"Estamos a las puertas de la ciudad de Gaza", ha dicho el general de brigada Itzik Cohen, de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) a los reporteros cerca de la Franja. "Hamás eligió esta guerra, no lo hicimos nosotros", ha remarcado. Horas más tardes el portavoz de las IDF, Daniel Hagari, ha dicho que ya han completado el cerco de la ciudad, "el principal foco de la organización terrorista Hamás".

El Ejército de Israel se dispone a librar una gran ofensiva en la capital de la Franja. Israel declaró el estado de guerra contra Hamás después de que la organización terrorista asestara el peor golpe contra el Estado hebreo el pasado 7 de octubre. Más de 1.400 israelíes y extranjeros fueron asesinados y Hamás tiene en sus manos a 242 rehenes de Israel y otras 20 nacionalidades.

El ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha asegurado que el Ejército israelí ha lanzado al menos 10.000 ataques sobre objetivos en la ciudad de Gaza desde el 7 de octubre. En su comparecencia, Daniel Hagari ha señalado que "en las últimas horas, los cuerpos blindados y las tropas de infantería, con la ayuda de la Fuerza Aérea, están atacando puestos avanzados, centros de mando y control, lugares de lanzamiento de cohetes y otras infraestructuras terroristas utilizadas por los dirigentes de Hamás y sus terroristas".

Y ha añadido: "Las tropas de ingeniería de combate están detectando infraestructuras, amenazas y artefactos explosivos improvisados, y los están demoliendo y neutralizando para que las fuerzas terrestres puedan maniobrar con mayor libertad en la zona. Nuestras fuerzas están matando a terroristas en combates cuerpo a cuerpo. Estamos operando continuamente con fuego dirigido desde el aire y desde el mar". Aseguran que han "eliminado al menos a 130 terroristas de Hamás".

Cincuenta años después de la Guerra del Yom Kippur, en ese shabat negro Israel primero sufrió una oleada de mile de cohetes y luego unos 2.000 terroristas se lanzaron a matar, saquear, violar y secuestrar a civiles de los kibutz cercanos a la Franja. Israel bombardea sin cesar este territorio de apenas 345 km2, uno de los más densamente poblados del mundo, desde horas después de esa jornada trágica.

En las últimas horas ha sido objetivo de bombardeos hasta tres veces el campo de refugiados de Yabalia, poblado mayoritariamente por mujeres y niños. Israel asegura que dirigentes de Hamás se refugian allí. Fuentes palestinas elevan a casi 200 personas el número de víctimas mortales. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU, a cargo de Volker Türk, ha declarado: "Nos preocupa seriamente que se trate de ataques desproporcionados que puedan constituir crímenes de guerra". En el último balance ya se han superado los 9.000 muertos entre los palestinos.

Desde el pasado fin de semana los israelíes han emprendido una "segunda fase" de la guerra contra Hamás. Los vehículos blindados y las tropas israelíes se han concentrado en el extremo norte de la Franja de Gaza y se han visto tanques al sur de la ciudad de Gaza, avanzando hacia el Mediterráneo. Están librando encarnizados combates con los combatientes de Hamás. Fuentes israelíes aseguran que han eliminado a "decenas de terroristas", pero también han confirmado la muerte de 23 soldados, entre ellos el teniente coronel Salman Habaka.

División de la Franja

Según Ejaz Haider, analista militar y de asuntos exteriores consultado por Al Yazira, el ejército israelí se está moviendo "en varios ejes" para rodear el lugar donde supone que se encuentran los combatientes de Hamás. "Una idea podría ser, dado el número de reservas que han convocado, no sólo saturar la zona con potencia de fuego, lo que han hecho a través del aire y el fuego de artillería, sino también con tropas", añade.

Las tropas israelíes han completado el cerco de la ciudad, así como la división de la Franja en una zona al norte de Wadi Gaza que pretenden controlar y el sur, donde se hacinan cada vez más gazatíes. En total, viven en la Franja 2,3 millones de personas y unas 600.000 se han desplazado hacia el sur huyendo de los bombardeos israelíes.

La situación humanitaria es catastrófica. Tan solo han entrado unos 300 camiones con ayuda, cuando lo habitual era que pasaran unos 400 al día. "Todo el mundo tiene hambre y sed", ha dicho Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA)

En el sur siguen a la espera de salir de la Franja cientos de miles. El miércoles finalmente se abrió el paso de Rafah para 80 heridos palestinos y los primeros gazatíes con doble nacionalidad, unos 300. Entre ellos salió un médico español de la ONG Médicos sin Fronteras y este jueves lo ha hecho un empleado español de la ONU, Jesús Pérez Arellano.

Este jueves va a continuar el proceso, aunque muchos se quejan de que a veces separan a las familias y permiten la marcha de una madre pero sin sus hijos o los hijos sin la madre. En la Franja habría cerca de 200 gazatíes con nacionalidad española, que están a la espera de la luz verde para cruzar el paso hacia Egipto.

La ministra española de Defensa en funciones, Margarita Robles, asegura que entre 140 y 170 gazatíes con pasaporte español podrán llegar a Egipto entre este jueves y el viernes. Unos 7.000 ciudadanos gazatíes con doble nacionalidad podrán salir de la Franja en estos días.

Por primera vez desde el inicio de la guerra contra Hamás, el presidente de EEUU, Joe Biden, fiel aliado de Israel, ha pedido "una pausa" para que pueda liberarse a los rehenes. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reiterado varias veces su rechazo a un alto el fuego. El gobierno y el Ejército israelí insisten en que la guerra será larga y dura.

Hamás dijo el miércoles que en el primer bombardeo de Yabalia habían muerto siete rehenes, entre ellos tres extranjeros. Entre los 242 rehenes hay un español: el vasco Iván Illarramendi. Las familias de los rehenes temen que sean utilizados como escudos humanos y nunca puedan volver a verles. Gracias a la mediación de Qatar, Hamás accedió a liberar a cuatro mujeres: dos octogenarias y una madre y una hija israelo-estadounidenses.