenazas…
R.- Teníamos una fiscalía de élite con fiscales del más alto nivel en Guatemala que trabajaban en conjunto con los expertos internacionales de la CICIG, de la ONU. Así fueron apareciendo implicados funcionarios de cuello blanco, intocables, ministros y hasta el mismo presidente. Es la manera en que tiene que actuar un fiscal general, un fiscal general. No puede estar del lado de la criminalidad. Cuando llegas ahí, no hay vuelta atrás. O estás al lado de la ley o estás en contra. Yo me fui por el lado de la ley. Y terminé en el exilio porque la DEA me alertó de un atentado en 2019 y me recomendó salir de Guatemala y no volver.
P.- Y no es la única fiscal en el exilio.
R.- Somos 42 operadores de justicia guatemaltecos en el exilio, entre jueces y fiscales perseguidos, criminalizados por Consuelo Porras, la misma fiscal general que está dirigiendo el golpe de Estado en Guatemala. Hay todo un sistema anticorrupción expulsado del país por hacer nuestro trabajo.
P.- ¿Quiénes forman parte del pacto de corruptos?
En Guatemala el sistema judicial está capturado. Hay una dictadura de la corrupción
R.- En Guatemala hay elecciones pero estamos en crisis política permanente. El sistema judicial está capturado. Aparentan democracia: cada cuatro años hay elecciones. Hay una dictadura de la corrupción. El pacto de corruptos es estructural porque tiene leyes que les permiten la corrupción y la impunidad, el control del Estado, el control institucional. En la legislatura pasada eran unos diputados aliados de esa estructura criminal, ahora son otros. Con el CGIG lo llamamos redes político económica ilícitas. Están incrustadas en el Estado guatemalteco y eso incluye el sistema electoral. No están en Semilla y por eso es perseguida, al igual que es perseguido Bernardo.
P.- ¿Teme por la vida del presidente electo Bernardo Arévalo?
R.- Claro, temo por su vida. De hecho, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le acaba de otorgar medidas de seguridad por la posibilidad de dos atentados en su contra. En uno de ellos, según dice la Comisión Interamericana, había agentes del Estado guatemalteco.
P.- ¿Qué apoyo están recibiendo de la comunidad internacional?
R.- Bastantes pronunciamientos de la UE, de EEUU y especialmente la Organización de Estados Americanos. Tienen pleno reconocimiento del golpe de Estado en curso. Han pedido a la fiscal general que se retire.
P.- ¿Qué falta por hacer para detener ese golpe de Estado?
R.- Es momento de endurecer los pronunciamientos y pasar a sanciones económicas. Por ejemplo, hay acuerdos comerciales que deberían de revisarse y estudiarse la posibilidad de alguna sanción para que el poder económico de Guatemala, que ha estado pasivo, se pronuncie y exija la renuncia de la fiscal general. Hay que plantear sanciones individuales a Consuelo Porras, por ejemplo.
P.- ¿Y España? ¿Qué papel está jugando?
R.- Ha hecho pronunciamientos, sobre todo a través del Parlamento Europeo. Exigen que cese la criminalización contra el partido Semilla y Bernardo Arévalo. Como ya dije lo que siempre hay que vigilar es cómo se usa el dinero de la cooperación y que no acaba utilizándose contra los defensores de los derechos humanos y los que quieren acabar con la corrupción.
P.- ¿Cómo lleva la vida en el exilio? ¿Tiene contacto con Arévalo?
R.- Sobrevivo en el exilio, trabajo con WOLA, pero sigo la situación de Guatemala muy cerca. Estoy muy pendiente. Y ahora esperanzada.
P.- ¿Piensa en volver pronto?
R.- El exilio es difícil definirlo. Uno toca fondo y se extraña todo: la familia, los amigos… Sería un sueño volver, una aspiración. Los fiscales y jueces exiliados tenemos un eslogan que expresamos en Twitter: Nos verán volver. Es difícil porque las condiciones de seguridad no se dan de momento. Si llega Bernardo Arévalo, poco a poco esas condiciones creemos que van a mejorar.
P.- ¿Aceptaría un puesto en el gobierno de Arévalo?
R.- No, aún no me sentiría segura.
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