La misión que afronta el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en su viaje a Israel ya era difícil cuando se concibió el desplazamiento. Pero aún había canales abiertos con Jordania, Egipto y la Autoridad Nacional Palestina para desescalar la peor crisis en la región en décadas. Una guerra entre Israel y Hamás que amenaza con extenderse. La masacre en el hospital Al Ahli, con al menos 500 muertos, hace casi imposible su objetivo.
La cumbre convocada en Amán con los presidentes de Egipto, el palestino Mahmud Abbas, y el rey Abdalá se ha cancelado. Atribuyen el bombardeo a Israel y no quieren hablar a no ser que Tel Aviv deje de atacar.
Antes de salir hacia Tel Aviv, donde ha llegado a las 11 hora local, una hora menos en España, Biden se ha declarado consternado por la última matanza en Gaza. En la red social X, ha escrito. "Estoy indignado y profundamente entristecido por la explosión en el hospital Al Ahli de Gaza, y por la terrible pérdida de vidas que se ha producido (...) he dado instrucciones a mi equipo de seguridad nacional para que recabe información sobre lo ocurrido exactamente. Estados Unidos defiende inequívocamente la protección de la vida de los civiles durante los conflictos y lamentamos la muerte de los pacientes, el personal médico y otros inocentes muertos o heridos en esta tragedia".
El portavoz de la Casa Blanca, John F. Kirby, ha señalado que la cancelación del encuentro en Amán se ha realizado por mutuo acuerdo entre el rey Abdalá y el presidente Biden, que comprende que Jordania quiere rendir tres días de duelo por las víctimas. Sin embargo, el ministro jordano de Exteriores, Ayman Safadi, ha dicho que ahora no tiene sentido reunirse para hablar si no es para detener la guerra. El primero en cancelar su asistencia fue el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, quien, al igual que Hamás, atribuye a Israel el bombardeo. Ha sido el secretario de Estado, Antony Blinken, quien ha dado las condolencias a Mahmud Abbas.
Sin embargo, el Ejército de Israel apunta que fueron cohetes de la Yihad Islámica interceptados a su paso por el hospital. Niegan que atacaran la zona del centro sanitario el martes. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha responsabilizado a Hamás: "Los que asesinaron a nuestros hijos también asesinan a los suyos".
De momento no hay informes independientes sobre la autoría de la masacre, que ha soliviantado al mundo musulmán. Desde Rabat a Estambul se han registrado manifestaciones contra Israel y Estados Unidos. Hizbulá ha convocado para este miércoles "un día de la ira sin precedentes".
El portavoz de la Casa Blanca señaló que Biden planteará "preguntas difíciles" a Netanyahu en su encuentro en Tel Aviv. "Lo hará como amigo, como verdadero amigo de Israel", dijo Kirby. Lo más urgente es establecer "zonas seguras" para que la población gazatí pueda acceder a lo más básico: agua y alimentos. El paso de Rafah, en la frontera con Egipto, está cerrado. El Ejército israelí ha hecho este miércoles un llamamiento para que los gazatíes se dirijan al suroeste y se supone que allí podrá llegar la ayuda.
El presidente se ha reunido con el gabinete de guerra, en el que se ha integrado el líder opositor Benny Gantz. Ha visto al presidente israelí, Isaac, Herzog. También se encuentra con empleados de emergencias y familias de víctimas y rehenes de Hamás. Al menos 30 estadounidenses fueron asesinados por Hamás en su ataque del 7 de octubre y hay más de una decena de desaparecidos, presumiblemente estén en manos de los terroristas.
Si hay alguien que puede ayudar a frenar las operaciones militares en Gaza, al menos para que se atiendan las necesidades básicas de los palestinos es Joe Biden. El presidente ha reconocido el derecho de Israel a defenderse del "brutal" ataque sufrido el 7 de octubre, pero también ha enfatizado que es necesario diferenciar entre los palestinos y Hamás, y evitar los daños a civiles. En una entrevista en la CBS, Biden, también se mostró contrario a la "ocupación" de la Franja, una vez que Israel haya anulado las posibilidades de que Hamás vuelva a atacar a Israel, que estaría preparando una operación terrestre para conseguir este fin.
Biden quiere conocer de primera mano la situación sobre el terreno y los planes para los próximos días y semanas. EEUU ha enviado dos portaaviones al Mediterráneo oriental y ha asegurado que ayudará a Israel en su objetivo de eliminar a Hamás. Sin embargo, la operación israelí en ciernes está incendiando la región. Irán lanza cada día mensajes más directos sobre la escalada. "El tiempo se ha terminado", ha dicho el ministro iraní de Exteriores, Hossein Amir Abdollahian. Biden lucha contra el tiempo.
La autoría del ataque al hospital de Gaza
Joe Biden ha avalado la versión de Israel, en la que dice tener "pruebas" que incriminan a la Yihad islámica. "Por lo visto hasta ahora, los autores han sido los otros, no vosotros, pero mucha gente no está segura", le ha dicho Biden a Netanyahu, y ha añadido además que "las atrocidades cometidas por Hamás hacen parecer al ISIS más racional".
Netanyahu por su parte ha agradecido a Biden ser "el primer presidente de Estados Unidos que visita Israel en tiempos de guerra", lo que ha calificado de "gesto muy conmovedor". Netanyahu ha comparado la violencia de Hamás con la de los nazis y ha concluido diciendo que "igual que el mundo civilizado se unió para derrotar a los nazis, el mundo civilizado debe unirse para derrotar a Hamás".
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