Por primera vez en la historia un presidente de Estados Unidos se ha unido a un piquete sindical. Joe Biden ha atendido este martes en Wayne County a la llamada del líder de United Auto Workers (UAW), Shawn Fain, quien encabeza la huelga contra los Tres Grandes (Ford, General Motors y Stellantis) del automóvil en Detroit. El ex presidente Donald Trump se reúne el miércoles con trabajadores del sector, también en Michigan, uno de los swing states donde se decidirá quién será el próximo presidente. Es el pistoletazo de salida de las elecciones del 5 de noviembre de 2024.

Con una gorra de UAW y megáfono en mano, Biden vino a decirles que sus reivindicaciones son justas. "Amigos, me habéis oído decir muchas veces que Wall Street no construyó este país, fue la clase media la que construyó este país, y los sindicatos construyeron la clase media. Eso es un hecho, así que seguid adelante. Os merecéis lo que habéis ganado, y habéis ganado muchísimo más de lo que os pagan".

Fue Shawn Fain, el primer líder sindical elegido por votación democrática, quien invitó al presidente a que se sumara a la protesta. Fain, nieto de sindicalistas y afiliado en UAW desde que empezó a trabajar en Chrysler como electricista en Kokomo, Indiana, ha movilizado a los afiliados de UAW apuntando los sueldos millonarios de los directivos de las Tres Grandes, contra quienes han protestado a la vez pero de forma gradual. Hay 38 plantas en huelga en nueve estados.

Trump elude los debates

La campaña va a ser larga y extraordinaria, dado que Trump, recién cumplidos los 77, va a tener que compaginar los mítines con los juicios. Joe Biden, que cumple 81 años el 20 de noviembre, va a competir por la reelección y compite contra un curioso candidato sin posibilidades, Robert F. Kennedy, que tiene más de Trump que de Kennedy en realidad.

El ex presidente Trump se ve tan seguro de la nominación, que este miércoles va a ausentarse del segundo debate de aspirantes a las primarias. Está a 42 puntos de distancia de Ron DeSantis, el gobernador de California. Tampoco fue al primero porque prefirió una entrevista en la Fox.

En las encuestas de FiveThirtyEight, Biden y Trump están muy igualados: el presidente aventaja al republicano por un punto (43% frente al 42%).

La cita de Trump en Clinton Township, al norte de Detroit, a la que asistirán unos 500 trabajadores y ex trabajadores del sector automovilístico, se anunció antes que el histórico paso de Biden. "El presidente Trump ha demostrado que se preocupa de la gente, de la clase trabajadora, de los votantes de clase media. Cuida a las comunidades y las industrias que han sido ignoradas por las élites", asegura Jason Miller, asesor del ex presidente, en The Washington Post.

La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre negó categóricamente que Biden se haya visto condicionado por el mitin de Trump. "El presidente es pro UAW. Está al lado de los trabajadores", insistió Jean-Pierre.

Biden se presenta como el presidente que más ha apoyado a los sindicalistas. De hecho, nunca antes un presidente había ido tan lejos. Ni siquiera Franklin D. Roosevelt que envió a su secretario de Trabajo, Frances Perkins, a tratar con los huelguistas en los años 30. En 1902 Theodore Roosevelt invitó a sindicalistas y mineros a la Casa Blanca en medio de una huelga de mineros de carbón.

Trump diferencia entre los líderes sindicales y los trabajadores, y mantiene que es el único capaz de devolverles el nivel de vida que tenían en el pasado. Un anuncio de su campaña en Michigan señala que Trump siempre ha respaldado a los trabajadores del sector automovilístico.

Esta puesta en escena de Trump sería para reír si no fuera un drama, teniendo en cuenta lo que prometió y no cumplió"

nancy pelosi, ex presidenta de la cámara de representantes

"Esta puesta en escena de Trump en Michigan sería para reír si no fuera un drama, teniendo en cuenta lo que prometió y no cumplió en su mandato", ha dicho la ex presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, en alusión a los recortes de derechos a los sindicatos, según cita el Financial Times. Trump prometió que sus políticas proteccionistas salvarían los empleos de los estadounidenses, pero General Motors cerró su planta en Lordstown, Ohio, en 2018.

Biden asegura que el UAW, que representa a 400.000 trabajadores, salvó la industria del automóvil y por eso justifica que los trabajadores obtengan beneficios si las empresas los cosechan, sin concretar si apoya directamente sus exigencias. El sindicato lleva en huelga ya 12 días y ya hay paros en nueve estados. El UWA demanda un aumento salarial de un 36% en cuatro años, una semana laboral de 32 horas y una escala salarial única.

Una apuesta arriesgada

El presidente no se ha inmiscuido en otras disputas laborales como la huelga de los actores. Es una apuesta arriesgada, y está condicionada por la batalla electoral que se va a librar en Michigan, Ohio y Wisconsin. Y Michigan se inclinó por Trump en 2016 pero apoyó a Biden en 2020.

Trump logró un apoyo récord entre sindicalistas en 2016, más que ningún otro líder republicano desde Reagan. Pero en 2020 tuvieron más confianza en Biden, que logró un 56% de apoyos entre ellos, frente al 42% de Trump, según AP VoteCast.

No podemos seguir eligiendo millonarios que no saben lo que es vivir de un salario. No podemos esperar que resuelvan los problemas de la clase trabajadora"

shawn fain, presidente de uaW

El UAW apoyó a Biden en 2020 pero hasta ahora no ha pedido su reelección. Lo que sí ha dejado claro su líder, Shawn Fain, es que sería "un desastre" que volviera Trump. En un comunicado, Fain señalaba: "No podemos seguir eligiendo millonarios y milmillonarios que no entienden lo que es vivir de un salario. No podemos esperar que ellos resuelvan los problemas de la clase trabajadora". A Biden le pide acciones, no solo palabras, en especial, en lo relacionado con la transición verde.

La campaña de Trump ha incidido precisamente sobre los incentivos de la Administración Biden al coche eléctrico para demonizarle ante los trabajadores del sector. "Joe el impostor os ha vendido con esa ridícula patraña del coche eléctrico", ha dicho Trump. "Os mantendré los empleos y os haré ricos". Incluso ha llegado a acusar a Biden, sin prueba alguna, de aceptar sobornos de China para llevarse trasladar fábricas allí. Biden insiste en que la transición verde, del coche de gasolina al eléctrico, tiene que ser ventajosa para las fábricas y los empleados.

Si la huelga concluye en un periodo razonable, Biden se apuntará un buen tanto. El riesgo es que se prolongue en exceso y las pérdidas económicas, que en los primera semana ascendía a 1.600 millones de dólares, se multipliquen. Los republicanos, y Trump a la cabeza, mostrarán su foto en el piquete para echarle en cara el daño a la economía.