Las tropas de Alejandro Magno y los soldados de Napoleón pasaron por Salah al-Din, la principal arteria y la más antigua carretera que cruza Gaza de norte a sur. Hasta esta ruta llegaron algunos tanques israelíes y una excavadora este lunes en la incursión de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) más cercana a la capital de la Franja hasta el momento. Israel entró el pasado fin de semana en lo que ha denominado "segunda fase" de la guerra contra Hamás, un eufemismo con el que trata de eludir la referencia a la ofensiva terrestre. En todo caso, aún no se trata de una invasión a gran escala.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que el ejército israelí "ha ampliado su entrada terrestre en la Franja de Gaza y lo está haciendo con pasos medidos y muy poderosos". Netanyahu ha añadido que es un avance "metódico, en el que el Tsahal va paso a paso". En una alocución el lunes por la noche, ha rechazado la posibilidad de un alto el fuego. "Es tiempo de guerra", ha sentenciado.
Los militares hablan de un despliegue "gradual". Van poco a poco para tener reservas por si hay que actuar contra Hizbulá y para no trasladar la idea de una "invasión", que podría desencadenar una escalada en el sur del Líbano.
Es la operación más importante para el Ejército israelí en décadas, que ha sido precedida por una movilización de reservistas sin precedentes: unos 360.000 han sido llamados a filas, y se suman a las tropas regulares, unos 170.000 efectivos.
"No sabremos cuándo acaba una y empieza la otra porque no les interesa que se sepa. Estamos más cerca de unas operaciones de tanteo y sondeo de la postura defensiva de Hamás que de una invasión a gran escala. Es necesario primero una operación de inteligencia para seleccionar objetivos y empiezan por los más accesibles, como pasó en 2014", indica Félix Arteaga, investigador senior del Real Instituto Elcano.
El portavoz del Ejército, Daniel Hagari, sin reconocer la presencia de tanques en el cruce de Netzarim, ha confirmado que se ha "ampliado la actividad de nuestras fuerzas y han entrado en la Franja tropas adicionales, incluida infantería, blindados, cuerpo de ingenieros y artillería". A su vez, ha reconocido que se han dado "combates directos" entre las fuerzas israelíes y los combatientes de Hamás dentro de la Franja de Gaza.
Intensa campaña aérea
Estas actividades están apoyadas por intensos bombardeos. Más de 8.300 palestinos han muerto en estos ataques, que se centran, sobre todo, en las inmediaciones de la capital, pero que también se han registrado en el sur, donde teóricamente tenían que refugiarse los gazatíes para estar más a salvo.
"Lo primero que hemos visto es una campaña aérea muy intensa, que todavía continúa, sobre blancos de alto valor (HVT), previamente localizados por la Inteligencia. Estos blancos albergarían instalaciones, personal de Hamás o sistemas de mando y control", señala Francisco Gan Pampols, teniente general en la reserva.
"También hemos visto un aislamiento de toda la zona litoral que corresponde con la fachada oeste de la Franja en la zona del Mediterráneo. La Armada israelí la tiene bloqueada. Allí han batido objetivos desde plataformas navales, sobre todo fragatas", añade Gan Pampols. Después de las primeras incursiones, el fin es "el aislamiento de la zona norte de la Franja, con llamamientos a la evacuación".
Israel declaró el estado de guerra contra Hamás después de la masacre del 7 de octubre. Ese shabat negro primero lanzaron miles de cohetes contra diversos puntos de Israel, para luego llevar a cabo una incursión de unos 2.000 terroristas que mató a al menos 1.400 israelíes, entre civiles y militares.
La mayoría de los civiles vivía en los kibutz situados en el sur de Israel, cerca de la Franja, donde Hamás sembró el terror: asesinó, violó, saqueó y secuestró a ciudadanos israelíes y extranjeros. Según el último balance, tiene en sus manos 239 rehenes, con edades comprendidas entre los nueve meses y los 85 años. Hasta el momento solo se han dado cuatro liberaciones: dos mujeres octogenarias y una madre y su hija, ambas con residencia en Chicago. El español Iván Illarramendi, que vivía en el kibutz Kissufim, es uno de los cautivos.
Decenas de terroristas abatidos
Las tropas israelíes avistaron un puesto de lanzamiento de misiles antitanque en la zona de la Universidad de Al Azhar, en el sur de la ciudad de Gaza, y guiaron a un caza para eliminarlo. Fue uno de los 600 objetivos que alcanzaron el domingo. El lunes, unos 300. Los militares israelíes también abatieron a varios combatientes de Hamás que salían de un túnel cerca del paso de Erez. Según Israel, Hamás hasta el momento no está plantando una gran resistencia. Pero su territorio es el combate urbano.
