Israel se desliza hacia una guerra en tres frentes: contra Hamas que domina la Franja de Gaza, contra Hizbulá en el Líbano y en Cisjordania, donde los palestinos sufren desde hace tiempo el caso de las fuerzas de seguridad israelíes. Este domingo, cuando se cumplen 15 días del ataque de Hamás el 7-O, el Ejército israelí ha intensificado sus bombardeos sobre la Franja como paso previo a la presumible invasión terrestre. A su vez, ha atacado posiciones en Cisjordania y mantiene sus enfrentamientos con Hizbulá en el norte de Israel. Por error los israelíes han atacado una posición egipcia y hay nueve heridos.

El sábado 7 de octubre Hamás llevó a cabo la denominada operación Inundación de Al Aqsa que consistió en el lanzamiento de miles de cohetes, seguida de la invasión de unos 2.000 terroristas que mataron, saquearon y secuestraron en los kibutz cercanos a la Franja, en el sur del país. Más de 1.400 israelíes fueron asesinados. Desde entonces Israel, que declaró el estado de guerra, arde en deseos de venganza contra Hamás.

Si Hizbulá decide entrar en la guerra, cometerá el error de su vida"

benjamin netanyahu, primer ministro de israel

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho a los soldados concentrados en el norte del país, cerca del Líbano. "Si Hizbulá decide entrar en la guerra, anhelará la segunda guerra del Líbano. Cometerá el error de su vida. Le golpearemos con una fuerza que ni siquiera puede imaginar y será devastador para Hizbulá y para el país". Desde Teherán, el ministro de Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian dijo: "Advierto a EEUU y a su apoderado (Israel)… que si no detienen inmediatamente el crimen contra la humanidad y el genocidio en Gaza, cualquier cosa es posible en cualquier momento y la región se saldrá de control".

Netanyahu se dirigió a los soldados, que esperan la orden para entrar en Gaza. "Sé que han perdido amigos, y es algo muy difícil, pero estamos en la lucha de nuestra vida, una lucha por nuestro hogar. No es una exageración, no es una exageración, así es esta guerra. Es matar o morir, y hay que matarlos". El objetivo del Gobierno y el Ejército de Israel es la aniquilación total de Hamás. Ya han acabado con decenas de dirigentes de Hamás, pero quieren ir más allá: su desaparición.

Muchos analistas militares aseguran que si el Ejército israelí va más allá e incursiones puntuales, se verá inmersa en una operación que puede durar meses. Entre los 360.000 reservistas y las fuerzas regulares hay más medio millón de soldados dispuestos a defender a Israel del mayor ataque sufrido por el pueblo judío desde el Holocausto.

El general y portavoz militar, Daniel Hagari, ha reiterado su llamamiento para la evacuación de la población civil del norte de la franja de Gaza, en lo que parece una advertencia de la entrada inminente de las fuerzas acumuladas en la frontera, que se espera desde hace días. En las últimas 24 horas han muerto 266 palestinos en los bombardeos, según fuentes locales en la Franja. Desde el 7 de octubre, han muerto más de 4.600 palestinos.

Los gazatíes han sido obligados a desplazarse masivamente sin destino seguro y sufren el bloqueo porque Israel impide que pase el agua, los alimentos y los combustibles. Tan solo pasaron 20 camiones el sábado y otros tantos ese domingo, una mínima parte de lo que se necesita. Hay un centenar de bebés recién nacidos en hospitales de Gaza en riesgo por falta de electricidad. La situación humanitaria es catastrófica.

Hay varias teorías sobre las razones de por qué no han entrado aún: la más sólida es el riesgo de escalada, a lo que aludió el secretario de Estado, Antony Blinken, este domingo. "Estamos preocupados, muy preocupados", ha reconocido el jefe de la diplomacia de EEUU.

Y también la cuestión de los rehenes preocupa. Hamás se llevó a 212 personas, muchas israelíes, algunos soldados, y varios de doble nacionalidad o extranjeros como el español Iván Illarramendi.

En la frontera con el Líbano se vive el momento más tenso desde la guerra de 2006 entre Israel y Hizbulá. En los últimos días, la milicia libanesa ha lanzado decenas de misiles antitanque, cohetes y proyectiles de mortero hacia territorio israelí, donde han intentado infiltrarse algunos de sus combatientes, a lo que Israel ha respondido con intensos ataques de artillería y aéreos.

En las últimas 24 horas, Hizbulá ha reivindicado hasta seis ataques contra Israel, que respondió con fuego intenso y causó al menos tres bajas en las filas del grupo libanés. Hizbulá está aún mejor armado que Hamás. Los dos grupos terroristas reciben apoyo y financiación de Irán, que mueve sus peones en el tablero de Oriente Próximo con interés de que Israel tenga que lidiar varias guerras a la vez. Sería nefasto para la economía de un país basado en la inversión y las nuevas tecnologías.

En Cisjordania, el ataque más grave del domingo ha sido sobre la mezquita de Yenín, donde según Israel había una instalación donde se escondían terroristas. Murieron dos palestinos. La semana pasada un bombardeo de Israel acabó con la vida de 13 palestinos en el campo de Nur Shams, en Cisjordania, en una operación contraterrorista, según Tel Aviv.

Las protestas en los territorios ocupados son recurrentes y la Autoridad Nacional Palestina está cuestionada. Alcaldes de pueblos como Huwara, una localidad cerca de Nablús, Mouin Dmeid, denuncia que están bajo cercados y constantemente amenazados por los que establecen los asentamientos.

Más de 120.000 israelíes desplazados

Desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás y con el recrudecimiento de los enfrentamientos con Hizbulá en la frontera libanesa, más de 120.000 israelíes se han visto desplazados internamente. Ya han sido evacuados unos 16.000 israelíes que viven en 25 comunidades situadas en un radio de hasta cuatro kilómetros de la franja de Gaza y otros 27.000 que viven en 28 ciudades en un radio de hasta dos kilómetros de la frontera con el Líbano.

La Autoridad Nacional de Gestión de Emergencias (NEMA) del Ministerio israelí de Defensa también ha estado trabajando para evacuar a unos 23.000 israelíes de la ciudad septentrional de Kiryat Shmona en los últimos días. Mientras tanto, la NEMA anunció este domingo que evacuará otras 14 localidades de la frontera con el Líbano, que comprenden otros 11.000 residentes.

Según la nota de Defensa, el Estado será responsable de estos israelíes hasta que el Ejército les permita regresar a lo que ahora es una zona militar cerrada cerca de la frontera con Gaza y un área restringida cerca del Líbano. Además, muchos israelíes han abandonado sus hogares cerca de las fronteras norte y sur, a pesar de que no se les ordenó hacerlo.

Temor a atentados y ataques

Esta guerra tendrá efecto más allá de Oriente Próximo. En una serie de declaraciones realizadas en las dos últimas semanas, varios dirigentes de Al Qaeda han felicitado a Hamás por su "invasión de Israel". El temor a los atentados en Estados Unidos y Europa es creciente. Ya hubo ataques como el tunecino que mató en Bruselas a dos aficionados suecos, invocando al Estado Islámico, o el asesinato de la presidenta de una sinagoga en Detroit. Los lobos solitarios ven su momento.

A la vez, Al Qaeda también lanza sus amenazas. La reciente declaración de Al Shabaab, filial de Al Qaeda en Somalia, afirmaba que el conflicto de Oriente Próximo no era sólo "la batalla de las facciones islámicas en la tierra de Palestina en particular, sino más bien la batalla de toda la comunidad musulmana".

Y añadía: "Los musulmanes deben reunirse y ofrecer todo lo que puedan para apoyar a los muyahidines contra los judíos y sus hipócritas aliados infieles. La fuerza de esta nación reside en la fuerza de sus frentes yihadistas".