"Una vez identificados, atacaron a los terroristas y los mataron", apuntó el portavoz militar, que se refirió a decenas abatidos. No ha dado muchos detalles sobre las operaciones en curso. Sí que se sabe que las incursiones empezaron en Beit Hanoun, en el norte de la Franja, y Bureij, en el centro. En el norte unos soldados israelíes izaron una bandera en un hotel en la playa.
Según Gan Pampols, "no habrá una invasión en fuerza ni carros de combate en Gaza ciudad. No han entrado en núcleos urbanos densamente poblados. Los carros están en Beit Hanoun, donde hacen funciones de cerco". Estamos en esta fase.
Los pasos siguientes
Una vez que se establezcan las dimensiones del cerco, se fraccionarán en barrios, manzanas. Sobre estas zonas se hará una operación de neutralización. "Primero se buscan los sistemas de mando y control de Hamás, sus almacenes logísticos, el acceso a las redes de túneles y se intentará levantar un mapa. Tendrán que ver si los ciegan, destruyen o combaten en el interior. Dependerá la decisión de si creen que hay rehenes dentro", apunta el teniente general en la reserva. Precisamente este lunes Hamás ha difundido otro video en el que aparecían tres rehenes que pedían al gobierno israelí que haga lo necesario para liberarlas. Netanyahu lo ha tildado de "cruel propaganda".
No vamos a ver demasiadas acciones ni serán voluminosas... Se buscará asegurar zona por zona y a la vez habrá operaciones de inteligencia"
francisco gan pampols, teniente general en la reserva
A juicio de Gan Pampols, "no vamos a ver demasiados acciones ni serán voluminosas. Será una combinación de unidades acorazadas mecanizadas y ligeras, habrá zapadores, apoyo de fuego directo de carros de combate y artillería de acompañamiento, gran despliegue de medios de observación y obtención de información, UAV, guerra electrónica… Se buscará la limpieza y aseguramiento de zona por zona. Primero una zona, luego la adyacente. Simultáneamente habrá operaciones de inteligencia para localizar a los rehenes, y para eliminar a los dirigentes. Y también para desmantelar la red de túneles". Una operación del Ejército junto al Shin Bet ha hecho posible el primer rescate de un rehén: se trata de Ori Megidish, una mujer soldado que está aportando mucha información sobre sus secuestradores.
Las Fuerzas Armadas israelíes tienen una clara superioridad sobre Hamás, pero eso no quiere decir que tengan la guerra ganada. La incursión que llevaron a cabo el 7 de octubre habría sido inimaginable, pero sucedió. Hubo fallos en la Inteligencia (Shin Bet) y en las Fuerzas Armadas, que tardaron siete y ocho horas en llegar a los kibutz. Pero el gobierno más ultranacionalista de la historia de Israel llevaba tiempo más concentrado en Cisjordania que en Gaza.
Además, después del golpe del shabat negro, el Ejército israelí ha de minimizar las bajas propias, tener en cuenta que Hamás tiene en su poder 239 rehenes, y reducir el número de bajas civiles, ahora escalofriante. Han muerto más niños en Gaza que en todos los conflictos desde 2019. Casi la mitad de los más de 8.300 palestinos víctimas mortales de los bombardeos israelíes son críos.
El enfrentamiento es asimétrico y cuantos más muertos civiles y más bajas israelíes haya mejor para Hamás"
félix arteaga, investigador r.i. elcano
"Será una guerra larga. En Mosul fueron nueve meses. El enfrentamiento es asimétrico y cuantos más muertos civiles y más bajas israelíes haya mejor será para Hamás. Las bajas israelíes tienen efecto interno y las civiles repercuten en los apoyos internacionales. Esa asimetría hará la guerra muy dura para Israel. La superioridad militar se ve muy condicionada por esa asimetría", concluye Félix Arteaga.
Lo que no está claro es cuánto tiempo tiene Israel para conseguir sus objetivos. La catástrofe humanitaria en Gaza, debido a la entrada de la ayuda a cuentagotas, las miles de víctimas, la amenaza sobre hospitales imposibles de evacuar, hacen mella en la imagen del gobierno de Israel, cada vez más cuestionado. En el exterior, Israel está perdiendo la batalla de la opinión pública. Y la guerra apenas ha empezado.
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